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Cómo congelar el marisco y que aguante en perfecto estado hasta las comidas de Navidad

Cómo congelar el marisco y que aguante en perfecto estado hasta las comidas de Navidad

Se acerca la Navidad, lo que trae consigo las copiosas comidas de Navidad, en las que el marisco es el alimento por excelencia en el caso de las comidas en España. Sin embargo, no todas las familias pueden permitirse el lujo de comprar en la pescadería ostras gambas, gambones o langostinos frescos, por lo que la otra opción es adquirirlo en supermercados una o dos semanas antes con el objetivo de ahorrar en la cesta de la compra. 

Cómo congelar el marisco para ahorrar en las compras de Navidad

He aquí pues un punto importante: cómo se debe congelar el marisco para que quede perfecto. Pues bien, la respuesta varía dependiendo de cuál se trate. Por ejemplo, no es lo mismo tratar con grandes crustáceos como centollos, nécoras o bogavantes, que cocinar cigalas, por lo que lo primero que hay que hacer en este caso es distinguir por familiar. 

Esto es, si lo que vamos a congelar son langostinos, gambas o cigalas, no habrá que cocerlos previamente en ningún caso, mientras que en el caso de los bivalvos también se congelan crudos, eso eso, habiéndolos lavado bien previamente. Si se opta por percebes y ostras, no se aconseja congelarlos, por lo que si no podemos comprarlos para consumirlos en el momento, es mejor no hacerlo.

En el caso de que se quiera degustar de una gran mariscada con centollos, bogavantes, nécoras o bueyes de mar, deberás comprarlos vivos, se recomienda cocerlos y luego meterlos al congelador. Un truco infalible para que conserven mejor el sabor es, tras cocerlos, envolver la pieza con un paño de cocina mojado en el agua de cocción y cubrirlo todo en papel film. Cuando lo vayas a meter al congelador, hazlo siempre con las patas para arriba, para que los jugos se queden en su sitio.

¿Qué pescados se pueden congelar y cuáles no?

Desde la OCU  indican que no es necesario congelar todo el pescado, sino solo aquel que vaya a consumirse crudo o semicocinado. Así, hay que congelar:

  • Boquerones en vinagre y otros pescados en escabeche
  • Sushi, sashimi, ceviches y carpacios
  • Pescados marinados (ceviche)
  • Huevas de pescado crudas o prácticamente crudas
  • Arenques y otros pescados crudos preparados en salmuera o ligeramente salados
  • Pescados marinos sometidos a ahumados en frío

Por otro lado, si el pescado se va a cocinar frito, asado o guisado no necesita ser congelado, ya que las altas temperaturas (a partir de 60ºC) medidas en el centro del pescado durante al menos un minuto, inactivan el anisakis. Para más seguridad, se recomienda llegar hasta los 70ºC. Para comprobar que el pescado está bien hecho, basta con mirar que se despega fácilmente de la espina y tiene el color mate, no transparente, de la proteína coagulada. 

¿Cómo se congela el pescado?

Para comer pescado crudo en casa de forma segura o sometido a preparaciones hay que congelarlo primero. En el caso de pescados pequeños, o los ya cortados en filetes o rodajas, es suficiente con mantenerlos congelados 5 días. Si no se quiere trocear el pescado, lo mejor es alargar ese tiempo, porque es más difícil que el frío llegue al centro del pescado entero o a las piezas gruesas.

Siempre hay que proteger bien el pescado con un film plástico o meterlo en una bolsa para evitar quemaduras por frío que estropean la textura del producto y, además, así evitamos que coja sabores y olores extraños. Para poder congelar en casa, el frigorífico debe alcanzar una temperatura de -20ºC o inferior. Esta temperatura solo se alcanza en frigoríficos de tres estrellas (***). Si el frigorífico no tiene esas tres estrellas, lo mejor es comprar el pescado ya congelado.

Pescados sin espinas más fáciles de comer para toda la familia

Las espinas son una de las razones de peso que en muchas casas llevan a comprar un pescado u otro. Pero siempre es bueno recordar que hay pescados sin ellas o, al menos, con pocas, ya que se puede encontrar muchas veces únicamente la espina central. Estos son algunas de las mejores opciones:

  • Merluza: El pescado con menos espinas que podemos comprar es la merluza. En su carne blanca y tierna es muy fácil separar de las espinas. Seguramente por eso, la merluza es uno de los pescados más populares de la gastronomía española.
  • Rape: Es un pescado blanco que encontramos casi todo el año, aunque nuestra temporada de pesca del rape se centra en abril y mayo. Su carne blanca y firme tiene una textura similar a la langosta. Podemos cocinarlo a la parrilla y, especialmente, en un guiso (sus espinas, pocas y grandes, dan un caldo estupendo).
  • Bacalao: El bacalao es ese pescado que gracias a la salazón más «se parece» a una carne. Ahora se puede comprar fresco, pero el bacalao con mayúsculas, el que protagoniza el recetario tradicional, es el bacalao rebozado en sal. Con su carne blanca y delicada, el bacalao es perfecto para aquellos que buscan pescados sin espinas.
  • Atún o Bonito del Norte: Son pescados de la misma familia, pero el atún es más grande o el bonito del norte más pequeño. Uno y otro son bajos en espinas y tienen un sabor exquisito. El sushi ha puesto de moda el atún y lo estamos pescando en exceso poniendo en riesgo alguna de sus especies.
  • Salmón: Este pescado azul y de agua dulce o agua salada es ya un habitual de nuestras pescaderías. El salmón se ha hecho un hueco en las cocinas de todo el mundo. Su sabor, propiedades nutricionales y facilidad a la hora de prepararlo lo han convertido en un pescado idóneo.

Propiedades genéricas del pescado

Aportan entre un 18-20% de proteínas de alto valor biológico, son buena fuente de vitaminas del grupo B (especialmente B1 y B2) y son ricos en yodo, fósforo, potasio, magnesio y calcio (este último solo si se consume con espinas), según la Fundación Española del Corazón. Además, el pescado azul aporta, además, vitaminas liposolubles A y D.

Los pescados presentan bajo aporte de ácidos grasos saturados y omega 6, y alto aporte de ácidos grasos insaturados (omega-3 y oleico). Contienen escaso tejido conjuntivo, lo que les da más digestibilidad. Su contenido en grasa es muy variable, entre un 1 y un 13%.

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Fuente de TenemosNoticias.com: www.20minutos.es

Publicado el: 2023-12-18 03:32:49
En la sección: 20MINUTOS.ES – Gastronomía

Publicado en Gastronomía

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