Justo Mendoza: La bronca argentina

Lapatilla

agosto 24 2023, 10:30 am

El resultado de las primarias abiertas, simultáneas y obligatorias (PASO) argentinas fue doblemente sorprendente. El primer porcentaje fue obtenido por Javier Milei –quien representa el cuestionamiento raizal al régimen gubernamental, con su partido La Libertad Avanza-, con un 30,04; y la tercera porcentual por Sergio Massa, representante, salvavidas, del partido kirchnerista de gobierno (rebautizado Unión por la Patria), cuesta abajo en la rodada, con un 21,40, que sumado lo obtenido por Grabois ascendería a un 27,27 %. No obstante, que el macrista Juntos por el Cambio participó dividido con dos precandidaturas, Patricia Bullrich que obtuvo 16,98 %, y Horacio Rodríguez Larreta que obtuvo 11,30 porcentuales, una sumatoria coloca a JxelC en un 28,28 % ocupando, como organización, el segundo lugar. Una primera mirada sobre este resultado –que sirve para aproximarse al 22Oct, fecha de las presidenciales– muestra un rechazo, una bronca, al decir del lunfardo porteño, contra el régimen izquierdosocialista de “la casta”, como denominan los argentinos a la seguidilla de casi dos décadas del kirchnerismo; e indica una tendencia generalizada en Latinoamérica sobre las limitantes para gobernar del izquierdismo personalista ahora llamado socialismo del siglo XXI.

La coyuntura de corte ideológico político indica un avance sostenido del liberalismo demócrata federalista, con radicalismo económico financiero como el de Javier Milei, dolarizante, con manga ancha al capital privado nacional y extranjero, con su repulsa a la regulación estatal y al financiamiento de las políticas sociales progresistas (políticas “pobrecistas”); y de un liberalismo social de mercado, federalista, como el de Juntos, con una narrativa moderada en lo económico: ambos de corte constitucionalista. Asimismo Javier Milei y Patricia Bullrich tienen una fuerte narrativa anticomunista, anticorrupción, defensora del estatus familiar y de la educación para la formación y el ascenso social no ideologizadora ni de lenguaje “inclusivo”. Milei sostiene a su vez la generación de un nuevo liderazgo partidista que efectivamente signifique cambio, que “arrase” al kirchnerismo y eche del poder a los partidos de malos –y también de buenos– modales.

Yendo en retirada, por lo menos en las preferencias electorales argentinas, el peronismo kirchnerista, chavoizquierdista, populista y corrupto, se ve agotado en sus capacidades propositivas, siendo su propia candidatura, la de Massa, producto de la escasez, y emblema del fracaso económico del régimen gubernamental. La narrativa electoral del peronismo kirchnerista está tachonada de los puntos comunes del izquierdismo redentorista, salvacionista y demagógico del castrochavismo posmoderno, con apelaciones a derechos cuya garantía no se centra en el imperio de las instituciones sino en el Estado Protector, Distribuidor y Gran Hermano.

Este resultado de la PASO –del cual emerge Milei desmintiendo las encuestas y mantiene al macrismo, abatiendo al kirchnerismo– nos conduce a concluir sobre el hastío, cansancio y hasta desprecio –con grande fastidio en los jóvenes votantes – que ha producido el socialismo autocrático, por personalista, que ha prolongado el empobrecimiento de los argentinos, eternizando el dicho burlón que “los argentinos viven del fiao”; convertida la política democrática en un juego de trúhanes, y satelizado al país a la indeseable política económica del “yo te doy y tu me das” del comunismo Chino. No podemos sustituir la voluntad del pueblo argentino con una interpretación de coyuntura, por importante que sea este hito, pero se sienten vientos de cambio en Latam.