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La «corrosión» ultraderechista se extiende a los votantes de centro de Alemania | elperiodico.com

La "corrosión" ultraderechista se extiende a los votantes de centro de Alemania

Las actitudes y posicionamientos hasta hace poco identificables como solo propias de la ultraderecha han empezado a extenderse aceleradamente hacia los votantes alemanes de partidos de centro, entre quienes se observa una creciente «normalización» de parámetros, comportamientos y lenguaje que se creyeron exclusivos del radicalismo. «Hasta hace unos años había un claro consenso sobre lo que eran o no conductas ultraderechistas. De pronto observamos cómo cada vez más ciudadanos que se idenfican a sí mismos como centristas consideran ‘normal’ defender posturas atribuibles el radicalismo derechista», explica a EL PERIÓDICO Beate Küpper, investigadora de la Universidad de Bielefeld (oeste de Alemania) y coautora junto a su colega Andreas Zick del estudio ‘Die distanzierte Mitte’ -o ‘El centro desplazado’-. En su última edición, presentada esta semana en la Fundación Friedrich Ebert (FES), afín al Partido Socialdemócrata (SPD) del canciller Olaf Scholz, el equipo de Zick y Küpper constata lo que esta investigadora califica de «dramático ascenso» de posicionamientos radicales en el centro de la sociedad alemana.

Uno de cada 12 habitantes del país comparte ahora con otros conciudadanos identificables como claramente ultraderechistas posicionamientos propios del llamado darwinismo social, como que hay «vidas valiosas y otras no valiosas» o defienden que Alemania precisaría en estos momentos de «un único partido fuerte«. El porcentaje de quienes se orientan hacia posiciones claramente ultraderechistas está en un 8%, según ese estudio.

El equipo de Zick y Küpper observa una «acelerada corrosión» procedente de los extremos hacia el centro que «pone en peligro» la democracia alemana, considera la investigadora. Es asimismo destacable que algunos de estos parámetros o actitudes son compartidos también por la izquierda radical. Pero para el equipo es mucho más «dramático» constatar esa extensión hacia el centro de la sociedad.

Aceleración del proceso

Su estudio, patrocinado por dicha fundación, incluye una comparativa con los realizados anteriormente por el mismo equipo, en la que se observa la aceleración de ese proceso. Si ahora son una entre cada 12 personas las que comparten este tipo de posiciones con la ultraderecha, en los anteriores, publicados en 2014 y 2021, el porcentaje era del 2% y el 3%, respectivamente.

Su análisis está basado en encuestas realizadas entre 2.027 personas de entre 18 y 94 años, la mitad de las cuales en entrevistas por teléfono fijo y el resto a través del móvil. «Solo así podemos aspirar a resultados fiables, ya que limitarse al fijo no puede considerarse ya representativo en la sociedad actual, especialmente entre la franja de población más joven», según Küpper. La franja de edad más «susceptible» de incurrir en este tipo de normalización es la de los jóvenes, mientras que a partir de los 65 años hay una más clara diferenciación entre centristas y ultraderechistas.

Entre los posicionamientos identificables como ultraderechistas pero ya extendidos al centro de la sociedad se encuentran cuestiones como la consideración de la dictadura «con un partido y un líder fuertes» como un modelo político «legítimo» -lo que propugna un 6% de los encuestados- o el hecho de que un 16% se reconoce «sentimientos negativos» hacia los extranjeros. Hasta un 34% sostiene que los refugiados y peticionarios de asilo aspiran a ser acogidos por Alemania «estrictamente para beneficiarse de su Estado social». Se observa asimismo una caída de la confianza en las instituciones y organismos democráticos, que se sitúa por debajo del 60%, así como la extensión de posicionamientos calificables de conspiranoicos, con un 38%.

Covid y guerra de Ucrania

«Cada crisis reciente ha generado una extensión de este desplazamiento de posiciones propias del radicalismo hacia el centro de la sociedad», afirma Küpper. La pandemia del coronavirus generó un movimiento antivacunas que la ultraderecha capitalizó hacia su terreno. La guerra en Ucrania y la inflación ha hecho prosperar la creencia de que Rusia ha actuado «en respuesta a las amenazas procedentes de Occidente».

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Son muchos los factores que propician esa extensión. «Desde la inseguridad que generan procesos globales considerados incontrolables y amenazantes, como el cambio climático, a los sentimientos de soledad asimismo crecientes que se producen en nuestras sociedades», apuntó por su parte Zick, en la presentación de su estudio.

«Estamos ante una llamada de alerta a la que los partidos debemos responder sin hacerle el juego a la ultraderecha», afirmó por su parte Martin Schulz, presidente de la FES, expresidente del Parlamento Europeo y candidato del Partido Socialdemócrata (SPD) en las elecciones generales alemanas de 2017. El centro político no puede caer en una «decantación hacia el radicalismo» en su intento por recuperar el electorado que se les escapa en dirección a los extremismos, añadió Schulz, desde el foro público de la FES que siguió a la presentación del informe. La única formación ultraderechista con escaños en el Bundestag (Parlamento federal), Alternativa para Alemania (AfD), ocupa ahora la segunda posición en intención de voto a escala nacional, solo superada por el igualmente opositor bloque conservador. «Los socialdemócratas plantamos cara al radicalismo, en lugar de tratar de compartir planteamientos con ellos», zanjó Schulz.

Fuente de TenemosNoticias.com: www.elperiodico.com

Publicado el: 2023-09-23 09:00:32
En la sección: El Periódico – internacional

Publicado en Internacionales