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Ómar Rincón rinde homenaje a Olga Lucía Martínez, periodista fallecida – Cine y Tv – Cultura

Ómar Rincón rinde homenaje a Olga Lucía Martínez, periodista fallecida - Cine y Tv - Cultura

Se murió la periodista que más sabía de televisión colombiana. Amaba verla. Le encantaban sus personajes. Sabía todo. Fue la fan crítica. Y la reportera eterna que nos creó el cielo de estrellas nacional.

Su nombre es Olga Lucía Martínez Ante. Su oficio, reportera de prensa. Esas periodistas que no vemos, pero son las que hacen el día a día de lo que todos sabemos. Y le gustaba ser eso: la reportera, no quería celebridad. Se hablaba con las estrellas, pero ella era la reportera.

Llevo 1.100 columnas. 21 años en EL TIEMPO. Y por cada jueves o viernes que mandaba mi escrito, puse al otro lado su nombre. Por tanta vida, al otro lado estaba Olguita, que me salvaba de errores en datos o me aludía a otros modos de comprender. Y si había algo que no le gustaba, me lo decía.

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Además, le podía preguntar cualquier duda que me la resolvía. Siempre con alegría y gozo, me daba pistas, me llevaba a ser menos mediocre. Como veía todo, preguntaba todo, sabía nuestra historia de farándula televisiva, se convirtió en la que lo supo todo de la televisión colombiana. Sus colegas dicen que sabía música, arte, cine, fiestas populares, pero no sabía de conocer experto sino con saber gozoso, o sea, ese que habita las emociones de estas cosas que nos hacen humanitos de verdad, de esa inutilidad que es la cultura y más las culturas populares, pero que sin ellas nuestras vidas no serían bonitas.

Para mí era la biblia de televisión. Experta en saborear ese mundo de banalidades que nos llevan a la profundidad de lo humano. Exquisita en sus frases deliciosas, de energía fascinante y siempre dispuesta a solucionar. Su alegría era natural. Era valluna y tenía ese lenguaje expresivo, sabroso e irónico de la gente de por allá.

Su alegría era natural. Era valluna y tenía ese lenguaje expresivo, sabroso e irónico de la gente de por allá

Con Olguita se va uno de esos oficios que no se ven: la reportera eterna que hace eso, preguntar, mirar, oír, conectar, contextualizar y contar. En ella podemos reconocer a los anónimos, esos que hacen posible que salga un periódico, un programa de radio o televisión. Esos que poco firman, no vociferan en Twitter ni gritan su ego a todos los vientos digitales y de coctel.

En ella va nuestro homenaje a los invisibles del periodismo, los que hacen este oficio por pasión y no buscando la celebridad. Y eso que Olguita se las podría dar de mucho: conocía, conversaba y reía con las celebrities, pero ella era una reportera.

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Hay muchos practicantes que pasaron por ahí y encontraron en ella a una profesora de periodismo. Algunxs descubrieron qué era la pasión, el periodismo, eso que hace que este oficio valga la vida y no está en las teorías. Y qué era la reportería de las noticias diarias. Muchxs se preguntan, ¿por qué no le hicimos el homenaje en vida? “¡Ay, no jodás, Ómar!”, diría.

¡Ay, mi amor! ¡Mi vida! Olguita, pura vida para vos y tu gente. Sigues editándome en silencio.

ÓMAR RINCÓN
Crítico de televisión
[email protected]

Fuente de TenemosNoticias.com: www.eltiempo.com

Publicado el: 2023-07-24 01:00:00
En la sección: EL TIEMPO.COM – Cultura

Publicado en Cultura