Finalmente, el disidente ruso Aleksei Navalni, uno de los enemigos políticos de Vladímir Putin, podrá descansar en paz en Moscú, rodeado de sus allegados el próximo viernes 1 de marzo. Según anunció en redes sociales la portavoz del equipo del mismo opositor, Kira Yarmysh, el último adiós será en el distrito de Marino, donde vivió con su familia antes de su envenenamiento en 2020. Tras la ceremonia, el cuerpo será enterrado en el cementerio Borisovkoye de la misma capital rusa.
Navalni murió el pasado 16 de febrero en la colonia de régimen especial de Jarp, en el Ártico ruso. Tanto su equipo como su esposa Yulia Navalnaya han acusado al Gobierno ruso y a Putin de estar detrás de su muerte, algo que el Kremlin ha negado. Después del fallecimiento hubo un tira y afloja entre la familia y las autoridades rusas, debido a la presión de estas últimas. La madre del opositor denunció que le propusieron una ceremonia secreta, para que no se convertiera en epicentro del descontento, o se le enterraría en el terreno de la cárcel donde halló su muerte.
Camino por el desierto
El poder ruso al final dio su brazo a torcer y cedió los restos mortales de Navalni a su familia el pasado sábado 24 de febrero. Los más próximos al disidente aseguran que les costó poder encontrar una funeraria que les ofreciera sus servicios. Según la portavoz de Navalni, muchas empresas rechazaban el encargo cuando escuchaban el apellido, incluso una de ellas les confirmó que tenían vetado trabajar con la familia del disidente.
Antes de poder darle un último adiós, los allegados sufrieron un período de incertidumbre durante el cuál no sabían cuando podrían recibir los restos del disidente. A los pocos días del suceso, las autoridades dijeron que tendrían el cadáver dos semanas después de su fallecimiento, aunque finalmente la familia pudo acceder al cuerpo y firmar su certificado de defunción a la semana de su muerte.
Fuente de TenemosNoticias.com: www.elperiodico.com
Publicado el: 2024-02-28 06:25:43
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