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▷ #OPINIÓN Picapedrero: El «Padrino» (La película y la política) #22Abr

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A propósito de la incertidumbre maníaca de la oposición colaboracionista y sus intereses económicos, y la que interpreta el sentimiento nacional de salir pacíficamente del régimen, hemos leído «50 Leyes del Poder en el Padrino» del chileno Alberto Mayol, inspirado en la exitosa película «El Padrino, I,II y III» de la novela de Mario Puzo, que nos remite a la década de los años treinta y cuarenta en los Estados Unidos a manos de las mafias siciliana, mejor definidas como «Delincuencia Organizada» Vito Corleoni es su principal capó para quien… «Los intereses son cosa nostra».

A juicio del Mayol «El poder es un sol nocturno. Posee la energía del astro rey y la oscuridad de los noche» y en ese sentido considera que el escritor Mario Puzo reescribe en «El Padrino» la teoría del poder de Maquiavelo, santo de los políticos «dientes rotos» de la Venezuela delincuncial. «La cosa nosotras» son 25 familias «tejido social del crimen organizado» que tienen como divisa: «Eliminar a la élite en el momento más inesperado y tomarse el poder matando a toda competencia» cuyo retrato político son esos partidos clentelares que aparecen justo, cuando los capos exigen para el juego sucio, dejando constancia, que nosotros fuimos formados en un partido, el más grande de todos: Acción Democrática, dividido en tres ocasiones por principios y no, por el asalto de autocracias, al estilo de los guzmanes, en tiempos del liberalismo amarillo durante las últimas décadas del siglo XIX. Creemos en los partidos de cuadros o de masas, a ya sus promotores, pero con el consentimiento de sus bases, porque en ello consiste la democracia.

De las 50 leyes del poder en el Padrino, citaremos solo 5, para que la persona que nos lee, se anime a ver la película y mirar después a su alrededor.

Ley N°4: Las decisiones relevantes sólo se discuten con quienes toman parte en la decisión. ¿Y quienes toman parte en la decisión por ejemplo política? ¿Los militantes del partido? ¡Jamás! peor aún, ni siquiera los propios de la máxima estructura. «Es un cogollito» expresión acuñada por Humberto Celli Gerbasi en Acción Democrática.

Ley N° 12: Desconfia de los mediadores, suelen tener un bando. Esto es de perogrullo. Antes se recurría a las llamadas fuerzas vivas para desintoxicar cualquier decisión de objetivos comunes, hoy desconfían de sus propias sombras.

Ley N° 18: Cualquier característica personal puede ser susceptible de convertirse en un recurso para acumular más poder. Aquí se trata, del vulgar «jala mecate» que se consiguen como arroz y más allá. En una ocasión el honorable senador Gonzalo Barrios, reconocido como el N° 2 de la política venezolana por el historiador Manuel Caballero dijo un día que al morir y efectuar su su autopsia conseguirían en sus testículos las manos de…

Ley N° 24: La permisividad es una fuente de grandes problemas. Como nunca antes en Venezuela, se habían impuesto tantas trabas, para ser autorizado hasta para vender cambures. Mientras más se nieguen la corrupción llegan a los altos niveles para el permiso.

Ley N° 45: Hasta lo ilegítimo debe ser institucional. Las inhabilitaciones políticas por encima de la Constitución, la Ley Contra el Odio y las expulsiones en los partidos ¡Ni hablar del peluquín.

Hasta aquí nos trajo el abreboca teórico de la política venezolana que hace gala en el siglo XXI en respectivas del XIX.

Jorge Ramos Guerra
[email protected]

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Fuente de TenemosNoticias.com: www.elimpulso.com

Publicado el: 2024-04-22 09:47:00
En la sección: ▷ Archivos de Opinion – El Impulso

Publicado en Opinión

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