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La violencia de Israel ahonda la crisis de legitimidad de la Autoridad Palestina | elperiodico.com

La violencia de Israel ahonda la crisis de legitimidad de la Autoridad Palestina

Entre todo el desgarro, queda lugar para la rabia. Y, en el funeral de algunos de los 12 palestinos asesinados en la más reciente y mortal redada israelí en el campo de Yenín, esa rabia se tradujo en gritos. “¡Fuera!”, “¡Qué vergüenza!” fueron los únicos bramidos que algunos de los asistentes pudieron clamar cuando vieron llegar a los funcionarios palestinos. Allí, como en el resto de los territorios palestinos ocupados, son vistos como unos cómplices de los crímenes de Israel. Consideran que la ya terriblemente impopular Autoridad Palestina (AP) tiene su parte de culpa en la letal ofensiva israelí que ha arrebatado más de 150 vidas en lo que va de año entre la sociedad palestina.

“La reciente ola de protestas contra la AP arroja luz sobre el nivel creciente de insatisfacción pública, que se suma al descontento y el resentimiento ya latentes contra ella y su liderazgo”, cuenta Tariq Dana, analista político de la red palestina Al-Shabaka. El estancamiento político en el que viven sumidos los palestinos desde hace más de tres lustros se suma al sentimiento de traición por parte de sus líderes, de olvido por las potencias mundiales y de desprotección generalizada por sus instituciones. “La ira y el resentimiento profundamente arraigados que albergan los palestinos hacia la AP provienen de su colaboración de seguridad con Israel y la corrupción desenfrenada dentro de su sistema”, denuncia Dana a EL PERIÓDICO.

Incursiones y asentamientos

Mientras el Ejército israelí aumenta sus operaciones contra los palestinos en el territorio controlado, en parte, por las autoridades palestinas, la volatilidad ha puesto al descubierto la debilidad de la AP. Bajo su frágil mandato, han surgido nuevos grupos militantes que empuñan las armas y se erigen como los únicos verdaderos defensores del pueblo palestino, atrayendo a miles de jóvenes a sus filas. A su vez, la expansión de los asentamientos ilegales avanza sin piedad en la Cisjordania ocupada, junto a la violencia de sus habitantes contra la población local. “Se enfrenta a crecientes críticas de los palestinos, quienes la perciben como una institución fallida que no defiende sus aspiraciones nacionales ni aborda sus necesidades socioeconómicas”, apunta Dana. 

“Gran parte de la sociedad palestina considera que la AP no ha encarnado adecuadamente sus demandas y aspiraciones colectivas, lo que ha disminuido su fe en ella como entidad representativa”, añade el también profesor. Consciente de este panorama, el presidente de la AP, Mahmud Abás, ha decidido hacer su primera visita a Yenín desde el 2012. “Icono de la lucha y la firmeza”, la ha llamado este miércoles. El impopular representante, de 87 años, se ha acercado al campo de refugiados de la ciudad norteña palestina, donde se concentra uno de los principales bastiones de la resistencia. “El campamento se mantuvo firme frente a la agresión e hizo sacrificios por el bien de la patria”, ha celebrado tras colocar una ofrenda floral junto a las tumbas de los palestinos asesinados. 

Nuevos grupos armados

La última vez que Abás puso un pie en ese campo fue durante la campaña presidencial en el 2004. Desde entonces, los territorios palestinos no han vuelto a ser escenario de elecciones. Ante esta falta de representatividad, la sociedad busca amparo en los nuevos grupos armados. “Simbolizan la resistencia para muchos palestinos y han demostrado ser influyentes para obtener el respaldo popular”, analiza Dana. “Pese los muchos impedimentos impuestos hoy al movimiento nacional palestino, incluidos los de la propia AP, algunos ven a estos jóvenes grupos armados como la continuación de la lucha histórica por la autodeterminación y la independencia palestinas, se perciben como la encarnación de la resiliencia y la resistencia en un paisaje marcado por crecientes desafíos”, subraya el analista de Al-Shabaka.

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Por ahora, la inacción de las autoridades palestinas solo ha sido respondida por algunas protestas aisladas y espontáneas por parte de la ciudadanía. Mientras los nuevos grupos armados tratan de defender la tierra, las fuerzas de seguridad palestinas detienen a jóvenes activistas casi a diario, “ilustrando una tendencia creciente de represión”, según Dana. Por eso, cada vez son más los que quieren deshacerse de ella. Un sondeo palestino realizado el mes pasado desveló que la mitad de los encuestados cree que el colapso de la AP beneficiaría a la gente. Alrededor del 80% querían que Abás, elegido para un mandato de cuatro años en el 2005, renunciara. 

“Los recurrentes casos de represión y negligencia socioeconómica, junto con la incapacidad de representar y realizar las aspiraciones nacionales, han llevado a muchos palestinos a ver a la AP como una entidad que ha abandonado su deber para con su pueblo”, denuncia Dana. “A menos que la AP reconozca y rectifique estas deficiencias, es probable que su legitimidad entre los palestinos continúe deteriorándose”, concluye. Esos primeros gritos, nacidos de la más pura rabia, pueden convertirse pronto en un clamor general entre un pueblo tan resiliente como castigado.

Fuente de TenemosNoticias.com: www.elperiodico.com

Publicado el: 2023-07-16 10:00:09
En la sección: El Periódico – internacional

Publicado en Internacionales