Menú Cerrar

Muqtada al-Sadr pide disculpas y ordena a sus partidarios volver a casa tras los enfrentamientos en Irak | elmundo.es

Muqtada al-Sadr pide disculpas y ordena a sus partidarios volver a casa tras los enfrentamientos en Irak

Actualizado

La disputa entre el clrigo al-Sadr y los chies favorables a la influencia de Irn en el pas se ha traducido en luchas armadas con las fuerzas de seguridad iraques

Qu est pasando en Irak?/Vdeo: El Mundo

Los partidarios del clrigo chi Muqtada Sadr comenzaron a abandonar la ocupada sede del parlamento iraqu esta tarde, en respuesta a la llamada de su lder, quien en un mensaje televisivo ha pedido disculpas «al pueblo iraqu» por la participacin de los suyos en lo que segn l fue un acto de «sedicin» de sus rivales, que convirti las calles de Irak en un campo de batalla. El dirigente amenaz con disolver su propio movimiento si no abandonaban la cmara en una hora.

Horas despus, el presidente iraqu, Barham Saleh, dijo que la celebracin de elecciones legislativas anticipadas ayudara a poner fin a la crisis en el pas.

Atrs quedan unas horas crticas en las que el ruido de los fusiles, de las ametralladoras pesadas e incluso de algunos proyectiles hicieron temer una nueva guerra civil. Al despuntar el sol en la conocida como Zona Verde de Bagdad, el centro estratgico que alberga los principales edificios oficiales y numerosas legaciones diplomticas, enjambres de milicianos seguidores de una u otra referencia religiosa, muchos de ellos simplemente ataviados con tejanos y camiseta negra y un fusil en ristre, seguan contribuyendo al caos general. Sedes como el Parlamento fueron ocupadas.

Segn el medio ‘Al Arabiya’, al menos 35 personas han muerto y 380 resultaron heridas en lo que comenzaron como unas protestas en la capital y otros sitios del pas como Basra de los partidarios del poderoso clrigo chi Muqtada al-Sadr, decidido a exhibir msculo poltico. Aunque su fuerza poltica se impuso al resto en las urnas de las parlamentarias del pasado octubre, las llamadas de Sadr a formar un «gobierno de mayora nacional» para contrarrestar la influencia iran en el pas vecino no han cuajado.

Ante la amenaza de un estallido social y poltico, tanto Washington como Tehern, por mencionar dos de las entidades ms influyentes en Irak, han llamado a la calma. Si la embajadora estadounidense en Bagdad, Alina Romanowski, inst a las partes a «permanecer pacficas», Irn ha tenido que cerrar su frontera con el vecino hasta nuevo aviso. El conflicto coincide justo con el inicio de la peregrinacin anual que miles de chies realizan, en muchos casos a pie, hasta la ciudad santa iraqu de Kerbala.

Tamaa situacin ha sumido a Irak en una precariedad que dura meses. Si bien, por un lado, no ha podido reeditarse un Gobierno de equilibrio de pesos pesados, conocidos por sus tics corruptos y denostados por una parte notable de la poblacin, una alternativa tampoco ha podido salir adelante. Y al final, lderes como Muqtada al-Sadr han recurrido a una de sus especialidades: trasladar la presin poltica a las calles, aun a riesgo de desatar, como ocurri, una nueva oleada de violencia.

De acuerdo con el medio ‘Amwaj’, la de el lunes comenz con una disputa de tintes bizantinos entre Muqtada al-Sadr y el Gran Ayatol Kadhim Haeri. Sadr es poltico, jefe de una de las guerrillas que hostigaron a los invasores desde 2003 e hijo de uno de los Marya -referentes espirituales chies- ms relevantes. Pero, al mismo tiempo, este cabecilla carece de las credenciales religiosas de su ahora rival Haeri, quien, a la postre, fue discpulo de su to y por ello se convirti en referente para muchos sadristas.

El lunes, de forma casi imprevista, Kadhim Haeri, de 84 aos, anunci su renuncia a ser Marya argumentando el deterioro de su «salud y fuerza fsica». Para sorpresa de Sadr, Haeri se despidi instando a sus seguidores a tomar como referente sustitutivo al Gua Supremo de Irn, Al Jamene. Frente al tradicional ‘primus inter pares’ chi, la Repblica Islmica iran propugna la doctrina del Alfaqu, segn la cual el Lder, Jamene, acta como nica referencia espiritual y poltica para los chies.

Esto puede traducirse en ms influencia iran en su entorno inmediato. Segn ‘Amwaj’, nada ms saberse de la decisin de Haeri, Muqtada al-Sadr, que lleva aos tratando de alejarse de la sombra de los minaretes del seminario iran de Qom donde antao se exili, ha expresado su «percepcin de que la dimisin del Marya no fue por voluntad propia». Otros expertos, como la investigadora de la Middle East Initiative, Marsin Alshamary, tambin han apuntado a una posible influencia de Tehern en el repentino adis de Haeri.

La respuesta de Muqtada al-Sadr ha sido responder al pulso movilizando a sus bases. El lder anunci el lunes su «retirada final» de la poltica -un rdago similar al de ocasiones anteriores en las que trat de avanzar en sus fines polticos-, decret el cierre de casi todas las instituciones vinculadas a su movimiento y llam a los suyos a rezar «por si acaso muero». La reaccin fue instantnea: las calles de medio pas se llenaron de partidarios del cabecilla.

En ellas les esperaban no solo unas fuerzas de seguridad iraques superadas en nmero y, en algunos casos, incluso, en capacidad de fuego, sino tambin milicianos pro-Irn. As, la Zona Verde bagdad ha acabado convirtindose en escenario de una batalla campal sin visos de finalizacin. De poco ha servido el toque de queda declarado. O que una vez ms, maniobrando como el estratega poltico que es para reivindicar su poder frente a sus rivales, Sadr se declarara en huelga de hambre hasta que la violencia se apague.

Sin embargo, tras un da de choques en Bagdad, las fuerzas de seguridad iraques han anunciado este martes el levantamiento del toque de queda impuesto en todo Irak, tan solo unos minutos despus de que el influyente clrigo chi, Muqtada al-Sadr, pidiera a sus seguidores que se retiraran de la fortificada Zona Verde de Bagdad.

Conforme a los criterios de

The Trust Project

Saber más

Fuente de TenemosNoticias.com: www.elmundo.es

Publicado el: 2022-08-30 08:20:34
En la sección: Internacional // elmundo

Publicado en Clasificadas
WhatsApp