VIBES: La píldora que promete ser un gran aporte en la lucha contra la obesidad

La lucha en pro a prevenir la obesidad, en su feroz búsqueda de métodos más accesibles y menos invasivos, parece que tomará un fuerte impulso en el futuro cercano, a pesar de la enorme cantidad de golpes que ha tenido que resistir ante el creciente número de negacionistas y colaboradores de esta problemática.

Y esto es una luz de esperanza, pues los datos son terroríficos. Según la OPS (Organización Panamericana de la Salud): “La obesidad y el sobrepeso han alcanzado proporciones epidémicas. Las tasas de obesidad casi se han triplicado desde 1975 y han aumentado casi cinco veces en niños y adolescentes, afectando a personas de todas las edades de todos los grupos sociales en la Región de las Américas y del mundo”. 

Si bien por ahora VIBES sigue en periodo de pruebas, los resultados han sido sumamente satisfactorios. Aunque como en muchos casos, este invento podría ser usado para forzarse a caer en el extremo contrario a la problemática que se busca combatir. Al respecto es natural que surja el debate sobre las posibles regulaciones.

¿Cómo funciona VIBES?

La cápsula fue desarrollada por la Universidad de Harvard y el Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT) y su funcionamiento se basa en “aprovechar” el funcionamiento de nuestro sistema digestivo. La misma vibra una vez está dentro del estómago, de forma que envía señales al cerebro idénticas a las que se generan cuando se llega a estar lleno, a pesar de que no sea del todo cierto.

Dicho de otra forma, esta píldora estimuladora bioelectrónica ingerible vibratoria (VIBES), “hackea” el mecanismo biológico que indica al cerebro la saciedad, de modo que se logre una reducción en la ingesta de alimentos de hasta un 40%, según los resultados que obtuvieron los investigadores en sus pruebas realizadas en cerdos.

Características físicas y riesgos asociados

Al respecto, Nicole Iporre, periodista de La Tercera, ofrece datos precisos en su artículo sobre esta píldora contra la obesidad: Mide 31 por 10 milímetros y contiene un motor y batería muy pequeños, que son los encargados de producir las vibraciones.

Presenta un tapón de gel que impide que el motor se encienda, hasta que este entra en contacto con los jugos gástricos del estómago, donde se disuelve y Vibes comienza a funcionar por cerca de 38 minutos hasta después comenzar a ser expulsado por el cuerpo.

En cuanto a los riesgos, no se encontraron efectos secundarios en las pruebas realizadas en cerdos, pero, naturalmente, hay diferencias clave entre cerdos y seres humanos. ¿Será sumamente incómodo tener una píldora vibrando dentro del estómago? ¿Cómo reaccionaran los “fatfluencers” al respecto? ¿Gritarán “gordofobia” a los cuatro vientos?

Las pruebas en seres humanos esperan ser realizadas en unos dos o tres años, por lo que habrá que esperar un poco más para responder con exactitud a la pregunta que es verdaderamente relevante entre todas las mencionadas.