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Periodista Eugenio Martínez: “Es una incertidumbre cómo se comportará María Corina Machado en 2024”

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En medio de los desafíos propios del proceso autogestionado de la primaria, una ruta llena de obstáculos y amenazas, el Gobierno no pierde tiempo y se prepara para el ciclo electoral de 2024 que ya comenzó. De acuerdo con el periodista Eugenio Martínez, el panorama para la oposición tras la elección del 22 de octubre, con la eventual victoria de María Corina Machado, no luce claro y puede constituir un factor determinante para la estrategia electoral opositora 

Entrevista: César Batiz Redacción: Jesús Abreu

Una de las preguntas que surgen en el escenario de la Primaria convocada por la Plataforma Unitaria Democrática es cómo será el panorama para 2024 de María Corina Machado, candidata de Vente Venezuela, para unificar a una oposición que luce fragmentada. El periodista especializado en política y elecciones, Eugenio Martínez, ofreció una respuesta durante una entrevista con El Pitazo –el pasado jueves a través del canal de YouTube– en la que conversó además sobre los temas medulares de la elección de este 22 de octubre.

Aunque la primaria ha cumplido con varios objetivos básicos, como reinsertar a la oposición en el debate de la ruta electoral y movilizar a la ciudadanía en torno a nuevas expectativas de un cambio político en 2024, Martínez considera que la elección interna opositora no resolverá un punto medular en medio de la fragmentación del sector mayoritario de la oposición: contar con normas claras para resolver conflictos y así poder decidir en momentos determinados y cruciales.

“La primaria fue concebida por la Plataforma Unitaria para probar la maquinaria electoral de cara a 2024 y escoger un candidato presidencial. Para María Corina Machado, es algo totalmente diferente: su oportunidad de tomar el control de la oposición e impregnarla de su estrategia y ruta electoral que, al día de hoy, puede ser una incertidumbre. Me refiero a cómo se comportará ella en 2024”, destacó Martínez en entrevista concedida al director de El Pitazo, César Batiz.  

Con la victoria de su candidatura, como lo vaticinan sondeos de opinión desde hace varios meses, la participación en el proceso electoral suma una relevancia con clara incidencia en la dinámica política de la oposición, según puntualizó Martínez.

“Mientras más alta sea la participación, más sencillo se le hará al ganador, a la ganadora en este caso, reclamar la conducción política de la oposición y reclamar que su visión y estrategia es lo que tiene que desplegar la oposición en 2024”, añadió el también integrante del Consejo de Expertos Electorales Latinoamericano.

–¿La primaria cumplió con su principal objetivo movilizador, de despertar el interés de la ciudadanía y confiar en la ruta electoral para un cambio político?

–Hasta finales del mes de septiembre solo 40 % de los venezolanos sabía que la oposición iba a hacer una primaria. Evidentemente, la mayoría de quienes tenían conocimiento son electores o ciudadanos que se identifican con la oposición. Que solo 4 de cada 10 venezolanos esté enterado de que la oposición va a hacer una primaria para escoger su candidato presidencial, da cuenta no del desinterés en la política sino de lo difícil que es comunicar en Venezuela una narrativa o una idea diferente a la del poder de turno. también de que la hegemonía comunicacional tiene un peso importante en este desconocimiento generalizado sobre lo que está ocurriendo en el mundo político y económico en Venezuela, que se une a un hartazgo -por decirlo de alguna manera- que existe en algunos ciudadanos sobre el tema político y electoral.

Creo que la Primaria ha cumplido algunos objetivos básicos: reinsertar a la oposición en el debate de la ruta electoral, que no lo tuvo claro ni siquiera en 2021; volver a fomentar un debate sobre la conducción política y la estrategia de la oposición, y creo que un tema no menor, pensando lo que se firmó en el acuerdo en Barbados, que deja en evidencia la estrategia del Gobierno de negar los derechos políticos de quienes están en el extranjero.

Según comentó Martínez, entre 2012 y 2023 el CNE logró registrar a 7.000 personas como votantes fuera de Venezuela. En poco más de tres semanas, la Comisión Nacional de Primaria logró validar la identidad y registrar a casi 300.000 personas. Es evidente el contraste entre una cifra y otra. En esos tres grandes objetivos, independientemente del resultado de la primaria, puede decirse que el evento hasta ahora está cumpliendo con varias de las expectativas planteadas al convocarlo.


Los cálculos más optimistas indican que 1.4 millones de personas tienen una alta probabilidad de votar; eso es aproximadamente 5 % del Registro Electoral


Eugenio Martínez, periodista especializado en política y elecciones


–Hay que agregar aquella predicción de que no se iba a hacer Primaria, que no se llegaría al 22 de octubre.

–La amenaza sobre la Primaria siempre ha estado presente. Lo único que termina desbaratando o difuminando esa amenaza es el acuerdo que se firma en Barbados, sin eso y las conversaciones que produjeron ese acuerdo, seguramente todavía estaríamos esperando una sentencia del TSJ recordando que el CNE debería tener la exclusividad de los procesos electorales. La primaria al final terminará realizándose gracias a las conversaciones que dieron pie al acuerdo firmado en Barbados.

–Siempre se estuvo esperando esa acción del Gobierno. Primero el TSJ o luego el CNE. ¿Cuál fue ese factor inhibidor para que el Gobierno no actuara?

–Hay que recordar que el Gobierno sí ha intervenido en la Primaria, pero sus acciones no han sido definitivas para que no se realice. Por ejemplo, que el buscador de centros de votación, que las personas tienen que consultar, esté bloqueado en portales y empresas de comunicación, es una forma de intervenir la primaria de forma muy sutil. Lo que se evita es el zarpazo definitivo que tiene mucho que ver con las conversaciones que se adelantaron para llegar al acuerdo de Barbados: en este momento es más costoso para el Gobierno evitar que se haga la Primaria, que esperar que se realice y que la oposición entre en una especie de guerra interna a partir de los resultados sobre la conducción política, la interlocución internacional e incluso sobre la legitimidad o no de los resultados de la Primaria.

–¿Qué tanto puede impactar la cifra de participación en lo que ocurrirá a partir del 23 de octubre? ¿Cuántos electores estimas que participarán?

–La duda no es quién va a ganar la Primaria. Hay una diferencia importante entre María Corina Machado y los otros candidatos, en eso coinciden todas las encuestas. La duda es sobre la participación y no es menor, porque mientras más alta sea la participación, más sencillo se le hará al ganador, a la ganadora en este caso, reclamar la conducción política de la oposición y reclamar que su visión y estrategia es lo que tiene que desplegar la oposición en 2024. Mientras menos participación tengamos en la Primaria, ese objetivo va a ser mucho más difícil de lograr porque se va a plantear un debate sobre qué tan legítimo o no puede ser el liderazgo de una persona electa con una participación baja. 

¿Qué es una participación baja? Esa es una pregunta compleja de responder: hay que establecer un parámetro de comparación y el que tenemos es la primaria de 2012, en un contexto político y electoral totalmente diferente; ahí participaron 3.100.000 personas, aproximadamente 17 % del Registro Electoral del momento, y de esa participación total, 1.9 millones de personas votaron por Henrique Capriles y lo convirtió en el líder teórico de la oposición en 2012 y 2013. 


El candidato que gane la primaria va a necesitar la estructura electoral, disminuida o no, de los partidos de la Plataforma


Eugenio Martínez, periodista especializado en política y elecciones


Al día de hoy parece difícil que se registre un dato de participación similar al de 2012, hay unas diferencias importantes de movilización política y electoral; hay un desconocimiento tremendo sobre dónde le toca a votar a las personas: según un estudio de Delphos, 4 de cada 10 personas lo saben. Esas dudas logísticas, de alguna u otra manera, van a impactar la participación.

Los cálculos más optimistas indican que 1.4 millones de personas tienen una alta probabilidad de votar; eso es aproximadamente 5 % del Registro Electoral del momento y, en el mejor de los casos, pudiese incorporarse 1 millón más, pero ya no es un tema de si la gente desea o no participar, sino si las condiciones logísticas van a favorecer o no la participación. Eso es una interrogante que no vamos a poder responder hasta que se instalen los centros el día de la elección. 

La duda sobre la operatividad de la primaria y sobre si los centros de votación funcionan o no, o si el material electoral llegó, si los cuadernos están impresos correctamente o si la gente sabe en dónde le corresponde votar, va a permanecer hasta el domingo en la mañana.

–Has dicho que, según la cifra de participación, no solo el oficialismo atacará la legitimidad y pertinencia del candidato, sino que dentro de la misma oposición se puede generar esa guerra que, al final, favorece al oficialismo. ¿Cuáles serían las opciones? ¿Qué debe hacer la oposición? ¿Qué pasaría en un escenario de baja votación?

–Todos los estudios de opinión sugieren que la primera opción de triunfo en 2024 debería ser un candidato unitario para la oposición. Para que Maduro gane en 2024, el chavismo necesita tres cosas: control electoral, que lo tiene y lo aumentó con la designación del nuevo CNE; generar abstención y la dispersión del voto opositor.

Hoy suponemos que habrá al menos cuatro candidatos en disputa en 2024. Maduro, que parece inamovible, pero habrá que esperar hasta entrado 2024 para ver qué sucede; un candidato de la Alianza Democrática que puede ser Antonio Ecarri o el “Burro” Martínez, de la AD intervenida; el “Conde” y el candidato de la Plataforma Unitaria.

El “Conde”, según vemos en las encuestas, al día de hoy no tiene capacidad de ganar la elección, pero sí de restarle votos al candidato de la Plataforma Unitaria como para que esté parejo en la votación con Maduro. Sobre el candidato de la Plataforma Unitaria, estaremos con la duda hasta el cierre del lapso de inscripción de las candidaturas en 2024. Ver si la candidata es la que ganó la Primaria y si en caso de no serlo, le levanta la mano al sustituto. Al día de hoy, Machado no solo aglutina la principal intención de voto, sino que se ha convertido en el gran elector de la oposición y la posición que asume sobre la estrategia electoral de 2024, si ella no puede competir, si avala  o no al candidato sustituto, va a tener mucho que ver en el resultado de la elección que esperamos en el segundo semestre de 2024.


No estoy seguro de que en el entorno de Machado se considere necesario el apoyo amplio del liderazgo de la Plataforma Unitaria

Eugenio Martínez, periodista especializado en política y elecciones


–Si María Corina Machado no es la candidata, a pesar de lo dicho por las autoridades de EE. UU., si no le levantan la inhabilitación, ¿cuál sería la solución? Siendo Machado la gran electora, ¿sería ella quien decida su sustituto?

–La opinión mayoritaria que se ve en la opinión pública es que quien gana la Primaria tiene que ser el candidato de la oposición, y ésta tiene que hacer todo lo que esté a su alcance para que el candidato pueda inscribirse en 2024. Sin embargo, también la mayoría piensa que si el candidato de la primaria es inhabilitado o no logra inscribirse, la oposición no puede abandonar la ruta electoral, tiene que escoger otro candidato y esa escogencia tiene que hacerla, según la mayoría, el candidato ganador de la primaria. 

Eso va a generar un cortocircuito en la oposición; no es la forma en la que se trabajó el caso Barinas, aunque inicialmente Freddy Superlano sí lo hizo, pero luego, con las posteriores inhabilitaciones, se empezaron a barajar otras opciones de consenso.

El problema en este momento es que la oposición venezolana no tiene normas claras para tomar decisiones ni para resolver conflictos, y la Primaria no va a resolver ese problema, sino que lo va a acrecentar.


El problema en este momento es que la oposición venezolana no tiene normas claras para tomar decisiones ni para resolver conflictos

Eugenio Martínez, periodista especializado en política y elecciones


En ciencia política y en marketing político, siempre se dice que cuando alguien está lejos de alcanzar el poder, es más irreflexiva en lo que planeta, mientras que cuando está más cerca de llegar al poder, puede cambiar esas posiciones más irreflexivas por unas más de negociación, que es lo que estamos viendo con Machado.

Lo que no queda claro a partir del 23 de octubre, asumiendo que ganará la Primaria, es si María Corina Machado o su entorno piensa que necesitan a la Plataforma Unitaria para derrotar al Gobierno. No estoy seguro de que en el entorno de Machado se considere necesario el apoyo amplio del liderazgo de la Plataforma Unitaria, y no son pocos los que pueden ver ese apoyo más que como ayuda, un lastre desde el punto de vista político. Sin embargo, desde el punto de vista electoral, el candidato que gane la Primaria va a necesitar la estructura electoral, disminuida o no, de los partidos de la Plataforma. 

La oposición está condenada a entenderse, pero para llegar a eso creo que van a pasar muchos días, semanas, a lo mejor muchos meses, porque a lo mejor vamos a estar en un debate sobre la inhabilitación de María Corina Machado y la estrategia en torno a esa inhabilitación.

–Habrá factores, no solo en el Gobierno sino en la oposición, a quienes les convenga que la decisión sobre la inhabilitación de María Corina Machado se alargue en el tiempo hasta el punto de no llegar al levantamiento y, por otro lado, que la votación del domingo sea baja.

–Sin duda, y hasta habrá algún candidato que sabiéndose perdedor apuesta a que la participación sea baja, para restar legitimidad no a la candidatura, sino a la conducción política que María Corina Machado va a reclamar a la oposición.

–Si se produce la inhabilitación de María Corina Machado, ¿qué pasaría si el candidato sustituto se escoge fuera de los que llegaron hasta el final de la primaria?

–Tenemos un problema de entrada, porque ya Henry Ramos Allup dijo que el candidato sustituto, en caso de necesitarse, tiene que salir de la lista de la Primaria, no puede escogerse por fuera. Ese mensaje, de hace prácticamente un mes, es una alusión directa no solo a Capriles, sino a Rosales, quien ha dicho que no ha declinado en su aspiración presidencial en 2024.

Insiste el analista en que el debate se va a prolongar innecesariamente en el tiempo y teme que el peor escenario es que sea el CNE el que fije el cronograma electoral. «Entonces termine el CNE fijando el periodo de postulación, y en ese debate estemos hasta el día que María Corina Machado intente ir al CNE a registrar su candidatura y sea en ese momento que se confirme si pasa o no en el sistema de postulaciones». 

«Adicionalmente, como no hay normas para resolución de conflictos ni de conducción política de la oposición, si el chavismo decidiera unir a la elección presidencial alguna de las elecciones de 2025, como la de gobernadores, alcaldes o Parlamento, la oposición entra, además, en modo Armagedón porque María Corina Machado, como ganadora de la primaria, va a querer imprimir en la selección de candidato a quienes ella considera más afines a su línea política. Seguramente los partidos de la Plataforma no van a estar por la labor de apoyar esas decisiones, especialmente porque la estructura electoral de 2024 la van a poner los partidos tradicionales de la Plataforma».


El PSUV se está preparando para la elección de 2024, la oposición no ha entrado en esa dinámica

Eugenio Martínez, periodista especializado en política y elecciones


–Decías que no se sabe cuál va a ser el comportamiento de Machado en 2024. Fue muy sintomático lo que dijo sobre hablar con Gerardo Blyde, quien dijo que la negociación de Barbados va a conducir al levantamiento de las inhabilitaciones, pese a lo que manifiestan Jorge Rodríguez y Diosdado Cabello. Pareciera que sí hay ese puente.

–Sí y no. María Corina Machado ha dicho que había que replantear la negociación y que había que cambiar a todo el grupo negociador y creo que tiene razón, porque la conformación del grupo negociador está integrada por cuotas partidistas. Uno no se explica que Roberto Enríquez, que pasó meses como candidato, de repente apareció en Barbados para firmar un acuerdo del que seguramente participó muy poco porque estaba enfocado en su candidatura que declinó, o Tomas Guanipa o Lester Toledo. 

María Corina Machado no ha dicho nada sobre la composición del grupo negociador, sino que va a respetar o le gustaría mantener a Gerardo Blyde como cabeza del grupo, entendiendo el trabajo que ha hecho y la relación construida en todo este proceso desde 2021.

Tampoco es que haya algo escrito sobre que el ganador de la Primaria decide cómo se integra el grupo negociador de México, en este caso de Barbados; eso responde seguramente a cuotas partidistas y seguramente se va a plantear un debate: qué cuotas mantendrán y cuáles no dentro de ese grupo.

–¿Qué se sabe de la distribución de los 3.000 millones de dólares del acuerdo social que está previsto administre la ONU?

–El fondo social se firmó hace casi un año en México y no había podido constituirse por problemas legales de la ONU con el dinero que iba a recibir, por temor a que los acreedores del gobierno venezolano, una vez que la ONU recibiera el dinero, fueran contra la estructura administrativa de la ONU. Prácticamente se tardó un año en resolver ese problema y fue resuelto, según anunció el secretario general el mes pasado. 

El problema es que ya está definida la estructura operativa para administrar el dinero, y ahora hay que buscarlo porque el dinero que va a integrar ese fondo no aparece. Ese dinero pudiese ser parte de los recursos que están en Novo Banco, los 1.300 millones de dólares que están congelados ahí y que tribunales portugueses han dicho que se puede mover, pero es del interés del gobierno venezolano recibir directamente esos recursos, no que la ONU los reciba y los administre en Venezuela. 

Es evidente que el Gobierno quiere tener dinero fresco que venga de cualquier otra fuente que no vaya a la ONU para poder aumentar todo lo que se considera gasto público para la campaña de 2024. El problema con la ONU es que, solucionados los problemas burocráticos, no hay dinero para constituir ese fondo que sigue en cero y el dinero que puede servir el Gobierno lo quiere directamente.

–Supongamos que la gestión de Maduro cuente con esos recursos, administrados o no por la ONU; que las licencias petroleras aumentan los ingresos de las arcas y que haya una mejora de la gestión pública en general. ¿Maduro así sería un candidato fuerte en 2024? ¿Será suficiente pese a todo el desgaste?

–Si esa pregunta se la haces al economista Francisco Rodríguez, él considera que Maduro recibiendo cerca de 8.000 millones de dólares, entre convenios petroleros y Novo Bank, se hace un candidato muy competitivo para 2024. Aquí la clave es cuánto dinero va a recibir, en qué momento y cómo lo ejecuta. Sin duda, el gobierno venezolano que está acostumbrado a hacer campaña en función del gasto público, mientras más dinero tenga, más competitivo será en 2024.

–¿Es seguro Maduro el candidato del oficialismo? Se han escuchado nombres como los de Rafal Lacava, Héctor Rodríguez e incluso de los hermanos Rodríguez.

–De entrada, Maduro al día de hoy es el líder oficialista peor valorado en las encuestas y el mejor valorado es el gobernador del estado Carabobo, quien es del grupo político de Maduro. Para que Lacava aparezca en el tarjetón electoral necesita que Maduro se haga a un lado primero, y necesita que Diosdado Cabello no lo vete porque el poder de Cabello en este momento es de veto de las decisiones que puede tomar el gobierno de Maduro. 

Que no sea Maduro el candidato pudiese ser un tema que se esté discutiendo por mecánica electoral, sin embargo, lograr convencer a todos los factores del chavismo que no va a ser Maduro el candidato, sino Lacava, en este momento parece poco probable que se materialice, aunque eso no signifique que no se estén dando esas conversaciones, entendiendo que Maduro ha enterrado la autodefinición chavista en Venezuela.

Cuando Maduro llegó al poder, más de la mitad de los venezolanos se decían chavistas y más de la mitad valoraba el desempeño del Gobierno. Desde que Maduro llegó al poder, el descenso ha sido lento pero sostenido. Evidentemente es un muy mal candidato, sobre todo en un entorno en donde no tiene dinero para gasto público. Si lograse tener dinero, mantener el control electoral y lograr generar abstención y dispersión del voto opositor, a lo mejor puede ser un candidato competitivo desde la perspectiva del gobierno venezolano.

–8.000.000 de venezolanos están fuera de Venezuela y entre esos hay miembros de las antiguas maquinarias de los partidos de oposición y también del oficialismo. ¿Tiene estructura el oficialismo o la puede armar con recursos?

–La maquinaria falló en 2021, aunque terminaron moviendo en las elecciones regionales 4.000.000 de votos, nada despreciable como piso para arrancar 2024. Si se termina haciendo el referendo sobre la defensa del Esequibo, eso sería una buena prueba de cómo va a funcionar la estructura 1×10 del chavismo, la estructura electoral del PSUV. 

No se puede desestimar que el PSUV ya está trabajando para 2024. El catastro de centros de votación que anunció el CNE viene por una petición de Maduro de crear centros de votación en bases de misiones y en zonas donde pudiese considerarse que el voto duro chavista todavía permanece. El PSUV se está preparando para la elección de 2024; lamentablemente, la oposición no ha entrado en esa dinámica y no creo que vaya a entrar en el corto plazo.

Redacción El PitazoVista_4

Fuente de TenemosNoticias.com: elpitazo.net

Publicado el: 2023-10-22 23:40:00
En la sección: Política – El Pitazo

Publicado en Política