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dispersión total del grupo por la irrupción de la IA y el exceso de optimismo

dispersión total del grupo por la irrupción de la IA y el exceso de optimismo

Un pequeño grupo de titanes de Wall Street está sosteniendo al S&P 500. Ríos de tinta han corrido sobre las ‘siete magníficas’ (Nvidia, Meta, Amazon, Microsoft, Alphabet, Apple y Tesla). No solo fueron los protagonistas de un 2023 de potentes avances que elevaron al principal índice del mundo, sino que su frenético rally y su gran capitalización (suponen el 28% del selectivo) han generado temores de que una burbuja que sacuda a toda la renta variable de EEUU. Con un peso tan grande, la preocupación es que un ‘rally’ demasiado ambicioso, seguido de una corrección, pueda arrastrar a todo el S&P 500.

Frente a estas dudas hay numerosas posturas. Desde JP Morgan, que ve que estos valores están infravalorados o Goldman Sachs, hablando de una base sólida, hasta Bank of America, comparándolo con burbujas históricas como la de las ‘Puntocom’. Sin embargo, hay un punto de vista que está cogiendo fuerza a medida que avanza el año y los movimientos se han consolidado en el parqué: que, para bien o para mal, las Siete Magníficas han dejado de existir.

Aunque unos subieran más que otros, en 2023 los analistas se fijaron en este ‘grupo’ debido a que todos tenían una gran capitalización, estaban vinculadas a la tecnología y subían con fuerza. Tesla avanzó el año pasado un 101%, Apple un 48%, Microsoft un 56%, Amazon un 80%, Alphabet un 58%, Meta un 194% y Nvidia un 238%. Aunque variase la intensidad de su avance, la realidad es que todas respondían a una única dirección y caminaban en bloque. Esa era ha terminado por completo porque ahora cada uno de sus integrantes sigue un camino diferente.

El término de las Siete Magníficas fue creado por Mike O’Rourke, analista de Jones Trading y este ha sido el primero en anunciar su final. En las últimas semanas, ha sido este mismo experto el que proclamaba en una nota a sus clientes que «la era de las Siete Magníficas ha muerto». Aunque en su conjunto siguen creciendo, O’Rourke señala que «la gran marea de siete nombres que empujaba a todos los barcos de Wall Street es lo que ha terminado, estos siete valores no van juntos«. En ese sentido, el experto se ciñe a la dispersión que se ha apoderado del grupo.

Tres valores se han bajado del carro y cotizan en negativo en lo que va de año. Estos son Tesla, que pierde un 27,7%, Apple, que se deja un 7% y Alphabet, que cotiza casi plano con un retroceso de medio punto. Por su parte, hablar incluso de Cuatro Magníficas sigue siendo complicado, pues dentro de las ganancias Microsoft solo sube un 8,81% frente al 15% de Amazon, al 40% de Meta y al 83% de Nvidia.

Meta y Nvidia siguen sin cambio respecto a la ‘era dorada’ apoyados en una fiebre de la IA sigue muy presente. La firma de semiconductores es ejemplo claro de un ‘ganador’ de este nuevo mercado, pues los chips serán la base sobre la que se ejecutará esta tecnología. La matriz de Facebook e Instagram, por su parte, ha logrado subirse a esta ola. Recientemente, esta firma ha explicado que utilizará la IA generativa para lanzar modelos de recomendación de videos en toda su línea de redes sociales. Además de otros usos para la IA que sitúan a Meta como otro de los grandes beneficiados.

En ese sentido, los analistas temen que la matriz de Google, Alphabet, se esté quedando atrás respecto a la IA y eso es lo que está pesando a esta empresa para impedirle seguir el ritmo de sus pares. «Que Alphabet se quede atrás en IA es un peligro claro y presente», dijo Tom Graff, director de inversiones del fondo Facet. «La desventaja es tan significativa para Alphabet que realmente no hay forma de valorarla». Por su parte, Mark Shmulik, analista de Bernstein, explicaba que «desde que OpenAI lanzó ChatGPT a finales de 2022, la respuesta de Google se parece más a la de un culturista que busca exhibirse, más que la alguien que quiere pelear».

Los expertos de Ostrum señalan, por su parte, que «El bombo publicitario sobre las 7 magníficas está profundamente arraigado en las expectativas de una adopción de la IA que mejore la productividad en la mayoría de las industrias de la economía estadounidense. Esto ha impulsado las acciones tecnológicas». Por lo tanto, la adopción y capitalización de esta tecnología es para los expertos el elemento clave que permite que aquellas que están logrando avances en esta carrera sean las que están resistiendo.

Barclays arrancó el año empeorando su recomendación debido a que los analistas avisaron de una mayor debilidad «en los volúmenes de venta» debido a la situación macroeconómica mundial. En particular destacaron una economía China a medio gas, un mercado clave para Apple en donde «los datos son cada vez peores». Desde Citi Research explicaban en su último informe que «la demanda de smartphones seguirá siendo débil y creemos que Apple aún seguirá bajo presión los próximos meses».

Aunque el caso más clamoroso es el de Tesla. La firma liderada por Elon Musk se desploma un 28% y, con una capitalización bursátil de 556.250 millones de dólares se queda muy lejos en valor respecto al ‘grupo’ al que perteneció de forma clara el año pasado. Además de un entorno macroeconómico dañando la demanda, Tesla se ha visto obligada a bajar precios ante una auténtica ‘invasión’ a gran escala de coches eléctricos chinos de bajo precio. Esto , sumado al entorno macroeconómico ha generado unos resultados decepcionantes para la compañía. Desde Morgan Stanley hablaban de este año como «una época desafiante para los coches eléctricos».

Las dos firmas restantes, Amazon y Microsoft, están rindiendo en positivo pero a un desempeño muy inferior que sus ‘compañeras magníficas’. El motivo es, según los analistas de Goldman, que fondos e inversores han quitado el foco de estas acciones en favor de otros valores donde puedan encontrar un mayor crecimiento tras las subidas tan frenéticas de los últimos meses. «Tras los sólidos datos económicos de EEUU muchos fondos se han retirado de los valores más seguros de mega capitalización y han buscado otros valores cíclicos». En ese sentido, señalan en su último informe que existe cierto riesgo tras la subida de una «relajación violenta’ en caso de encontrarse con «un cambio en las condiciones de mercado». En ese sentido, los inversores también quieren limitar su exposición a estas firmas tras sus grandes subidas, ante las dudas de si estas han ido demasiado lejos.

«Estas empresas son insensibles al entorno monetario porque al tener un efectivo tan abundante, hay bajas necesidades de endeudamiento»

Ray Dalio definió el problema recientemente avisando en su cuenta de LinkedIn que «se encuentran en un estado un poco espumoso, pero no en una burbuja completa». En ese sentido, el inversor explicó que «las valoraciones son ligeramente caras, teniendo en cuenta los beneficios actuales y previstos». Para concluir, el experto señalaba que «podría haber una corrección significativa en estos nombres si la IA generativa no está a la altura del impacto descontado».

Al margen de su diferente desempeño, la influencia del grupo se ha reducido. La portentosa subida del 24,2% del S&P 500 del año 2023 es totalmente indisociable de las siete magníficas pues estos fueron los responsables del 88%. Ahora su presencia sigue siendo notable (45% del total de los avances) pero ya es mucho menor. «Siguen siendo muy influyentes» señala O’Rourke. «La diferencia es que ahora unos empiezan a anularse a otros y no van de la mano».

En cualquier caso, hay otro factor común que afecta la hora de juzgar a estas empresas en su conjunto. Desde US Bank señalaban que un elemento fundamental para entender el potente rally en 2023, en plena era de subidas de tipos de interés venía de que «estas empresas son insensibles al entorno monetario porque al tener un efectivo tan abundante, hay bajas necesidades de endeudamiento» y pueden aguantar hasta que mejor hasta los recortes. Del mismo modo, la euforia de los recortes puede pesar menos sobre estos ‘titanes’ de Wall Street dado que «las decisiones de la Fed serán más importantes para empresas más pequeñas».

Sin embargo, hay muchos que piensan que, en su conjunto, tienen un gran margen. Este es el caso de JP Morgan que ha afirmado este lunes que «aunque existe preocupación por su rendimiento, pero cotiza con menos tensión que el resto dadas sus altas ganancias». De este modo, la firma explicaba que estas acciones todavía podrían resistir mejor que las acciones cíclicas tradicionales» que dependen de la fortaleza de la economía.

Esto se ve escenificado, en el consenso de analistas de Bloomberg, que otorgan a todos estos valores un potencial de revalorización positivo. De hecho, valores como Amazon, Alphabet o Tesla, cuentan con un retorno del 20% frente al 15% de Apple y Microsoft. Las subidas constantes de Nvidia han dejado sin tanto recorrido a Nvidia, que solo cuenta con un 4,3%, lo mismo que ha sucedido con Meta, que cuenta con un potencial del 6,6%. Sin embargo, a pesar de que todos ven aún fortaleza en el gran músculo bursátil del S&P 500, la realidad es que el fenómeno de las Siete Magníficas puede haber llegado a su fin.

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Fuente de TenemosNoticias.com: www.eleconomista.es

Publicado el: 2024-03-11 20:33:04
En la sección: elEconomista Mercados

Publicado en Economía y Finanzas

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