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Este país nació por la única revolución de esclavos con éxito de la historia

Este país nació por la única revolución de esclavos con éxito de la historia

En 1791 se dio la primera revolución de esclavos de la historia, la única que ha tenido éxito y de la que surgió la primera república negra del mundo. En 1804 se proclamó la independencia de Haití, hasta entonces uno de los territorios coloniales y esclavistas más importantes de Francia. Los sucesos ocurridos en esta isla del Caribe supusieron un antes y un después en la historia de la esclavitud y el colonialismo.

Esclavos negros contra colonos blancos en la Revolución haitiana. Autor desconocido. Wikimedia.

La Revolución francesa en el Caribe

Esta es la historia de cómo una isla caribeña se convirtió en el escenario de una revolución sin precedentes con un resultado sorprendente: Haití fue el primer país en América liderado por personas de ascendencia africana que lograron la independencia y la libertad de su condición de esclavos tras un alzamiento contra Francia, la metrópoli y una de las potencias del momento.

El proceso ocurrió en un contexto bastante relevante para la historia y el orden establecido hasta entonces. A finales del siglo XVIII estalló la Revolución francesa y se inició la decadencia de los gobiernos de ultramar en las colonias desde América Central hacia el sur. El Caribe era un tablero de ajedrez con España, Inglaterra y Francia batallando por sus intereses. Entre las posesiones coloniales de las Antillas, Francia tenía una pequeña pero importante porción de terreno en la isla que Colón bautizó como La Española, donde los españoles pusieron pie en territorio americano por primera vez el 12 de octubre de 1492. En la parte oeste de la isla, Francia tenía el control de Saint-Domingue, donde se producía algodón, añil y, sobre todo, la mitad del consumo europeo y americano de café y azúcar. Una economía de vital importancia basada en una desigualdad descomunal y un sistema de producción completamente esclavista.

En la última década del siglo XVIII, esta colonia francesa contaba con 570 000 habitantes, el 88% eran esclavos, el 5% negros libres y el 7% restante eran colonos blancos que, sin embargo, disfrutaban del 70% de la riqueza y ostentaban el poder en el territorio con una mayor soberanía incluso sobre los negros libres, peyorativamente llamados affranchis, ninguneados por su color de piel. En el caso de los esclavos, las condiciones de vida eran tan duras como cabría imaginar. Los que llegaban desde África hasta Saint-Domingue veían rebajada su esperanza de vida a los diez años, pues en ese tiempo lo normal era morir de agotamiento por un trabajo forzado en las plantaciones, sin apenas descansos y castigos brutales.

En 1789 inició la Revolución francesa, un terremoto ideológico que sacudió la política, la economía y la sociedad de muchos territorios en el mundo, sobre todo, aquellos que estaban en la órbita francesa. En Saint-Domingue se subieron al carro revolucionario. Los colonos blancos reclamaron más autonomía en la colonia y los negros libres querían igualdad política y capacidad de poder frente a los blancos. Libertos y mestizos lanzaron una proclama contra el racismo:

“Situados en la tierra como vosotros, siendo todos hijos del mismo padre, creados con la misma apariencia, somos vuestros iguales en derecho natural y si la naturaleza se complace en diversificar los colores de la especie humana, no constituye un crimen ser negro, ni una ventaja ser blanco”.

Toussaint Louverture y la lucha por la libertad

Sin embargo, la mayoría de los habitantes de la colonia solo querían una cosa: libertad. De este modo, las peticiones de la minoría en el poder quedaron en un segundo plano al estallar una sublevación en el norte de la colonia. Desde las plantaciones de azúcar más grandes de Saint-Domingue se organizó un ejército de esclavos al mando de líderes como George Biassou, Jean-François y, sobre todo, François Dominique Toussaint Louverture que, tras algunas victorias contra los franceses se ganó el reconocimiento de los rebeldes y la fama entre todos los esclavos.

Toussaint Louverture nació en Saint-Domingue entre 1739 y 1746, un abanico cronológico propio de los esclavos de cuyos datos solo importaba lo que eran capaces de producir. Era hijo de un cacique tribal que fue traído desde África a la colonia caribeña por los franceses. Toussaint fue escalando en la organización de la hacienda en la que empezó trabajando como esclavo hasta llegar a ser el cochero del capataz y luego encargado del ganado. Llegó a ganarse la libertad, pero nunca dejó de sentirse parte de esa mayoría esclava en la que nació. Pertrechados con armas entregadas por los españoles para menoscabar la economía de sus enemigos franceses, Toussaint y los esclavos iniciaron en 1791 la Revolución haitiana con un objetivo claro:

“Supimos cómo enfrentar el peligro para ganar nuestra libertad, sabremos cómo enfrentar a la muerte para mantenerla”.

Retrato de Toussaint Louverture. Wikimedia.

De la abolición de la esclavitud a la independencia de Haití

Los resultados no tardaron en llegar. Una mayoría aplastante de esclavos se impuso al intento de represión por parte de los colonos blancos. Dado los problemas ocasionados por la rebelión, Francia declaro en 1794 la abolición de la esclavitud en sus colonias. Fue la primera vez que un gobierno europeo prohibió la esclavitud colonial. Los colonos blancos de Saint-Domingue no quisieron aceptar las nuevas condiciones y se prepararon para someter a los esclavos con ayuda de soldados ingleses y españoles. Toussaint salió victorioso y en 1801 promulgó una Constitución por la que se proclamaba gobernador perpetuo. Napoleón, líder absoluto de Francia por entonces, no consintió que Toussaint se pasara de la raya. Envió una expedición militar al Caribe que sofocó la resistencia de Saint-Domingue en pocos meses y Toussaint fue arrestado, deportado y encarcelado en Francia, donde murió al poco tiempo.

El arresto de Toussaint y el restablecimiento de la esclavitud en una isla del Caribe por parte de los franceses despertó un nuevo alzamiento en Saint-Domingue. El ejército francés contestó con una dura represión, dando inicio a una guerra de exterminio contra la población negra. Sin embargo, los esclavos se organizaron con Jean-Jacques Dessalines como líder y fueron capaces de derrotar a los franceses, con una victoria decisiva en la batalla de Vertières en 1803.

El 1 de enero de 1804, Dessalines proclamó la independencia de la colonia y recuperaron el nombre que los indios caribes tenían para la isla antes de la llegada de los españoles: Haití.

Desgraciadamente, la historia de Haití no ha supuesto una mejora de las condiciones pretendidas con la independencia. Una sucesión de líderes autoritarios, golpes de Estado y crisis económica hacen de Haití el país más pobre de América. Según apunta el economista francés Thomas Piketty:

“El caso de Haití es emblemático, no sólo porque se trata de la primera abolición de la esclavitud en la era moderna, tras una victoriosa revuelta de esclavos, y la primera independencia obtenida de una potencia europea por parte de una población negra, sino también porque este episodio derivó en una gigantesca deuda pública que contribuyó a lastrar el desarrollo de Haití en los dos siglos siguientes”.

Referencias:

  • Aristide, J. B. 2013. Toussaint L’ouverture. La revolución haitiana. Akal.
  • James, C. L. R. 2022. Los jacobinos negros: Toussaint L’Ouverture y la Revolución de Haití. Katakrak.
  • Lucena, M. 2007. Breve historia de Latinoamérica: De la independencia de Haití (1804) a los caminos de la socialdemocracia. Cátedra.

Fuente de TenemosNoticias.com: www.muyinteresante.es

Publicado el: 2023-06-26 11:00:00
En la sección: Muy Interesante

Publicado en Humor y Curiosidades