¿Cómo y por qué empezamos a vestirnos? Los secretos de la ropa más antigua del mundo

La respuesta más certera a la pregunta que encabeza este artículo es: no lo sabemos. Ahora bien, no vamos a conformarnos, pues existen diversas teorías y nuestra curiosidad no se detiene nunca en el primer obstáculo. Claro está que las primeras prendas utilizadas por el ser humano no nos han llegado hasta nuestros días. Los materiales usados, tanto de origen animal como vegetal, tienden a descomponerse con el paso del tiempo salvo rarísimas excepciones. En el caso de la ropa, su uso se remonta tan atrás en el tiempo que los especialistas necesitan otras maneras de llegar al origen de la vestimenta. Por ejemplo, además del hallazgo de agujas hechas con hueso, uno de los descubrimientos que podrían datar cuándo empezamos a vestirnos tendría como protagonistas a los piojos.

Tapando vergüenzas

“La ropa interior, o lo que hoy identificamos como tal, es posiblemente el conjunto de prendas más antiguo e importante de la historia de la humanidad. Está directamente ligada con la moralidad: qué partes del cuerpo exhibir y cuáles cubrir y, es más, qué puede mostrar u ocultar cada individuo según su sexo, edad, condición, etc. Además, tiene una gran pluralidad de funciones: simbólicas, relacionadas con la identidad y el rol social; higiénicas, en el más amplio sentido de la palabra, tanto en lo referido a la limpieza como a la seguridad, y a la protección de otras prendas confeccionadas con tejidos más valiosos o difíciles de lavar, así como prácticas, pues sirve de abrigo, pero también refresca y protege del clima o de ciertos entornos”.

Estas palabras de Ana Velasco Molpeceres, especialista en historia de la vestimenta y la moda, nos ponen en el punto de partida para conocer el origen de la ropa. Tal y como se comenta al final del párrafo, parece lógico pensar que los seres humanos empezamos a vestirnos para abrigarnos. Por otro lado, se menciona la moralidad y resulta curioso que la Biblia hable del pudor y de las primeras ropas. En el libro del Génesis se cuenta que, cuando Adán y Eva comieron el fruto prohibido del Jardín del Edén, se dieron cuenta de que estaban desnudos y sintieron vergüenza. Es más, unos versículos posteriores podemos leer que “el Señor Dios hizo vestiduras de piel para Adán y su mujer, y los vistió”. Por lo que, según el cristianismo, la ropa las creó el mismísimo Dios. Pero ¿qué dice la ciencia?

Las primeras agujas para coser

Hemos descubierto agujas con 50 000 años de antigüedad, por lo que sabemos que por entonces es seguro que el ser humano ya se confeccionaba prendas, sin embargo, tenemos evidencias sobre el uso de ropa mucho más antiguas. Un equipo de investigación encontró en Marruecos un conjunto de herramientas que posiblemente sirvieron para procesar y alisar pieles de animales. Estos instrumentos fueron datados con una antigüedad de entre 90 000 y 120 000 años. Según Emily Yuko Hallett, del Grupo de Investigación de la Evolución Panafricana del Instituto Max Planck:

“No esperaba encontrarlas. En un principio, estudié este conjunto para observar los huesos de animales y reconstruir la dieta humana. Y cuando los revisaba, había unos 12.000 huesos de animales, empecé a notar que estos huesos tenían una forma muy diferente. No era una forma natural. Y estaban pulidos, y brillantes, y tenían estrías (surcos o arañazos) en ellos”.

Sin embargo, un estudio anterior defendía un uso de vestimentas aún más antiguo que el descubierto en Marruecos y la teoría para datar el origen de la ropa tiene unos protagonistas muy curiosos.

Piojos de la cabeza a la ropa

Un estudio sobre la evolución de los piojos reveló que los humanos comenzamos a vestirnos hace unos 170 000 años. Así lo defendió una teoría publicada en 2010 por un equipo de investigación encabezado por David Reed, del Museo de Historia Natural de Florida. Se dedicaron a analizar el ADN de los piojos para comprobar cuándo se dieron divergencias genéticas. Los resultados fueron publicados en la revista Molecular Biology and Evolution y con ellos pretendían establecer el origen del uso de la ropa por humanos. La teoría es sencilla de entender, aunque no tan fácil de demostrar: sabemos que hay piojos adaptados a vivir en el cuerpo y otros a hacerlo en la ropa, por tanto, “está claro que los piojos de cuerpo y los de la ropa no se diferenciaron hasta que los humanos se vistieron”.

“Dado que los piojos de la ropa evolucionaron a partir de ancestros de los piojos de la cabeza una vez que los humanos adoptaron la ropa, fechar la aparición de los piojos de la ropa puede proporcionar estimaciones más específicas del origen del uso de la ropa. Aquí, utilizamos un enfoque de modelado coalescente bayesiano para estimar que los piojos de la ropa divergieron de los ancestros de los piojos de la cabeza hace al menos 83.000 y posiblemente ya hace 170.000 años. Nuestro análisis sugiere que el uso de ropa probablemente se originó con humanos anatómicamente modernos en África y refuerza una tendencia amplia de desarrollos humanos modernos en África durante el Pleistoceno medio y tardío”.

Referencias: