Guía básica para ayudar a personas con depresión en tu entorno

1658438

El pasado jueves 12 de octubre la psiquiatra Rebeca Jiménez compartió nuevamente con los lectores de El Pitazo, a través del forochat “Las distintas caras de la depresión”, en el que participaron 776 personas junto al equipo de El Pitazo en la Calle.

El encuentro comenzó con una importante intervención de la especialista, quien recordó que la tristeza no debe ser confundida con la depresión, pues “no es una enfermedad, sino una emoción primaria cuya función es protegernos ante un estímulo interno o externo que nos lastima”.

Según Jiménez, la tristeza permite recolectar información significativa que ayuda a reaccionar ante ciertas situaciones, ubica a las personas en la realidad y las lleva a reflexionar sobre lo sucedido y revisar los recursos con los que se cuenta para afrontar dicho conflicto. Además, funciona como una señal de alerta para que otras personas puedan socorrernos.

La depresión en el país más feliz de América Latina: el suicidio se detiene en comunidad

No obstante, la psiquiatra indicó que la tristeza sí va a ligada a depresión, pues es el síntoma más representativo de esta enfermedad y se vuelve constante. Junto a esta, listó otros síntomas comunes:

• Anhedonia: entendida como la indiferencia ante cualquier circunstancia de la vida y la pérdida del disfrute.

• Trastornos de sueño o alimentación: como insomnio, dormir gran parte del día, pérdida de apetito, atracones y otros.

• Aislamiento: a través de la pérdida de interés por la vida y aquellos que rodean al paciente.

• Desesperanza: hacia la vida misma o la posibilidad de mejorar, prestando mucha atención a posibles ideaciones suicidas u otros pensamientos de autolesión.

• Otros como problemas de atención, concentración y memoria en situaciones cotidianas.

Jiménez reveló que es común entre la sociedad pensar que existe un solo tipo de depresión, pero en realidad esta se presenta a través de distintas caras. “Los grandes tipos son la depresión exógena, caracterizada por la presencia de un evento que sirve de desencadenante; y la endógena, que es identificable porque no existe ningún motivo externo que explique el cuadro depresivo y generalmente va asociada a irregularidades bioquímicas del cuerpo”. Sin embargo, puntualizo que también hay otros tipos dentro de estos: la depresión mayor y la menor, la distimia, la enfermedad bipolar en una de sus dos fases, la depresión posparto, la somatizada y más.

¿Depresión? Psicóloga describe qué sienten los venezolanos al emigrar

La invitada señaló que la depresión es especialmente frecuente en dos grupos etarios, pues los adolescentes y las personas de la tercera edad son los más vulnerables. En su experiencia, ambos momentos de la vida son caldos de cultivo para el desarrollo de esta patología y hay que estar alerta.

Al ser consultada sobre cómo identificar a un posible paciente con depresión, Jiménez comentó que la evolución de esta enfermedad tiende verse de la siguiente forma:

1. Las sensaciones de vulnerabilidad y tristeza comienzan a hacerse permanentes y profundas en el paciente, sin que necesariamente exista un desencadenante aparente.
2. Luego, los pacientes comienzan a volverse quejumbrosos ante cualquier tema, especialmente sobre la autopercepción corporal y su propio estado de salud.
3. Más adelante, la persona se irá aislando del contacto con la vida y podría comenzar a sentirse enferma, sin capacidad para recuperarse.
4. Finalmente, en los casos más graves se presentan los pensamientos de autolesión debido a altos niveles de desesperanza.

Los usuarios también consultaron qué hacer cuando se conoce el caso de algún paciente en depresión. A lo que la ponente respondió con las siguientes recomendaciones antes de despedirse:

“Lo primero y fundamental es buscar apoyo profesional lo más pronto posible, pues esta es una enfermedad tratable, pero con las herramientas adecuadas. Luego, ayudar al paciente a salir del aislamiento, invitándole a ejercitarse o realizar actividades en compañía. Tercero, vigilar la correcta alimentación del paciente y el posible consumo de sustancias, especialmente si antes del cuadro depresivo no se consumían. Y no menos importante, estar atentos a los pensamientos negativos que pueda tener el paciente, en especial aquellos asociados a una desesperanza total”.

TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR

Pedro ReyesVista_3

Pedro ReyesVista_3