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El club de ‘traidores’ de Mourinho: Karsdorp, Casillas, Hazard, los recogepelotas del United y su peluquero | elmundo.es

El club de 'traidores' de Mourinho: Karsdorp, Casillas, Hazard, los recogepelotas del United y su peluquero

El lateral derecho de la Roma Rick Karsdorp acaba de unirse al selecto club de «ratas» y «traidores» de José Mourinho, del que ya formaban parte, entre otros muchos, Iker Casillas, Eden Hazard, Cesc Fabregas, Pedro, Lucas Shaw, los recogepelotas del United e incluso su propio peluquero.

Aunque Roma no paga a traidores, Mourinho no puede vivir sin ellos cuando vienen mal dadas. Ahora le ha tocado al holandés Rick Karsdrop, quien tras ser señalado por el entrenador portugués como máximo responsable de los males del equipo, ha tenido que huir a su país, después de ser acosado por los tiffosi en su propia casa.

«El esfuerzo del equipo fue traicionado por una actitud de un jugador poco profesional. Traicionó a todos los demás. El error es parte del juego, la actitud poco profesional e incorrecta hacia los compañeros no. Lo siento (…) Le he dicho que se buscara otro equipo en enero aunque sea difícil», le contó Mourinho a la prensa tras empatar 1-1 el pasado miércoles en el campo del Sassuolo.

Karsdorp tiene 27 años, llegó a la Roma 2017 desde el Feyenoord de la mano del director deportivo del Sevilla, Monchi, durante su breve etapa italiana. El pasado miércoles entró al campo en el minuto 64 y con 0-0 en el marcador. Y en 20 minutos le sobró tiempo para hacer tres cosas que sacaron de quicio a Mourinho. La primera no estar listo para entrar al campo, y tener que recibir las instrucciones del portugués mientras se vestía. Luego ponerse a echarle la bronca a un compañero cuando todo su equipo celebraba el 0-1. Y finalmente por perder la marca, e incluso reclamar fuera de juego mientras recuperaba la posición al trote, y el Sassuolo hacía el gol del empate.

Mourinho no le convocó para el último partido contra el Torino, y Karsdorp cogió a su familia y huyó a Holanda, desde donde colgó en su Instagram un fondo negro con dos corazones con los colores de la Roma, y un emoticono llorando. Sin él la Roma acabó también 1-1, y se ha ido al parón mundialista séptimo y fuera de puestos europeos.

Iker Casillas y José Mourinho tuvieron una difícil relación en el Real Madrid.EFE

Mourinho suele repetir este procedimiento casi al pie de la letra en todos sus destinos. Solo cambia el tipo de traición, que va desde la falta de compromiso a las filtraciones a la prensa. Durante su etapa en el Tottenham se filtró que sus sesiones les resultaban «aburridas y predecibles» a los jugadores. El portugués se reivindicó asegurando que sus métodos eran «insuperables», y empezó a buscar «ratas» en el vestuario, pero no las encontró. Entonces señaló por bajo rendimiento al francés Ndombelé, al que acusó de «esconderse» en los partidos.

En el Real Madrid también inició una búsqueda desesperada al final de su etapa, en 2013, como revelaría el ex portero Dudek con aquella famosa frase que soltó el portugués en el vestuario: «¿Dónde está esa rata? ¿Eres tú, Granero?». Al final la pagó Casillas: «Me tocó a mí (…) asumí como que yo era el topo», contaría ya como ex portero.

Es cierto que la metodología de Mou necesita de la fe ciega de sus jugadores, de crear una especie de hermandad, de vínculo familiar, de atmósfera en la que todos siguen al líder que se sienta en el banquillo. Al nivel de aquello que decía el ex delantero del Chelsea Didier Drogba, de que Mourinho: «Podría obligarme a hacer lo que quisiera: y yo lo habría hecho».

En su segunda etapa en el Chelsea, en la 2015-16, lo mismo, condicionado también por sus malos resultados. Tras perder inesperadamente ante el Leicester City dijo a los medios que algunos jugadores les estaban «traicionando» y, aunque no dio nombres, inmediatamente soltó pistas que señalaban directamente a Cesc Fábregas, Pedro y Eden Hazard. Precisamente de este último, tras fichar por el Madrid, siguió cuestionando su profesionalidad: «Es un jugador increíble con un entrenamiento pésimo. Solo puedes imaginar lo que podría ser con una actitud súper profesional».

José Mourinho abroncando a un recogepelotas del Crystal Palace en un partido contra el Tottenham.
José Mourinho abroncando a un recogepelotas del Crystal Palace en un partido contra el Tottenham.GETTY

Otro día se quejó de que algún jugador había filtrado la alineación que iba a poner antes de un partido de Liga de Campeones contra el Oporto, pero no a los medios, sino al rival. Mourinho confesó que se había quedado asombrado de que un antiguo contacto del club portugués conociera el once antes del partido.

Más tarde, en el Manchester United, otra vez la misma historia. Que un jugador había filtrado la alineación en un partido contra el Chelsea tres horas antes de empezar. Ahí también acusó a jugadores de traición por bajo rendimiento, como a Lucas Shaw, a quien gritaba instrucciones básicas desde la banda, y sobre el que luego dijo a los medios: «No puede seguir jugando con mi cerebro«.

En el United, acabaron cobrando hasta los recogepelotas de Old Trafford, a los que no llegó a acusar literalmente de traición. Como ahora a su lateral de la Roma, técnicamente ya ex lateral, acabó expulsándolos a todos por ser demasiado lentos al devolver el balón a sus jugadores en una eliminatoria de la EFL Cup ante el Hull City, y que al parecer estaban cortando el ritmo de los ataques del equipo. Al siguiente partido de Premier los reemplazó por otros nuevos.

Anteriormente, en 2014, ya había regañado públicamente a un recogepelotas del Crystal Palace por ralentizar deliberadamente la devolución de la pelota a sus jugadores: «Le dije que no hiciera eso porque corre el riesgo de que uno de mis jugadores le dé un puñetazo o pierda los estribos. No hagas eso porque corres el riesgo de un incidente. Pero alguien le dijo que hiciera eso».

También hay que decir que Mou también es capaz de todo lo contrario con sus recogepelotas, como le pasó a Callum Hynes, de 15 años, quien devolvió muy rápido un balón al Tottenham en un partido de Champions que acabó el gol. El portugués corrió a felicitarle, también se lo quiso bajar al vestuario al final pero Callum tenía examen de mates al día siguiente y se fue corriendo. Pero días después Mou se fue a buscarlo para llevárselo a una comida con el equipo.

La desesperada caza de brujas, o simple incapacidad para asumir sus errores, ha llegado a salpicar hasta a su peluquero durante su etapa en el Tottenham, cuando se presentó en 2020 a un partido con la cabeza rapada. Corte de pelo a traición. «Me quedé dormido y cuando desperté tenía tal desastre que le dije al peluquero que me cortase al uno porque espero que me vuelva a crecer», apuntó el portugués.

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Fuente de TenemosNoticias.com: www.elmundo.es

Publicado el: 2022-11-15 16:38:47
En la sección: Deportes // elmundo

Publicado en Deportes