Carlos III luci una corbata con la bandera griega en medio de la polmica del plantn del primer ministro britnico a su homlogo heleno
QUIEN. El rey Carlos III dio su discurso en la Cop 28 con una corbata azul con la bandera de Grecia
QU Los medios griegos lo han interpretado como un mensaje cifrado a Rishi Sunak por negarse a negociar la devolucin de los mrmoles del Partenn.
POR QU El presidente del Museo Britnico critica tambin al ‘premier’ por su «petulancia» al dar plantn al su homlogo Kyriacos Mitsotakis.
Fue una eleccin casual o lo hizo a conciencia? Se inclin por la corbata azul porque le iba bien con el traje claro o hubo tal vez una razn oculta? Quiso rendir tributo a su padre Felipe de Edimburgo, nacido en Corf, o se propuso mandarle un mensaje cifrado al ‘premier’ Rishi Sunak por el controvertido plantn a Kyriakos Mitsotakis?
El caso es que el culebrn de los mrmoles del Partenn cobr un insospechado giro cuando el rey Carlos III lanz su arenga por la «supervivencia» en el planeta en la COP 28 con una corbata con la bandera de Grecia, adquirida adems en Atenas, concretamente en la tienda en Pagoni Maison de Cravates, segn la prensa local.
El ‘City Times’ de Grecia lo interpret como «un gesto de apoyo a nuestro pas por la controversia sobre la esculturas del Partenn y por la decisin indecente de Rishi de cancelar el encuentro con Mitsotakis durante su visita a Londres». El portal iefimerida.gr lo interpret tambin como un signo inequvoco de apoyo a la causa helnica.
Los medios britnicos se enzarzaron tambin en todo tipo elucubraciones sobre la corbata, y recordaron que la reina Isabel II -pese a su neutralidad en asuntos polticos- no dudaba en usar los llamativos colores de su vestimenta para apoyar subliminalmente causas polticas, como cuando se desmarc con sombrero azul en el momento de certificar la salida el Reino Unido de la UE o cuando apareci con un traje azul y amarillo tras la guerra de Ucrania.
El caso es que Carlos III luci muy visiblemente su corbata azul hasta cuando estrech en Dubai la mano de Sunak, que colg la foto en su cuenta de twitter, tal vez sin reparar en el detalle de la bandera griega. Pese a todos sus esfuerzos por relanzar su imagen internacional, el ‘premier’ no levanta el vuelo desde el plantn del Partenn, un gesto respaldado apenas por el 12% de sus compatriotas.
Hasta el presidente del Museo Britnico, George Osborne, que llevaba meses cultivando un acercamiento con el Gobierno griego, se ha atrevido a criticar abiertamente a su primer ministro y correligionario: «Ha sido slo por petulancia? O por un pequeo ataque de ira? Yo pienso que la razn no ha sido porque Mitsotakis iba a hablar de los mrmoles del Partenn, sino porque se haba visto el da antes con Keir Starmer».
A su manera, David Cameron intent deshacer tambin el entuerto citando en Bruselas al ministro griego de Exteriores, Giorgios Gerapetritis, el mismo da en que Sunak daba con la puerta de Downing Street en las narices a Kyriakos Mitsotakis. Los analistas lo han interpretado como un claro ejemplo de cmo Cameron parece decidido a asumir el mando del Foreign Office por su cuenta y riesgo, como contrapunto a la torpeza internacional de su jefe.
La suspensin del controvertido encuentro se produjo horas despus de que el primer ministro griego declarara en la BBC que tener las esculturas del Partenn en Londres es «como cortar la Mona Lisa en dos». Mitsotakis rompi al parecer el pacto de silencio sobre el tema que haba reclamado el Gobierno britnico como condicin para el encuentro entre los dos lderes.
«Nuestra posicin en as de clara: los mrmoles fueron adquiridos legalmente en su momento», declar Sunak desde Dubai, perseguido all por la cuestin griega. «El portal de internet del Museo Britnico deja claro que para que pueda haber un prstamo, tiene que haber un reconocimiento previo de quines son los propietarios legales, y eso es algo que los griegos no han sugerido que estn dispuestos a hacer».
Stanley Johnson, padre de Boris Johnson, ha sido el ltimo en lanzarse a la polmica recomendando que las esculturas del Partenn vuelvan finalmente a Grecia y recordando cmo Thomas Bruce, tambin conocido como Lord Elgin, aprovech sus conexiones con el imperio otomano para poder hacerse con la esculturas a inicios del siglo XIX y «poder financiarse su carsimo divorcio» vendiendo las piezas al Museo Britnico.
Fuente de TenemosNoticias.com: www.elmundo.es
Publicado el: 2023-12-03 19:24:02
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