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los efectos de la mayor crisis del Kremlin

los efectos de la mayor crisis del Kremlin

-«Comenzamos nuestra marcha en protesta por la injusticia», proclama Evgueni Prigozhin, el líder del grupo paramilitar ruso Wagner, en un vídeo difundido en las redes sociales.

Escena primera. Rostov del Don. Se escuchan vítores y aplausos en sus calles para despedir a Evgueni Prigozhin y sus milicianos después del anuncio de su retirada. El líder de los Wagner se alegra y saluda, con la ventanilla bajada del coche, a todos los presentes, tiene una sonrisa en la cara porque sabe que es un héroe a ojos de alguna parte de la sociedad rusa. Ha trastocado los planes de Putin, su amigo de confianza, pero no le importa, se considera un héroe nacional.

Escena segunda. Moscú. Vladímir Putin sale en un discurso a la nación televisado para tachar de traidor a Prigozhin delante de los rusos: «Todos aquellos que escogieron conscientemente el camino de la traición serán inevitablemente castigados», dice el presidente de Rusia sobre la rebelión de los Wagner.

Esta fecha quedará marcada en los anales de la historia de Rusia, pero sobre todo en el expediente de Putin como presidente del país. Un dirigente que no pasa por alto ni un ápice de lo que ocurre dentro de sus fronteras vio cómo el líder del grupo paramilitar Wagner, Evgueni Prigozhin, puso en jaque su figura y en entredicho la reputación de su ministro de Defensa, Serguéi Shoigú.

En unas horas el poder que ejerce Putin se había trastocado, las televisiones estatales no podían controlar el relato y las redes sociales informaron a los ciudadanos de lo que iba ocurriendo en Rostov del Don, un hecho casi sin precedentes debido al apagón informativo al que está sometido el país. El grupo paramilitar llegó a recorrer hasta 330 kilómetros en dirección a Moscú para rebelarse contra la cúpula militar rusa. Putin movilizó a la Guardia Nacional y a la Unidad Especial de Respuesta Rápida de Rusia (SOBR) para controlar la marcha hacia Moscú.


Mercenarios del grupo Wagner en las calles de Rostov del Don durante la rebelión


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Giro inesperado en el guion

Vladímir Putin fue sorprendido. Un hecho sin precedentes en la historia del putinismo: «No ha habido nunca una crisis de este tipo en el putinismo porque la rebelión se ha producido en el contexto de la guerra en Ucrania», comenta Mira Milosevich-Juaristi, investigadora principal para Rusia, Eurasia y los Balcanes del Real Instituto Elcano. Putin tiene una dilatada carrera política desde 1991, logró estabilizar el país tras el desastre que había dejado la salida al capitalismo, su misión era devolverle a Rusia su lugar de gran potencia. La nostalgia del viejo poder y el ultranacionalismo ha llevado a Putin a declarar la guerra a Ucrania, aunque según sus palabras se trate de una «operación militar especial».

Un giro inesperado en el guion ha hecho tambalear la estrategia del presidente ruso. Una rebelión de uno de los grupos paramilitares ha puesto en entredicho su imagen. «El plan de Prigozhin estaba más avanzando de lo que podríamos imaginar, quería derrocar al ministro de Defensa, Serguéi Shoigú, y lo que está claro es que atacarlo a él significa atacar a Putin porque es uno de los hombres de confianza del presidente desde hace tiempo», explica José María Faraldo, profesor de Historia Contemporánea en la Universidad Complutense de Madrid y especialista en Europa Central y del Este con varios libros publicados sobre Rusia.

La tensión entre la cúpula militar rusa y el grupo paramilitar no es una novedad, pero con la guerra de Ucrania esta se ha incrementado, la culminación de todo esto se produjo cuando le pidieron a Prigozhin que se subordinara al ministro de Defensa, Serguéi Shoigú y al jefe del Estado Mayor, Valeri Guerasimov. Su marcha hacia Moscú era una reivindicación para tener autonomía y más recursos económicos.

¿Está dañada la imagen de Putin?

Una de las diversas preguntas que se plantean a raíz de la rebelión protagonizada por Prigozhin es si la imagen y el poder de Putin está dañado. Putin lanzó un mensaje claro a la sociedad en sus dos discursos televisados: hay traidores y patriotas en esta historia. Y él es el único salvador capaz de asegurar la estabilidad del país.

Putin refleja un síntoma de debilidad al exiliar a Prigozhin: «Un dictador como él que ha estado reprimiendo la más mínima manifestación de expresión contraria no se atreve a liquidar a Prigozhin», cuenta Carmen Claudín, investigadora sénior asociada de CIDOB (Barcelona Centre For International Affairs). Claudín recalca una frase llamativa de Putin que denota un sometimiento de su poder a los planes de Prigozhin cuando dice que los mercenarios de Wagner pueden irse a las filas del Ejército o exiliarse a Bielorrusia «si no han robado mucho».

La manera de gobernar de Putin es fomentar las rivalidades entre diferentes facciones de poder y presentarse como mediador. «El lema ‘divide y vencerás’ se le ha ido de las manos. La imagen de un hombre capaz de garantizar estabilidad para las élites políticas, militares y económicas está dañada», relata Mira Milosevich-Juaristi. La investigadora del Real Insituto Elcano insiste en subrayar que solo sale damnificada la imagen de Putin y el poder que tiene, sin embargo, no, pero a largo plazo dependiendo de cómo lo gestione puede estarlo: «En este momento sigue teniendo poder real, vemos que una de las primeras medias que ha hecho es designar a la Guardia Nacional de Rusia tanques y armamento pesado, quiere hacer contrapeso al Ejército porque no se fía del todo».

La Policía rusa ha estado presionando y haciendo registros en las casas de los familiares de los Wagner. Por su parte, el Kremlin está realizando una supuesta ‘purga’ en sus filas neutralizando a dos generales: Valery Gerasimov, jefe del Estado Mayor, y Sergie Surovikin, subcomandante de las fuerzas rusas en Ucrania. Los dos militares están en paradero desconocido, ya que según apunta la Inteligencia estadounidense estarían implicados en la rebelión de los Wagner.


Una bandera con el logo del grupo Wagner en un mercadillo en la ciudad de Yefremov en la región de Tula


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La investigadora Carmen Claudín dice que la rebelión afecta «inmediatamente» al poder y la imagen de Putin. Aunque la figura del presidente de Rusia ya venía desgastandose desde hace un tiempo, una muestra de ello es la ausencia de Rusia en la cumbre entre China y los cinco países centro asiáticos que habían sido repúblicas de la URSS.

«Si no hubiera desencadenado la guerra de Ucrania no se estaría planteando la situación en la que nos encontramos ahora. Los Wagner estarían haciendo sus barbaridades en Oriente Medio, en África…, estaría alimentándose tranquilamente la fábrica de ‘trolls’ que tenía el grupo paramilitar. Es evidente que sin la guerra el imperio de Prigozhin habría seguido existiendo y no habría ningún daño para el estatus de Putin con el aislamiento que está sufriendo por parte de las grandes potencias de Occidente y sus aliados», concluye Claudín.

La imagen más llamativa de la rebelión es que el asunto no pasó a mayores porque no se produjo ningún derramamiento de sangre. Mira Milosevich-Juaristi replica que el objetivo de Putin era sacar a la luz un supuesto traidor para señalar lo que le ocurre a traidores: exilio y castigo.

Pese a todo lo ocurrido los objetivos de Putin en la guerra de Ucrania siguen intactos. El presidente ruso tiene tres objetivos marcados, como en todo conflicto bélico: político, militar, y táctico. En el político, que es convertir a Ucrania en un estado fallido y derrocar al Gobierno de Zelenski, ha fracasado porque lo que iba a ser una cuestión de días o semanas ha resultado alargarse en el tiempo debido a los problemas en el Ejército ruso y el apoyo militar que está recibiendo Kiev. En lo estratégico, defender los territorios anexionados de Donetsk, Lugansk, Zaporiyia y Jersón, de momento parece surtir efecto. En lo táctico, nada ha cambiado, estar en modo defensivo ante la contraofensiva de Ucrania.

El putinismo… ¿continuará?

El putinismo, un régimen autocrático que refleja el papel personal de Vladímir Putin desde su llegada al poder en el año 2000, está intacto de momento pese a haber sufrido una crisis interna sin precedentes. Los rusos ya no pueden ignorar la guerra, por un momento lo que pasaba en Ucrania se había trasladado a Rusia

«Está claro que la sociedad ya no se fía de los medios oficiales», refiere José María Faraldo. El putinismo se ha visto trastocado, pero no peligra: «Ha sido un golpe duro para Putin, pero no para el putinismo», expresa Faraldo.


Combatientes del grupo Wagner salen del cuartel general en Rostov del Don


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El poder que tiene el presidente de Rusia es sólido, los hechos lo demuestran, quizá no tanto como le gustaría, pero sí más consolidado de lo que Occidente cree pese a la guerra de Ucrania. «La historia rusa ha demostrado que los zares y los soviéticos pensaban que su poder estaba intacto, pero aún así se han ido desencadenando revoluciones, justifica Mira Milosevich-Juaristi.

«¿Es el principio del fin del putinismo?», se pregunta Carmen Claudín. La investigadora del CIDOB argumenta que la rebelión de Prigozhin marca el inicio de una dinámica que va a desembocar en algún final de Putin, aunque es difícil saber los tiempos del proceso. «La respuesta es muy especulativa», recalca la investigadora sénior asociada del CIDOB. El futuro de Putin sigue siendo una incógnita sin resolver.

Fuente de TenemosNoticias.com: www.abc.es

Publicado el: 2023-07-01 08:14:48
En la sección: Internacional

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