Al menos tres muertos y cuatro heridos en un atentado de Estado Islámico en el oeste de Kabul | elperiodico.com

Al menos tres personas han muerto y otras cuatro han resultado heridas tras la explosión de una mina colocada por el grupo yihadista Estado Islámico en el oeste de la capital de Afganistán, Kabul, según han confirmado las autoridades instauradas por los talibán tras hacerse con el control del país en agosto de 2021.

El portavoz de la Policía de Kabul, Jalid Zadran, ha indicado que el ataque ha tenido lugar sobre las 15.50 horas (hora local) de este martes en el barrio de Alojil, en el distrito 16 de la ciudad, según ha indicado a través de su perfil en la red social X, anteriormente conocida como Twitter.

Zadran ha agregado que las fuerzas de seguridad se han desplazado al lugar del suceso y han detenido a una persona sospechosa durante la investigación, tras lo que Estado Islámico ha reclamado la autoría del atentado a través de un comunicado publicado en sus canales de propaganda.

Así, el grupo ha indicado que «alrededor de diez trabajadores de la prisión de Pul-e-Charki han muerto o resultado heridos» en el ataque y han resaltado que el objetivo del mismo ha sido «un vehículo que trasladaba a empleados» de esta cárcel, una de las más grandes del país centroasiático.

Esta explosión tiene lugar apenas tres días después de que Estado Islámico matara a cinco personas e hiriera a unas 15 en la explosión de una bomba de un autobús en un barrio de mayoría chií Dasht-e-Barchi de Kabul, reclamado igualmente por el grupo yihadista. Entonces la misión de la ONU en Afganistán (UNAMA) pidió el «fin de los ataques selectivos contra civiles» y una mayor protección para la comunidad hazara en el país.

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Los talibán afirmaron la semana pasada que «todos los centros» usados por Estado Islámico «han sido eliminados» en el marco de sus operaciones de seguridad en Afganistán y recalcaron que el grupo yihadista cuenta en estos momentos con «entre 70 y 80» miembros en el país centroasiático.

Estado Islámico Provincia de Jorasán (ISKP), la rama del grupo yihadista en Afganistán, considera a los talibán unos traidores a la ortodoxia de la ‘sharia’ o ley islámica, y defiende una interpretación mucho más dura, motivo por el que ha sido objetivo de una campaña de seguridad por parte de los talibán.