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Acompañémosla – El Carabobeño

Acompañémosla - El Carabobeño

¡Todo demócrata y opositor al régimen totalitario debería actuar como si el poder fuera a ser entregado mañana!“ Václav Havel

Para los psicólogos sociales, la desesperanza aprendida es una especie de convicción presente en algunas personas, que resulta inútil, o es imposible cambiar la realidad y que independientemente de las acciones que emprenda para cambiarla, las cosas se quedarán como están. “No se puede hacer nada”, “hagas lo que hagas siempre será lo mismo”, “no hay salida.” “Nunca van a entregar el poder”…

Estos pensamientos son propios de la desesperanza aprendida, que sobreviene cuando nos damos cuenta de que nada de lo que hagamos servirá para recuperar lo que perdimos. El síndrome de la desesperanza aprendida es el mecanismo que nos explica la apatía de la gente bajo un régimen totalitario, apareciendo tal sensación cuando, por un motivo u otro, la persona sufre varios fracasos continuos en una lucha, lo que hace que se vaya mermando su energía para volver a intentarlo, lo que podría empujarle al más absoluto estado de indefensión que es aquel que conlleva la renuncia al intento mismo del cambio.

Hoy nos hemos percatado cómo este régimen ha recurrido a su uso como estrategia para generar en la sociedad democrática desmoralización y evitar iniciativas de organización que conduzcan a un anhelado y merecido cambio en nuestro país y enmarcada dentro de la Constitución, como fue el caso de la Primaria, o como lo absurdo e injusto que representa la inhabilitación a María Corina Machado, quien de acuerdo a las encuestadoras más serias, ronda en el 80% de favoritismo para la venidera elección presidencial. De tal manera, muchas de esas acciones conocidas como “Trapos rojos”, son generadas por el régimen para a convencernos de que es imposible el cambio, o de que el cambio acabará en caos que, en fin, de cuentas, no hay salida posible para la actual situación, logrando, de tal manera, que la omnipotencia del Estado se alimente de la impotencia de los ciudadanos. Éste es el perverso objetivo del régimen: conseguir imponer por el miedo lo que sabe a ciencia cierta que jamás podrá lograr por la vía de la convicción y sometiendo sus pretensiones a la libre voluntad de los ciudadanos.

Sin embargo, atrás va quedando ese panorama tan confuso en el cual los árboles no nos permitían ver el bosque. Con aleccionadora sensatez y madurez política, se ha ido dejando a un lado esa maraña comunicacional irrelevante, esa altisonante avalancha de palabras cargadas de improperios y violencia, que ya resultan harto monótonas, que si bien antes solía distraernos, confundirnos y atemorizarnos, hoy nos indican que se aproxima, de manera inexorable, el fin de esta historia. Esa espiral de la “desesperanza aprendida” perdió su efecto resorte, pues parece que el límite a este horizonte de disparatada desventura, ya empieza a divisarse. Ya los tiempos de resignación han quedado atrás, y eso se siente en el ambiente.

Si queremos romper los paradigmas vigentes en nuestro país, tenemos que empezar por cambiar nuestra actitud de una vez por todas y dejar de lado la presunción de imposibilidad ante las realidades que tenemos ante nosotros. En muchas ocasiones, para abrir espacios a la participación hay que empezar por negarse a aceptar lo que moralmente resulta inaceptable.

Pero para ello, resulta verdaderamente inaplazable e impostergable dejar a un lado el temor, la indiferencia, la escasez de ideas y sueños. Ya no debe haber más espacio para la desesperanza. Todo es cuestión de empezar nosotros mismos y en nuestro entorno inmediato. Esa gran mujer está dando lo mejor de sí, cumpliendo a cabalidad y de manera valiente y perseverante con el noble reto que se ha planteado como lo es recuperar nuestra democracia y con ella nuestro país, apostando al mañana y no quedándose en la obsecuencia del pasado; acompañémosla avanzando hacia ese futuro que anhelamos y le debemos a nuestros hijos. Acompañémosla pues aquí cabemos todos, hay espacio para cada quien y cada quien es importante y necesario para rescatar nuestro país, sus instituciones y su futuro.

Manuel Barreto Hernaiz

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Fuente de TenemosNoticias.com: www.el-carabobeno.com

Publicado el: 2024-02-03 00:10:58
En la sección: Destacados articulistas sobre temas de política, Educación, salud, cultura de Valencia, Carabobo y Venezuela

Publicado en Opinión

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