cómo funciona y qué puedes hacer para evitarla

El método más efectivo para llevar a cabo estafas por internet es el de suplantar la identidad a personas, marcas o compañías reconocidas y que usan los usuarios. Esto es porque al recibir algo de alguien conocido, las personas bajan la guardia y confían ciegamente, lo que abre la puertas a que los ciberdelincuentes consigan robarte tus datos personales y bancarios.

Son casi infinitos los ejemplos en los que se ha suplantando a una empresa u organismo reconocido para lograr engañar a los usuarios, y el último ejemplo de ello, según ha detectado la Asociación Española de Consumidores (Asescon) es el de una campaña que se hace pasar por la plataforma de series y películas en streaming, Disney+.

Al parecer, han recibido múltiples avisos sobre un fraude mediante correo electrónico en el que el supuesto remitente es dicha plataforma avisando de un problema que podría hacer que nos den de baja en nuestra suscripción.

En realidad esto es mentira, y es tan solo un gancho con el que tratan de engañar a la potencial víctima para que siga leyendo y caiga en su trampa. En esta estafa de phishing, los estafadores que supuestamente son el equipo de Disney+ amenaza con suspender la cuenta si el usuario no actualiza sus datos personales.

En el mismo correo se proporciona un enlace en el que se redirige al usuario a una página web falsa en la que se le solicita que ingrese información confidencial como son los datos bancarios y personales, en el caso de no darse cuenta del engaño, los ciberdelincuentes podrán cometer fraudes y suplantar tu identidad.

Consejos para evitar esta estafa

Entre los pasos que puedes seguir para evitar caer en este engaño, lo primero que debes hacer es verificar el remitente y la dirección URL del enlace que nos proporcionan. A su vez, en el caso de que nos digan que hay problemas con nuestra información bancaria, lo mejor es acudir directamente a la plataforma y comprobar por tí mismo si lo datos están bien y no hay cobros pendientes.

Por último, en los emails fraudulentos suelen tener errores ortográficos o gramaticales, además de tener un tono de alarma para que actúes lo antes posible, si observas alguno de estos detalles, lo mejor que es que compruebres su veracidad, y si es demasiado tarde, ponte en contacto con las autoridades.