Menú Cerrar

Padre Manuel Teixeira: Venezuela necesita un pacto de mínimos

Padre Manuel Teixeira: Venezuela necesita un pacto de mínimos

El respeto y una base común de oportunidades son dos puntos que podrían formar parte de ese acuerdo, indica el rector del ITER

La soluciones para la crisis nacional no parecen hallarse en el cielo, sino en el suelo que pisamos; y, posiblemente, en algunas ideas que parecen de perogrullo. «No creo que de la crisis se pueda salir sin el partido de gobierno y tampoco creo que se pueda salir sin la oposición», afirma el padre Manuel Teixeira, director del Instituto de Teología para Religiosos (ITER). «Si nos diéramos cuenta de que necesitamos el uno del otro porque los dos representan a parte del país, sería genial. Pero si una parte del país no quiere escuchar a la otra parte, ese es el tema. Son cuestiones de poder».

El país necesita, a su juicio, de un pacto de mínimos. «Un mínimo sería el respeto. Una de las cosas que tendría es cómo atender y darles, a los que tienen menos oportunidades, el mínimo de oportunidades». Que los hospitales «puedan tener un mínimo de dotación para que la gente pueda ser atendida», resume en conversación con contrapunto.com.

Teixeira lideró la semana teológica del ITER, realizada esta semana en la UCAB, en la que se habló sobre la encíclica papal Laudato SI y su impacto para Venezuela. Sensible con el ambiente, no deja de asociar los retos con la política y los políticos.

«Si se me rompe un tubo en la casa, está humedeciendo la pared y corro el riesgo de que se caiga la pared por esa humedad, evidentemente que una de las cosas que quiero es resolver el problema de la pared. Pero si por la urgencia de resolver el problema de la pared los tomacorrientes corren el riesgo de un cortocircuito, y no le presto atención a eso y se deteriora más, hago un caldo de cultivo entre lo urgente y lo no tan urgente. Entonces lo que iba a ser algo chiquito termina siendo un incendio de la casa», razona.

Los políticos «deben ocuparse de lo urgente, dar soluciones lo urgente, pero tienen que ser soluciones sinceras, no soluciones como ‘voy a resolver este problema’, o ‘voy a hacer un mitin y voy a llenar esto de mucha gente’ o ‘voy a dar un regalo a la gente para que vote por mí’. Ese es el momento, el instante, la fiesta, me traigo el mejor cantante, lleno una plaza o una calle, pero eso no me parece una cuestión política. Me gustaría que además de ocuparnos de cosas como vialidad y educación también nos ocupáramos de cosas que no parecen urgentes, y de las que la gente a lo mejor no tiene conocimiento».

Se refiere a la ecología, «un tema que a lo mejor no nos parece urgente porque no nos afecta directamente, pero me parece que un político debe hacer que la gente sea consciente de que esa es una realidad que hay que cuidar, y que ellos también, aunque no sea tan popular en el discurso, tienen una responsabilidad en eso».

También alude a los indígenas, asunto sobre el cual la gente puede pensar que no es urgente o que «está muy lejos», pero los candidatos «al menos deben hacer que la gente tome conciencia de que hay personas que son indígenas que viven en situaciones concretas y que está en peligro su forma de vida y su cultura, y todos debemos hacernos cargo».

Para Teixeira, «si un político logra que todos los venezolanos tomen conciencia de la realidad compleja de la que formamos parte, me parece que eso es importante, y no tanto el estar haciendo promesas para rescatar lo urgente».

La política, insiste, es «para que lleguemos a vivir bien todos, que para mí no es solo bienestar en el sentido de que gano y económicamente puedo soportar mi vida. Vivir bien es tener buenas relaciones, que podamos comprendernos y respetarnos las opciones de cada uno. Esas cosas me parecen muy sanas y muy buenas, y es tarea de un político».

Pero «no veo que se haga: lamentablemente veo que cada uno está más pendiente de hacer un discurso sobre lo urgente y pendiente de descalificar al otro de la peor manera. El gobierno descalifica a la oposición y la oposición descalifica al gobierno. En definitiva utilizan la misma estrategia con palabras diferentes uno para otro. Uno dice que tiene el poder para cambiar las cosas, y el otro dice ‘si yo tuviera el poder lo haría diferente’. Habría que ver si lo harían diferente o no, pero demuestren que lo harían diferente ocupándose de las cosas y ocuparse de la gente de manera distinta».

Los políticos, opina, «deberían tener un equipo experto que sepa de todo el daño ecológico que le estamos haciendo al sur de Venezuela» y también «acatar recomendaciones para que esas cosas no sigan sucediendo.

Les recomienda leer las encíclicas papales Laudato Si y Fratelli Tutti. «Siempre queremos solucionar las cosas de manera rápida y no crear una cultura. Una vez que solucionas algo debes crear la cultura del cuidado, cómo darle continuidad a todo, que las relaciones sean sanas».

La política es un servicio «que requiere de gente preparada», y por eso «un político que sepa rodearse de la gente adecuada, que tenga la idea de que ‘estoy aquí para un servicio’ y no pensando en conservar el poder o descalificando a los demás, gusta más». No obstante, «lo que veo es que actualmente en el mundo de la política se mueve descalificando al otro, en definitiva, pocas veces veo interés en construir algo que valga la pena para todos».

Gane quien gane «me gustaría que se sentaran una oposición y un gobierno a decir que, independientemente de eso, estos son los mínimos que debe cumplir. Voy a tener gente de los tuyos, por ejemplo». A la gente «no le gusta tanta ideología, ni el poder que se quiera perpetuar o el poder que se pueda ejercer de forma violenta. Quieren que se les respete, que les enseñen, que se les escuche y que sus convicciones se hagan cultura, y eso no se está haciendo. Y no se está haciendo desde hace mucho tiempo».

Fuente de TenemosNoticias.com: contrapunto.com

Publicado el: 2024-03-03 00:21:38
En la sección: Nacional – Contrapunto.com

Publicado en Nacionales

Deja un comentario