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David Morán Bohórquez: El por qué, si teníamos una petrolera de primer mundo el país se empobrecía


Hay una palabra portuguesa que define lo que percibo de mis conversaciones con ex gerentes de Pdvsa sobre el futuro energético de Venezuela: Saudade, un vocablo portugúes que “que expresa un sentimiento afectivo primario, próximo a la melancolía, estimulado por la distancia temporal o espacial a algo amado y que implica el deseo de resolver esa distancia” (Wikipedia)

– “Es que lo hacíamos bien”, repiten casi todos ellos

Muchos son profesionales de extraordinarias credenciales en sus áreas, quizás de los mejores que conozco, pero que todavía hoy no han podido comprender a cabalidad cuál fue el rol de una empresa estatal, dentro de gobiernos estatistas, y su impacto en la riqueza de los venezolanos.

En 1976 el gobierno de turno estatizó la industria petrolera y gasífera nacional. Ha sido hasta hoy la mayor transferencia de instalaciones y know how petroleros y gasíferos privados extranjeros y nacionales a gobierno alguno. 

Una transferencia libre de deudas, que contenía no sólo la joya de la actividad, una meritocracia formada en décadas de actividad, sino todas las instalaciones. Esos gerentes, imbuídos por el nacionalismo de moda en aquel momento, se propusieron llevar a la estatal a ser una petrolera importantísima en el mundo. 

Y lo lograron por pocos años, 16 para ser exactos, y en un ejercicio de realidad, reconocieron que “solos no podían” y en 1992 se dan los primeros pasos para la “apertura petrolera” al capital privado, bajo ciertas modalidades limitadas.

Dejo entonces la nostalgia, la saudade de mis amigos petroleros, para entrar en la materia de fondo, el empobrecimiento del país

El desembarco de las ideas de Keynes en Venezuela

El estatismo y las ideas de John Maynard Keynes (1833-1946 están relacionados en el contexto de la economía y la política económica. Keynes fue un influyente economista británico que desarrolló sus teorías económicas en respuesta a la Gran Depresión de la década de 1930. Sus ideas se centraron en la intervención del Estado en la economía para estabilizar y combatir el desempleo y la recesión. Keynes abogaba por una mayor intervención del Estado en la economía, especialmente en tiempos de crisis económicas. 

Sostenía que los gobiernos debían tomar medidas activas para estimular la demanda agregada y evitar el desempleo masivo.

“Keynes lo que verdaderamente le preocupaba era qué pasaba en el corto plazo. Por ejemplo, el paro o la crisis presentes en su país. A diferencia de otros economistas, para él, el problema no era la escasez de recursos, sino el paro y la existencia de recursos sobrantes. ¿Por qué sobraban recursos en los momentos de crisis? La razón sería la demanda insuficiente para necesitar emplear todos los recursos disponibles. El paro, la existencia de trabajadores sobrantes, reflejaría una escasez no de recursos, sino de demanda de los productos que se producen con esos recursos. Un factor importante para explicar el paro sería que a los salarios les costase bajar cuando bajan los precios. Si los salarios no bajan y los precios sí, eso supondría que los trabajadores cobrarían más en términos reales, podrían comprar más cosas cobrando la misma cantidad. La solución a la demanda insuficiente sería el empleo de la política económica. Los gobiernos serían los encargados de estimular la demanda. Concretamente, a través de la política fiscal (del empleo del déficit público), de la política monetaria (intentando que bajasen los tipos de interés) y de la política cambiaria (las devaluaciones o depreciaciones de la moneda). Keynes pensaba que los consumidores consumían una proporción de la renta de la que disponían (después de los impuestos). Ya que el gasto financiado con endeudamiento público no reduce la renta de la que disponen los ciudadanos, el déficit público conseguiría incrementar la demanda” (BBVA)

Las ideas de Keynes llegaron al país traducidas por Raúl Prebisch (1901-1986) un influyente economista argentino y una figura destacada en el campo de la economía internacional y el desarrollo económico. Fue conocido principalmente por su teoría de la “dependencia” y su trabajo en la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL)

La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) es una comisión regional de las Naciones Unidas que se dedica a la promoción del desarrollo económico y social en América Latina y el Caribe. Desde su fundación en 1948, la CEPAL ha desempeñado un papel importante en la formulación de políticas económicas en la región.

De las muchas de las políticas recomendadas por la CEPAL, son dos las que destaco que echaron raíces en los gobiernos estatistas de Venezuela:

1- Industrialización por sustitución de importaciones (ISI): la CEPAL fue un defensor clave de la estrategia de ISI. Esta estrategia implicaba fomentar el desarrollo de la industria manufacturera local para reducir la dependencia de las importaciones de productos manufacturados. La CEPAL argumentaba que la ISI ayudaría a diversificar las economías de América Latina y reducir su vulnerabilidad a las fluctuaciones de los precios de las materias primas 

2- Desarrollo económico con equidad: La CEPAL ha enfatizado la importancia de lograr un desarrollo económico que no solo se centre en el crecimiento económico, sino también en la distribución equitativa de los beneficios. Ha abogado por políticas que reduzcan la desigualdad y promuevan la inclusión social, especialmente a través de programas de protección social y políticas laborales.

En resumen, el estatismo keynesiano cepalista trajo a Venezuela la expansión del gasto público, los déficit fiscales, la redistribución de la renta, los subsidios, los controles de precios y lo más importante…

La desaparición del largo plazo

El enfoque keynesiano de corto plazo convirtió al país en una sucesión de crisis de corto plazo, que cada 5 años un nuevo gobierno que combatiría la crisis heredada con una receta invariable: keynesianismo.

La desaparición de la planificación a largo plazo (Long Range Planning) hizo mella en las empresas estatales, en especial en la más importante de ellas, Pdvsa. Cada 5 años tenía un nuevo dueño (el gobierno de turno) con un Long Range Planning máximo de 5 años y con una receta keynesiana en su batería de opciones. Pdvsa dejó de ser una empresa para convertirse en un proveedor de renta fiscal. Un yacimiento petrolífero

Dos segundos mandatos y dos intentos de rectificación económica

Carlos Andrés Pérez (1922-2010) en su segunto mandato (1989-1993) realizó un programa de liberación de la economía venezolana, “El Gran Viraje” y obtuvo en acuerdo de respaldo del Fondo Monetario Internacional FMI por 4.818 millones de dólares, en junio de 1989.

Después de varios años de graves distorsiones que han aumentado los desequilibrios de la economía del país, el FMI dijo sobre el acuerdo “el Gobierno venezolano ha decidido recientemente poner en práctica un programa de ajuste global a medio plazo para restaurar la viabilidad externa y hacer posibles las condiciones para un crecimiento económico sustancial”.

Pérez sufriría en su intento liberalizador dos intentos de militares socialista de golpes de estado y una conjura de políticos opositores que finalmente culminó en sus destitución de la presidencia con aprobación del Congreso Nacional en 1993

Rafael Caldera (1916-2009) en su segundo mandato (1994-1999) también tuvo que realizar un programa de estabilización y ajuste para la economía venezolana “La Agenda Venezuela” para lo cual obtuvo el respaldo del Fondo Monetario Internacional en abril de 1996, apenas cinco años después del apoyo a Pérez, por 1.400 millones de dólares. Luego del aval del FMI, el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) anunciaron respaldo a las reformas estructurales de la Agenda Venezuela con créditos de 900 y mil millones de dólares, respectivamente.

El núcleo de la Agenda Venezuela, la Apertura Petrolera, dió inicio al ciclo de inversiones privadas más grande de la historia del país, que en unos 12 años atrajo más de 30.000 millones de dólares. 

El ciclo terminó en 2008 con la migración obligatoria chavista de los contratos petroleros a empresas mixtas con mayoría accionaria estatal. Eso será objeto de otro análisis.

Hablan los números

Les presento una perspectiva de largo plazo (100 años) sobre la evolución de dos variables fundamentales, la más importante el Producto Interno Bruto per cápita (PIB/hab) un indicador incuestionable de riqueza, y la segunda es la cantidad de barriles producidos en el país.

En cuanto a la cantidad de barriles producidos, dada su objetividad física, no requieren validar su comparabilidad entre sí, a través del tiempo

Sobre el PIB/hab la temporalidad introduce distorsiones que hace a las cifras incomparables entre sí en el tiempo, por lo cual requerimos utilizar métodos estadísticos para despejar su valor comparativo. Es decir, sólo neutralizando los efectos estacionales, irregulares y tendenciales que alteran su valor comparativo en el tiempo, podemos establecer su verdadera tendencia a través del tiempo.

En el caso específico del PIB por habitante histórico por país, expresado en dólares, la distorsión más significativa la introduce la paridad cambiaria, que muchos países han establecido en diferentes épocas. Esto hace necesario referenciar el valor histórico de los precios que componen la cesta básica local de cada país, contra su valor equivalente en dólares en cada año incluido en el análisis.

En consecuencia, la fórmula para implementar la neutralización del PIB por habitante de cualquier país, aceptada mundialmente, es expresar su Paridad de Poder Adquisitivo (PPA) en términos porcentuales contra el valor del PPA estadounidense, cuya moneda cubre más del 60% de las transacciones negociadas diariamente en el mundo y no ha sido sometida a regímenes cambiarios arbitrarios por cientos de años.

 

 

La gráfica elaborada por Oswaldo Lairet (2022) nos muestra en línea roja el PIB/hab de Venezuela como % el PIB/hab de EEUU medido en PPA (eje izquierdo). Éste alcanzó mu máximo valor en el año 1957 y desde entonces ha venido declinando constantemente hasta hoy, con excepción de dos shocks de precios externos, el ocurrido entre 1974 y 1975 producto del embargo petrolero de los países del Medio Oriente a EEUU, el de los años 1979 y 1980 con la llegada de la revolución a Irán y el más reciente, el superciclo de precios de las materias primas ocurrido entre 2003 y 2008 que llevó al precio del Brent de 25 USD/b a 147 USD/b en 2008

En la línea negra se expresa la cantidad anual de barriles producidos en el país (eje derecho). En 1970 se alcanzaría el que es hasta hoy el mayor pico histórico de producción (All Time High) con 1.353 millones de barriles producidos ese año, para luego decaer para alcanzar en 1983 una producción de 657 millones de barriles. A partir de ahí la producción se incrementa para alcanzar un nuevo pico en 1997 con 1.284 millones de barriles. En adelante caería hasta el año 1997 con 755 millones de barriles producidos y a partir de ahí el colapso.

Lo que más resalta de la gráfica, es que el estatismo convirtió al país en un exportador neto de energía en detrimento a su consumo nacionalmente. Un modelo primitivo que pasó de depender de una variable exógena, como son los precios internacionales del crudo. Siendo así, la producción local dejó de tener incidencia en el mejoría del PIB/hab

Para una explicación detallada de las etapas identificadas en esa gráfica de la venezuela estatista ver link al final de este artículo

Adiós a la inversión privada

Es considerable el declive que experimentó la calidad de vida de la sociedad venezolana durante años como la caída del salario real, el incremento de la tasa de desempleo así como el descenso en más de dos tercios de la inversión privada como proporción del Producto Interno Bruto (PIB); siendo la inversión el componente más volátil del PIB (Mankiw, 1997: 453) por lo que su evolución cumple un papel relevante en el nivel de empleo y producción que presenta la economía

Veamos la gráfica elaborada por Miguel Ánel Santos (IIES UCAB 2008) con datos de A. Baptista, observamos el comportamiento de la inversión en Venezuela, desde 1960 al año 2002

 

La inversión privada alcanzó su pico histórico como % del PIB en 1976 con casi el 30% del PIB. En apenas 7 años posteriores de la estatización de la IPN, caería a 4,5% del PIB.

“Esa caída en la inversión que acompaña la caída en el producto interno bruto por habitante está ocasionada fundamentalmente por el desplome de la inversión privada que ocurre en el quinquenio 1978-1983. De lo anterior resulta evidente que el deterioro del producto por habitante ocurrido en los veintisiete años que transcurren desde 1978 hasta el 2004, fue acompañado en sus primeros cinco años (1978-1983) por una caída prácticamente libre de la inversión privada. Desde entonces, la estabilidad (estancamiento) observada en el comportamiento de la inversión contrasta con el contexto de inestabilidad en que ha vivido la economía venezolana. Desde 1983 hasta el 2004 la tasa de crecimiento promedio de la economía venezolana ha sido apenas 1,53%. Ese crecimiento prácticamente vegetativo ha sido posible con una inversión (vista como porcentaje del PIB) de apenas 15,07%. ¿Por qué una tasa de inversión equivalente a 15% del PIB no es suficiente para crecer más allá de 1,53% anual? La respuesta tiene dos vertientes. En primer lugar, cada año el capital invertido en planta y equipo en Venezuela se deprecia aproximadamente 7% del PIB, lo que quiere decir que niveles de inversión de 7% del PIB apenas alcanzan para mantener la capacidad instalada. En segundo lugar, la inversión residencial ocupa anualmente un promedio de 5% del PIB. Este tipo de inversión no tiene ningún efecto sobre la capacidad productiva más allá del año en donde se produce. Cuando se suma la tasa de depreciación del capital y la inversión residencial, se encuentra que los niveles de inversión realizados para aumentar efectivamente la capacidad productiva son prácticamente inexistentes” (Miguel Ángel Santos IIES Ucab 2008: 312)

La caída de la inversión y el empleo formal

En 30 años de estatismo se acumuló un monumental déficit de empleos formales, mientras que la fuerza laboral creció en 7,4 MM de personas, los empleos formales apenas crecieron 1,7 MM.

 

En primer lugar, el ingreso petrolero no le alcanza al Estado venezolano para crear empleos formales suficientes como para absorber el crecimiento de la fuerza laboral. Aun en aquel período estudiado en donde el empleo dentro del gobierno crece de forma más acelerada (1974-1977), los 256.567 nuevos empleados públicos representan “apenas” poco más de una cuarta parte del crecimiento de la fuerza laboral. En segundo lugar, la brecha entre crecimiento de la fuerza laboral y creación de empleo formal (público y privado) se ha hecho cada vez mayor. Ambas consideraciones ponen en relieve el rol que debe tener el empleo privado y la actividad económica de este sector como piedra angular para detener el empobrecimiento. (Miguel Ángel Santos IIES Ucab 2008: 310)

Me resulta obvio que el déficit en la creación de empleos formales, por el estatismo, que se reservó para sí, monopolizando,  las mejores áreas para la inversión, ahuyentando la inversión privada del país, elevó el descontento de la sociedad venezolana hacia el modelo social demócrata y su estatismo.

Y pasamos a ser caldo de cultivo de la narrativa socialista de “justicia social” que en resumen es el resentimiento como método “Tu no tienes porque lo que te tocaba se lo agarró el otro”

Y ese resentimiento nos trajo lo peor de todo: el socialismo y su fatal arrogancia

La fatal arrogancia

La fatal arrogancia es el título que Frederich Hayek, el eminente economista austríaco premio Nobel de economía en el año 1974, le dio a su obra póstuma. En ella el autor lleva a cabo una devastadora crítica del socialismo como sistema económico. “El socialismo, esa fatal arrogancia intelectual de pensar que se pueden diseñar sistemas sociales mejores que los que la humanidad ha sido capaz de establecer” (Hayek, 1990 :35)

La cultura fundamentada en la dependencia del Estado y la tendencia a fabricar mitos ideológicos para resolver un futuro que aún no ha llegado, es una de las razones del éxito del socialismo en nuestro continente. Hayek (1990) puntualiza que: Parten los socialistas de la idea de que, puesto que la humanidad ha sido capaz (por vía del proceso de evolución social) de establecer determinados esquemas de colaboración capaces de coordinar los esfuerzos de todos, debe también ser capaz de diseñar otros todavía mejores, a la par que más gratificantes (p. 35).

Con el descontento como cultivo, unos timadores dirigidos por Fidel Castro,engañaron al país.Que les creyó.

23 años después ya sabe el socialismo y su estatismo en sólo un gran negocio: el del saqueo. Hacerse rico robando el dinero público, con impunidad, en nombre de la “justicia social”. Hoy no hay ni Keynes y nunca llegó Hayek. Sólo rapiña.

Unas palabras finales

En conversaciones con dos extraordinarios venezolanos, que ocuparan las máximas posiciones de las empresas petroleras en el país, antes y despues de estatizadas,  Alberto Quirós Corradi (1931-2015 ) Shell-Maraven y juan Chacín Guzmán (1929-2015) Gul Oil-Meneven, ambos ya retirados y viendo el tiempo por el espejo retrovisor, coincidieron que la estatización había sido un error muy grande, con graves consecuencias para el país, pero ambos también coincidieron que “en aquellos tiempos era muy difícil estar en contra”

Con humildad reconocían sus errores. dejaban atrás la saudade. Yo en mis reflexiones les dije que lo más grave es el tiempo que ha pasado antes de rectificar.

Dejar atrás la arrogancia es fundamental para que el socialismo salga y no vuelva nunca más a Venezuela.

Cerrando

Si bien la inversión privada es fundamental para el crecimiento de la economía del país, tan importante es la capacitación de los trabajadores. Ambas, mano a mano, hacen que el país progrese y sea más feliz.

Mientras tanto, cortesía del socialismo chavista, los que han huído de Venezuela por falta de oportunidades ya suman 7,7 millones de almas. (ACNUR abr 2023)


David Morán Bohórquez es ingeniero industrial y miembro de la Comisión de Energía de la Academia Nacional de la Ingeniería y el Hábitat de Venezuela

Lectura complementaria:

David Morán Bohórquez: La estatización petrolera disipó el desarrollo económico de Venezuela

Fuente de TenemosNoticias.com: www.lapatilla.com

Publicado el: 2023-09-11 17:10:44
En la sección: Opinión Archives – LaPatilla.com

Publicado en Opinión