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Omar González Moreno: Pensiones de vejez son una condena de muerte en Venezuela


Las miserables pensiones y jubilaciones son un especie de condena de muerte en Venezuela porque no alcanza para sobrevivir a nadie.

Al régimen chavista ignora deliberadamente que recibir un pensión digna son derechos que tienen los trabajadores después de haber cumplido una serie de requisitos legales, como la edad, los años de servicio y las cotizaciones al sistema de seguridad social.

Estos beneficios tienen como objetivo garantizar una vida digna y una protección social a las personas que han aportado al desarrollo del país con su esfuerzo y su trabajo.

Sin embargo, en la Venezuela socialista, las pensiones y jubilaciones se han convertido en una burla y una humillación para los millones de ancianos que dependen de ellas para sobrevivir.

La hiperinflación, la devaluación, la escasez y la crisis económica han erosionado el poder adquisitivo de estos ingresos, que son insuficientes para cubrir las necesidades básicas de alimentación, salud, vivienda y transporte.

Según el Instituto Venezolano de los Seguros Sociales (IVSS), el monto mensual de la pensión por vejez es de 130 bolívares, lo que equivale a unos 4,09 dólares según la tasa oficial del Banco Central de Venezuela.

Esta cifra es irrisoria si se compara con el costo de la canasta básica familiar, que según el Centro de Documentación y Análisis Social de la Federación Venezolana de Maestros (Cendas-FVM) se ubicó en 511,20 dólares en agosto de 2023, lo que representa un aumento del 1.900% con respecto al mismo mes del año anterior.

La situación es aún peor para los jubilados de la administración pública, que además de recibir una pensión miserable, tienen que soportar el retraso y el incumplimiento en el pago de sus prestaciones sociales, que son el resultado del ahorro forzoso que hicieron durante su vida laboral.

Según la Ley del Estatuto Sobre el Régimen de Jubilaciones y Pensiones, los jubilados tienen derecho a recibir un bono vacacional, un bono de fin de año, un bono recreacional y un bono por antigüedad, entre otros conceptos.

Sin embargo, estos beneficios no se cancelan desde que el chavismo llegó al poder, lo que ha generado una enorme deuda con este sector vulnerable.

Es inaceptable e inhumano que el Estado venezolano viole sistemáticamente los derechos humanos de los pensionados y jubilados, que son ciudadanos que merecen respeto y reconocimiento por su trayectoria y su aporte al país.

Es urgente e impostergable que se tomen medidas para garantizar una pensión y una jubilación dignas, que permitan a los ancianos vivir con calidad y bienestar.

Es necesario que se ajuste periódicamente el monto de las pensiones y jubilaciones según la inflación, que se pague puntualmente las prestaciones sociales adeudadas, que se otorguen asignaciones especiales para cubrir los gastos de salud y alimentación, y que se brinde una atención integral a los ancianos en materia de servicios públicos, seguridad social y asistencia médica.

Maria Corina Machado es la única líder venezolana que se ha comprometido públicamente en honrar esa deuda social cuando sea electa presidente de la nación.

Las pensiones y jubilaciones no son un regalo ni una dádiva del gobierno, dice.

Son un derecho adquirido por los trabajadores con su trabajo honesto y su contribución al sistema de seguridad social, enfatizó con razón.

Por eso, es necesario que los pensionados y jubilados se organicen y movilicen para exigir el respeto a sus derechos y para denunciar las injusticias y los abusos que sufren y apoyen a María Corina Machado.

Solo así podrán lograr una vida digna y una vejez feliz.

Fuente de TenemosNoticias.com: www.lapatilla.com

Publicado el: 2023-09-06 20:06:36
En la sección: Opinión Archives – LaPatilla.com

Publicado en Opinión