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¿A qué olían las flores de la prehistoria?

¿A qué olían las flores de la prehistoria?

Hace 100 millones de años había flores en nuestro planeta que emanaban olores similares a los que hoy día utilizamos para nuestros perfumes . A esta conclusión ha llegado George Poinar, de la Universidad Estatal de Oregón, en Estados Unidos, tras estudiar flores fósiles en ámbar con dos grupos de muestras de 100 millones de años y 23 millones de años de antigüedad.

Flor conservada en ámbarPoinar, G. y Poinar, G. 2018.

Las flores en época de los dinosaurios

“Apuesto a que algunos de los dinosaurios podrían haber detectado los aromas de estas primeras flores. De hecho, las esencias florales de estas primeras flores podrían incluso haber atraído a estos reptiles gigantes”.

Y es que el principal objetivo del olor de las flores es reproducirse, es decir, atraer a polinizadores que se encargan de transportar ese polen que permite la reproducción de las plantas. En la actualidad, las flores cuentan, además, con pétalos de colores para resultar más atractivas. Y parece que esta estrategia ha sido infalible para las plantas prácticamente desde siempre.

George Polinar examinó flores fósiles conservadas en ámbar descubiertas en Birmania, como el laurel glandular (Cascolaurus burmensis), y en República Dominicana. Las conclusiones del estudio, publicado en la revista Historical Biology, le permiten afirmar que los compuestos detrás de los perfumes y colonias de usamos hoy día han estado provocando excitación olfativa desde que los dinosaurios caminaban por nuestro planeta, cuando aparecieron las primeras plantas con flores.

Perfumes con millones de años

“No se pueden detectar olores ni analizar los componentes químicos de las flores fósiles, pero se pueden encontrar los tejidos responsables de los olores”.

Así pues, Poinar detectó estos tejidos en los fósiles analizados, entre ellos, secretores como los nectarios, tricomas glandulares, eláforos y esmóforos.

“Los nectarios son glándulas que producen fragancias y depósitos dulces que aman los insectos. Los tricomas glandulares son pelos con células que producen y envían productos secretores perfumados. Los eláforos son glándulas oleosas aromáticas acechadas. Los osmóforos, también conocidos como glándulas de fragancia floral, son grupos de células especializadas en la emisión de olores”.

El estudio concluye que los tejidos secretores de estas primeras flores tienen una estructura similar a las actuales, por lo que cabe suponer que las flores prehistóricas y las modernas clasificadas en el mismo linaje llevan produciendo fragancias similares desde hace millones de años.

Fósiles en ámbar

La investigación ha sido posible gracias al excepcional nivel de conservación con el que nos han llegado plantas tan antiguas preservadas en ámbar. Entre los fósiles hallados en la República Dominada había una flor de acacia (Senegalia eocaribbeansis) con una antigüedad de entre 20 y 30 millones de años donde una abeja quedó atrapada por el ámbar mientras visitaba los estambres de la planta, especialmente atractivos para este insecto. «Hoy en día, las abejas todavía visitan las flores de acacia que tienen el mismo tipo de glándulas vegetales que existían en el pasado antiguo».

“Es obvio que las flores producían aromas para volverse más atractivas para los polinizadores mucho antes de que los humanos comenzaran a usar perfumes para volverse más atractivos para otros humanos”.

Flores prehistóricas halladas en una tumba

Es por ello que los científicos emplean la botánica para conocer más sobre las plantas y esta historia de atracción mediante olores, además de los remedios curativos con los que nuestros ancestros dieron comienzo a la elaboración de medicamentos a partir del uso de plantas. De hecho, es posible que las flores se hayan empleado para otros asuntos, pues el simbolismo que hoy día tenemos para ciertas flores y sus olores no es un aspecto reciente en las diferentes culturas humanas.

En 2010 se descubrió un enterramiento en la cueva de El Mirón, en Cantabria, que data del Paleolítico superior, en la que se hallaron restos fósiles de pólenes. Según María José Iriarte, profesora de la Universidad del País Vasco:

Depositaron flores completas en la tumba, pero no ha sido posible asegurar si este aporte de plantas tenía como objeto una ofrenda ritual a la fallecida, o un fin más sencillo, como, por ejemplo, el saneamiento, para evitar malos olores asociados al enterramiento”.

Por tanto, resulta poético pensar que las fragancias que hoy nos pulverizamos como perfumes, han sido compuestas a partir de los olores similares que llevan teniendo las plantas del mismo linaje desde que atraían a dinosaurios, formaban parte de enterramientos del Paleolítico o causaron la muerte de una abeja que ha llegado a nuestros días conservada en ámbar 20 millones de años después de que se acercara a una flor en busca de rico y aromático alimento.

Referencias:

Lundeberg, S. 2018. Those fragrances you enjoy? Dinosaurs liked them first. Today.oregonstate.edu.

Poinar, G. y Poinar, G. 2018. The antiquity of floral secretory tissues that provide today’s fragrances. Historical Biology 32, 4, 494-499. DOI: 10.1080/08912963.2018.1502288.

Fuente de TenemosNoticias.com: www.muyinteresante.es

Publicado el: 2023-09-30 11:00:00
En la sección: Muy Interesante

Publicado en Humor y Curiosidades