Las expectativas de los venezolanos para el 10 de enero, en medio del pulso político entre Nicolás Maduro y Edmundo González Urrutia, son diversas y reflejan la profunda división política del país.
Para los opositores
Por un lado, hay una clara expectativa entre los seguidores de la oposición de que Edmundo González Urrutia asuma la presidencia, basándose en la afirmación de que él ganó las elecciones del 28 de julio de 2024 con un margen significativo, según actas presentadas por su partido.
Esta expectativa se ve reforzada por declaraciones de González Urrutia sobre su intención de regresar a Venezuela para tomar posesión del cargo. Aunque enfrenta el desafío de hacerlo bajo un gobierno que no reconoce su victoria, y unos poderes públicos que en apariencia tampoco parecen favorecerle.
Estos dos últimos elementos de analisis son evidentes para los opositores en general. Pero existen llamados en las redes sociales para que pese a la aparente inviabilidad del plan de Edmundo de asumir la presidencia, de igual forma se le apoye en su esfuerzo, como una muestra de positivismo y unidad ante un escenario sorpresa.
Algunos analistas especulan que no habrá ningún escenario sorpresa, sino una reedición del gobierno paralelo de Juan Guaidó, pero esta vez encabezado por Edmundo y la líder opositora María Corina Machado.
La oposición espera un cambio democrático y el inicio de una transición política, con la esperanza de que González pueda juramentarse y comenzar a revertir las políticas del actual régimen.
Para los oficialistas
Por otro lado, los partidarios de Nicolás Maduro y el gobierno chavista anticipan que Maduro se juramentará nuevamente como presidente, manteniendo así el control del poder.
El oficialismo ha mostrado una fuerte disposición a defender la legitimidad de Maduro, incluso con medidas de seguridad y movilización para asegurar su juramentación. Esta perspectiva se basa en la influencia y control que Maduro tiene sobre las instituciones del Estado, incluyendo el Consejo Nacional Electoral y las Fuerzas Armadas, lo que hace que muchos en el chavismo vean el 10 de enero como la confirmación de otro mandato de Maduro.
Los oficialistas también mantienen cierta incertidumbre ante las posibles acciones de la oposición. Y por ellos han movilizado a sus grupos de choque en las grandes ciudades venezolanos para demostrar fortaleza y disuadir la idea de protestas opositoras.
Para los independientes
Existe también una corriente de opinión que refleja incertidumbre y ansiedad entre muchos venezolanos, independientemente de su alineación política, debido a la posibilidad de un conflicto o incluso un aumento en la represión si la situación no se resuelve pacíficamente. La comunidad internacional, con varios países reconociendo a González como presidente electo, añade una capa de complejidad y expectativa sobre cómo esto podría influir en los acontecimientos del 10 de enero.
En resumen, las expectativas varían desde la esperanza por un cambio democrático liderado por González hasta la consolidación del poder por parte de Maduro, con una atmósfera general de incertidumbre y tensión en el país.
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Fuente de TenemosNoticias.com: puntodecorte.net
Publicado el: 2025-01-04 13:07:00
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