¿Qué visitar en Países Bajos?

Ámsterdam no es la única ciudad que visitar en Países Bajos. Armamos una guía con los pueblitos neerlandeses más pintorescos, a unas cuantas horas de la capital.

El campo neerlandés es extenso, silencioso y verde. Más allá de las calles bulliciosas de la capital, acurrucados entre los pastizales kilométricos, se esconden algunos de los pueblitos más pintorescos de Europa del norte. Armamos esta guía sobre qué ver en los Países Bajos, con las ciudades pequeñas más icónicas del país. Aquí te contamos cuáles son, y qué hacer si se te antoja un día de picnic en la campiña holandesa (o varios).

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¿Qué visitar en Países Bajos?

Varsseveld

A unas dos horas de la capital, Varsseveld es un pueblito campirano típico de los Países Bajos. Salpicado con casitas de campo clásicas, es el lugar ideal para tomar caminatas largas entre los bosques y reservas naturales neerlandesas. Lo mejor es salir temprano, antes de que amanezca, para ver cómo la Luna se esconde entre los árboles mientras el Sol nace. Generalmente a esa hora hace frío, por lo que vale la pena irse bien abrigado.

A las afueras de la ciudad, en un campo de 16 kilómetros cuadrados, se encuentra la cede de Arhanta Yoga Netherlands: un ashram de inspiración jainista fundado en 2009. A través de cursos intensivos de diferentes estilos de yoga, meditación y técnicas de respiración milenarias, los instructores traen a Europa una calca del conocimiento anatómico y espiritual del norte de la India.

Desde cursos de inmersión completa —de hasta un mes de duración—, hasta retiros de una semana, la escuela provee a los practicantes de un entorno pacífico, alejado del bullicio citadino y las tribulaciones cotidianas. Con habitaciones sencillas, 3 alimentos vegetarianos al día y largas horas de silencio, la escuela ofrece un espacio de pausa pacífica, ideal para practicantes con cualquier nivel de experiencia.

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Giethoorn

Ubicado en la provincia de Overijssel, al norte de Países Bajos, Giethoorn se ha ganado un lugar entre los pueblitos más pintorescos del reino. Históricamente, se le ha hecho referencia como la Venecia Holandesa: el entramado de canales discurre a través de casitas campiranas típicas, con techos de paja y fachadas de adobe blanco.

Los visitantes pueden rentar botes de madera para navegar por sí mismos a través del pueblo. Si les apetece más, también hay guías de turistas especializados que conducen estos juncos pequeños. Después del paseo obligado a través de los canales silenciosos, vale la pena visitar el Parque Nacional de Weerribben-Wieden: una reserva de la biosfera que conserva las especies de árboles clásicas de la región nórdica.

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Arnhem

Entre los pueblitos que visitar en Países Bajos, Arnhem es una de las ciudades más grandes. Los arqueólogos estiman que se fundó hace 70 mil años, durante la Edad de Piedra, y desde entonces no se ha desocupado ni una sola vez. Al este del país, conserva la arquitectura flamenca icónica.

Así como Ámsterdam, Arnhem conserva una de las colecciones más grandes de la obra de Vincent Van Gogh. Además de las cafeterías típicas del corredor cultural, cuenta con uno de los centros deportivos más grandes del país. El campo que enmarca a la ciudad, cruzado por un río extenso, es el escenario ideal para una mañana de picnic, con las casitas clásicas de la región en el horizonte.

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Utrecht

Así como Ámsterdam, Utrecht es una ciudad acanalada. Entre los lugares que visitar en Países Bajos, destaca por tener una de las universidades más antiguas del país. Fundada en la época medieval, se conserva como una de las más prestigiosas. Como tal, conserva desde siglos atrás la antigua tradición de ser una ciudad estudiantil.

Por ello, cuenta con una oferta cultural rica y diversa. Festivales gastronómicos, exposiciones internacionales y cafeterías especializadas en pancakes neerlandeses se entretejen con la ciudad vieja, que tomó forma hacia el siglo XIV, con la construcción de la Catedral de San Martín. 

Si andar en bici en la capital se volvió imposible, Utrecht es la alternativa para seguir la traza de los canales sobre dos ruedas. Es posible llegar en taxi o coche privado, pero la alternativa más económica es tomar el tren desde Ámsterdam.

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Edam

Edam cuenta con uno de los mercados de queso más grandes de Europa. Hecho a mano por artesanos locales, es uno de los tesoros culinarios más añosos de Países Bajos. El queso añejo es tan famoso, que los pobladores erigieron un Museo del Queso, donde se ofrecen catas para todo tipo de paladares.

No sólo eso: como los paseos a través de los molinos en Ámsterdam se han hecho impagables en los últimos años, esta ciudad al noreste del país ha ganado fuerza quística por sus tours más baratos. La experiencia es exactamente la misma, pero a un precio más accesible.

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