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La activista iran Narges Mohammadi, Premio Nobel de la Paz | elmundo.es

La activista iran Narges Mohammadi, Premio Nobel de la Paz

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La defensora de los derechos humanos vive encarcelada y con graves problemas de salud

La iran Narges Mohammadi, ganadora del premio Nobel de la Paz 2023.AFP

A los 51 aos Narges Mohammadi ha pasado la mitad de su vida entrando y saliendo de prisin. Desde su celda ha recibido la noticia de que ha sido galardonada con el premio Nobel de la Paz de este ao, por su incansable trabajo por los derechos de las mujeres. Es desde la crcel tambin, con las limitaciones que implica este espacio, donde contina denunciando las constantes violaciones de derechos humanos que cometen las autoridades iranes. Hace diez meses fue condenada a diez aos, ocho meses de prisin y 154 latigazos por «delitos contra la seguridad nacional», por denunciar centenares de casos de tortura y violencia sexual en custodia policial.

El juicio se produjo en medio de las protestas contra el rgimen tras la muerte de la joven Mahsa Jina Amini, detenida por no llevar velo en el espacio pblico. El tribunal sentenci a Mohammadi en un juicio que apenas dur cinco minutos y en el que la activista no tuvo acceso a un abogado. Debido al carcter injusto de la condena, Mohammadi decidi no apelar como forma de protesta.

La persecucin de las autoridades contra Mohammadi aument tras la publicacin de su libro sobre la brutalidad penitenciaria en el pas, titulado ‘Tortura blanca: entrevistas con prisioneras iranes’, as como un documental sobre las prcticas de aislamiento que se imponen en muchas crceles del pas y que la propia activista ha sufrido en diversas ocasiones.

En agosto otro tribunal sentenci otro ao de prisin para la activista por «propaganda» por hablar sobre la situacin de derechos humanos en Irn con Javaid Rahman, el relator de derechos de Naciones Unidas. La «propaganda» de Mohammadi se trataba en realidad, de la denuncia con datos y testimonios de violencia sexual y abuso «sistemtico» en las detenciones de manifestantes tras la muerte de Mahsa Jina Amini.

La muerte de la joven en custodia policial, detenida por no llevar correctamente el velo islmico en el espacio pblico, provoc una ola de protestas por los derechos de las mujeres y contra el rgimen, al grito de «Mujer, vida y libertad», una proclama que usa constantemente Mohammadi en su lucha en la calle y desde prisin.

Grupos pro derechos humanos denuncian que en el ltimo ao ha aumentado gravemente la represin del rgimen, que no ha concedido ni una sola de las reivindicaciones de los manifestantes. Desde la muerte de Amini ms de 20.000 personas han sido detenidas en protestas y en sus hogares. La persecucin alcanza a cualquier persona que secunde una protesta o que hable con la prensa. Al menos 500 personas han muerto disparadas por las fuerzas de seguridad, mientras que aumentan las denuncias de tortura, agresiones sexuales y vejaciones en centros de detencin, casos que ha documentado extensamente Mohammadi. La activista, ingeniera de profesin, se interes por los derechos de las mujeres desde que estudiaba en la universidad. En aquellos aos, hace ms de dos dcadas, Mohammadi denuncia vejaciones similares contra las mujeres por parte del rgimen, desde detenciones por no llevar el velo en el espacio pblico a la separacin entre hombres y mujeres o el maltrato en las prisiones. Sin embargo, Mohammadi ha sealado que en el ltimo ao, el nivel de violencia sexual contra las mujeres detenidas «ha aumentado significativamente» y se trata de una prctica «sistemtica».

Las vejaciones y el aislamiento en prisin lo ha vivido en sus propias carnes. Desde hace ms de un ao, las autoridades iranes no le permiten recibir visitas de su marido y sus hijos. Tambin le han limitado el contacto con la organizacin en la que trabaja, el Centro de Defensores de los Derechos Humanos, una organizacin dirigida por Shirin Ebadi, otra activista por los derechos de las mujeres y premio Nobel de la Paz en 2003.

El aislamiento penitenciario ha mermado su salud. Mohammadi sufri este ao un ataque al corazn y la fiscala no le permiti ser tratada en un hospital externo. Sus problemas cardiovasculares no han sido tratados correctamente, denuncian grupos de derechos. La activista ha desarrollado adems, una enfermedad parecida a la epilepsia que le hace perder el control muscular. Pese a vivir en condiciones deplorables en el centro penitenciario, Mohammadi sigue trabajando para denunciar las violaciones de derechos contra las mujeres a pesar del coste que supone: un mayor aislamiento y ms tiempo en prisin.

Fuente de TenemosNoticias.com: www.elmundo.es

Publicado el: 2023-10-06 05:37:11
En la sección: Internacional // elmundo

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