San Valentín: maratónica operación para llevar 14.000 toneladas de flores a EE.UU – Medellín – Colombia

Cada 14 de febrero se ven en las calles de Estados Unidos a cientos de personas caminando con flores de todos los colores para sorprender a sus enamorados; la fecha de San Valentín celebra el amor y las flores colombianas son las protagonistas que unen corazones.

Hacer posible que estas bellezas colombianas inunden el país norteamericano, implican tres semanas donde trabajan 24 horas los siete días a la semana para poder llevar estos tallos desde la sabana de Bogotá y el oriente antioqueño hasta Miami.

¿Se le ha muerto una flor en menos de cinco días? Ahora imagínese lo que significa tener que transportarla más de 2.428 kilómetros y garantizar que pueda llegar en el mismo estado en el que salió desde la bodega y que además, duré otros cinco días en la casa del comprador.

Esta es una labor maratónica, titánica, y que requiere de precisión y calidad.

Son más de 200.000 empleos que se generan a raíz de esta temporada que aunque no se celebre en Colombia, sí representa el 60 por ciento de la rentabilidad de empresas como Elite Flower, una de las exportadoras de flores más grande, ubicada entre Cundinamarca y Antioquia.

Estas últimas semanas fueron particularmente buenas pero exigió aumentar la mano de obra y las frecuencias aéreas para transportar más de 14.000 toneladas de flores a Estados Unidos.​​

La aerolínea Latam ha llevado en los últimos 20 días, esas 14.000 toneladas que representan el 41 por ciento de la totalidad de las flores que llegan a Miami (Estados Unidos), incluso, tuvieron que aumentar en 93% la cantidad de frecuencias ofrecidas en esta ruta para San Valentín, con un total de 215 vuelos, comparado con los 183 realizados en 2023 para la misma temporada entre Bogotá y Miami y entre Medellín y Miami.

Cada tonelada de flores equivale a 23.000 tallos, por lo que las flores transportadas por Latam en esta temporada son casi la misma cantidad que la población de Estados Unidos que llega a los 330 millones de personas.

La ruta de la flor

Regalar una flor representa un sentimiento y aún más cuando de San Valentín se trata, pero para que eso sea posible, la magia comienza en una finca ubicada a 40 minutos de Bogotá, allí, 23.000 empleados trabajan en tres turnos diarios para cortar, limpiar, arreglar y empacar las flores en las cajas donde serán transportadas.

Elite Flowers tiene más de 1.200 hectáreas de siembra de flores, de todo tipo, pero las rosas son las favoritas de los clientes en Estados Unidos para la fecha.

El tratamiento de las flores es particularmente delicado. Deben llegar a Estados Unidos con la misma calidad con la que se corta, por eso, cada minuto cuenta y los fuertes calores por los que atravesaron las ciudades colombianas en el mes de enero llegaron a poner en jaque la operación, sin embargo, lograron cumplir con todos los pedidos.

Las flores llegan directamente desde los cultivos a los cuartos de bouquets, de rosas y de armado que tienen en Elite, allí hay un ejército de colaboradores esperándolas para convertirlas en hermosos arreglos y empacarlas.

En el cuarto de rosas, una fría e inmensa bodega donde en altavoces suena un vallenato de Pipe Pelaez, decenas de mujeres y hombres, muchos de ellos provenientes de zonas donde el conflicto no da tregua, comienzan a quitarles las hojas a los tallos de las rosas y las ubican en una gigantesca máquina que va dando vueltas por todo el centro de la bodega, esta máquina las clasifica por tamaño y por apertura y cada rosa va cayendo en unas largas filas de tubos metálicos desde donde son tomadas por un operario para ubicarlas en los ramos correspondientes según su tamaño y apertura.

Cuando ya se tienen listos los ramos, se empacan milimétricamente en las cajas donde van a ser transportadas, pasan a un cuarto frío que por lo general está a unos dos grados centígrados, y en menos de 24 horas ya están montándose en un camión rumbo al aeropuerto de carga de El Dorado en Bogotá.

Allí son recibidas por el personal de Latam Cargo y comienza de nuevo un trabajo contrarreloj.

En los coolers (cuartos fríos de almacenamiento) que tienen en esta zona del aeropuerto, los operarios -que para la temporada deben aumentarse a más de 200- comienzan a bajar el arribo de los camiones de Elite con las flores que traen desde Facatativa.

En las entradas de los coolers de Latam, hay rayos X con los que inspeccionan minuciosamente caja por caja para verificar su contenido por seguridad y exigencia aeroportuaria, las cajas comienzan a ser ubicadas en un espacio de los 2.200 metros cuadrados del cooler 4 donde será el montaje de la bandeja que cargará las rosas de Elite y donde caben cinco cargas de un avión.

Rápidamente, una decena de hombres comienzan a elaborar lo que pareciera una torre de cajas con una forma particular, es la forma del contorno del fuselaje de un Boeing 767F que llevará 52 toneladas de flores a Miami.

Al menos cinco bandejas con estas cajas que son recubiertas con unas mallas gruesas que no las dejan salirse de su lugar, son armadas en este lugar. El piso del cooler tiene pequeñas rueditas donde las bandejas son fácilmente transportadas hasta una salida que da justo con la pista donde está aparcado el avión.

Con una gran grúa son elevadas hasta la cabina de este Boeing 767F que en cambio de sillas, tiene todo el espacio para que sus principales pasajeras sean las flores colombianas que tienen como destino: enamorar en San Valentín.

Las bandejas comienzan a ser ubicadas en el fuselaje del avión, poco a poco se va llenando y la carga está lista para ser transportada. Son treinta minutos lo que tienen estos operarios de Latam para cargar el avión y cuando el avión llega con carga, tienen solo 20 minutos para bajarla porque el tiempo en tierra de la aeronave no puede superar los 50 minutos.

“Nuestro principal objetivo es que esa flor llegue en el menor tiempo posible a los distintos hogares en Estados Unidos por lo que todos nuestros procesos productivos están enfocados en ser lo más rápidos posibles manteniendo la calidad de esa flor para que llegando a Estados Unidos se distribuya lo más rápido posible”, explica Claudio Torres, vicepresidente Comercial Internacional de Sudamérica en LATAM Cargo.El avión está listo, el vuelo puede salir a su destino: Miami.

Cuando llega a Miami, comienza de nuevo la cuenta regresiva, esta vez, el reto es mayor, las temperaturas de la ciudad son mucho más altas que Bogotá y el producto debe llegar a los coolers más rápido, eso sin contar que allí no solo llegan vuelos de Colombia, también desde Ecuador con este mismo producto.

Allí, Latam tiene la bodega más grande de todo el aeropuerto, 31.000 metros cuadrados son alistados para recibir, en su mayoría, flores durante toda la temporada de San Valentín.

Llega un avión y comienza toda la operación de descarga de la ruta de la flor. Una gran grúa se encarga de bajar las bandejas que fueron montadas en Bogotá, y comienza a llevarlas a las bodegas de cuarto frío. Allí, las temperaturas son mucho más bajas, los operarios tienen abultadas chaquetas, pasamontañas y hasta guantes para poder soportarlas.

Hay una zona de inspección donde autoridades norteamericanas abren cajas al azar para verificar su contenido.

Luego son ubicadas en unos gigantescos estantes a la espera de que lleguen los camiones que se las van a llevar a distribución.

Las caras del deber cumplido de estos operarios se notan cuando llegan los camiones de los propietarios de las flores para llevarlos a distribución, lo lograron, las pusieron en suelo norteamericano con la misma calidad con la que se las entregaron. La labor no es fácil, es un reto pero cumplieron.

El camión de Elite Flowers en Miami está listo, comienza a cargar sus cajas para posteriormente llevarlas a sus bodegas y comenzar la distribución a los más reconocidos supermercados como Walmart, Costco y Publix; e incluso algunas van para Los Ángeles.

Un bouquet de flores colombianas en un supermercado de Estados Unidos puede costar entre 49 dólares y 150 dólares, pero si lo que prefieren los compradores es uno más elaborado, estos también son armados en las bodegas de Elite Flowers en Estados Unidos, donde tienen un proceso similar al que Facatativa pero más pequeño y convierten los tallos en hermosos arreglos con jarrones de vidrio.

“Las flores colombianas son las más apetecidas acá, es lo que la gente pide, la calidad, los colores, el detalle con el que realizan los arreglos, todo eso lo valoran y si dice producto hecho en Colombia vale más”, relata una de las vendedoras de una de estas tiendas.

Colombia es un referente de exportación de flores en el mundo, según cifras de Asocolflores, la actividad de los floricultores superó los 2.000 millones de dólares en despachos en 12 meses, alcanzando los 2.063 millones de dólares en ventas representadas en más de 300.000 toneladas.

MARÍA ALEJANDRA RODRÍGUEZ CASTELLANOS 
SUBEDITORA EL TIEMPO 
Enviada a Miami con invitación de Latam