Douglas Rushkoff sabe que metió la pata

Douglas Rushkoff se siente responsable. Es un escritor y pensador de la Generación X que formó parte de la primera ola de defensores de la tecnología en la década de 1990, que le vendía al mundo un futuro en línea. “Formé parte de la oleada inicial de los que decían: ‘Ven, entra que el agua está buena’”, dice. 

Tres décadas más tarde el mundo se ve muy diferente. Las corporaciones se han metido en el tapiz de nuestras interacciones diarias, sobrecargadas de Internet y redes sociales. Y ahora parece que la inteligencia artificial ayudará a las corporaciones a programar a la humanidad más rápido y mejor que nunca.

En 2010 escribió un libro corto titulado Programa o serás programado: Diez mandamientos para la Era Digital, lleno de consejos prácticos para la vida en el mundo digital. Los mandamientos eran simples: no estés siempre en línea, no vendas a tus amigos, di la verdad, siempre podrás elegir “ninguna de las anteriores”, vive en persona, no hay un talle único, sé tú mismo, nunca tienes toda la razón, comparte, no robes. Y su filosofía se contenía en un último mandamiento: programa o serás programado. 

Según Rushkoff, los humanos deberían saber cómo funcionan las máquinas, y entender que son los humanos quienes construyen máquinas para que les sirvan. Y no, al revés.  El libro se vendió bien pero él dice que se entendió mal. “Lo tomaron como argumento para aprender a codificar. Sí, hay que saber cómo funciona la tecnología, pero el libro era un argumento en favor de las artes liberales y nuestro pensamiento crítico de estos entornos”.

Que no nos domine

Ahora publicó una versión actualizada del libro, con un mandamiento extra sobre la IA: “Valora lo humano”.  En la década de 1990, todos soñábamos con el Internet y lo que haría por la humanidad. “Tenía que ver con el potencial de la imaginación humana colectiva”.  Rushkoff también veía las señales de alerta, con las corporaciones que rondaban por allí.

“Nosotros, los de los 90s, tenemos gran parte de la culpa por no impulsar la agenda de la justicia social de los ’60. Mucha gente decía que su agenda era no tener agenda. Que se recibía a todo el mundo, que solo había que sentir”.

Lo desagradable de Internet es que la hicieron humanos que hacen que influya en otros humanos. Nos quejamos de los algoritmos pero la verdad es que vemos lo que vemos en las pantallas porque un ser humano diseñó las cosas de ese modo.

Con su nueva edición de Programa o serás programado espera un cambio de paradigma, que la IA ayude a la gente a ver que es posible un mundo mejor y que todas estas máquinas son inventos humanos, y que los humanos son  el centro y corazón de todo lo que hacemos.

Este artículo ha sido traducido de Gizmodo US por Thomas H. Aquí podrás encontrar la versión original.