Sudfrica, campeona del mundo de rugby y de la agona en una igualada final (11-12) contra Nueva Zelanda | elmundo.es

Doce puntos con el pie de Pollard dan el ttulo a los Springboks en un partido que los All Blacks disputaron con mrito y valenta pese a jugar la mitad en inferioridad numrica

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Gan los cuartos de final por un punto, las semifinales por otro y de nuevo por un solo punto se ha llevado este sbado el partido decisivo. Sudfrica ha batido a Nueva Zelanda (11-12) y revalida su ttulo de campeona del mundo de rugby. Lo consigue con un equipo que ha crecido en cada eliminatoria, que ha ido imponindose de forma agnica pero imparable a Francia, Inglaterra y, por ltimo, a los All Blacks.

Han salido este sbado los dos mejores conjuntos del hemisferio sur dispuestos a evitar riesgos. Su prioridad, llevar el baln cuanto antes, con el pie, a campo contrario. Del intercambio de patadas al intercambio de contratiempos. Nueva Zelanda se quedaba diez minutos en inferioridad por expulsin de Frizell y Sudfrica perda por lesin a su talonador MBonambi.

No tard el apertura Pollard en dejar su huella. Meti el primer tiro a palos (0-3, min. 2) para dar tranquilidad a sus compaeros. La defensa, muy arriba, de los Springboks dejaba sin baln ni espacios a los All Blacks, su ataque los haca recular, su dominio se traduca en puntos (Pollard 0-6, min. 12).

Nueva Zelanda haba sido en los partidos previos la escuadra ms peligrosa en la 22 rival. En su primera incursin de este sbado ha rozado el ensayo pero se ha conformado con el tiro a palos de Mounga (3-6, min. 17). Un minuto tardaba Pollard en responderle con la pierna telescpica (3-9, min. 18).

Tambin se presentaba Nueva Zelanda casi infalible en su saque de lateral y sin embargo no ha estado en el arranque a la altura de lo esperado. Le penalizaba adems su indisciplina. Su capitn, Cane, se iba diez minutos por golpear en un placaje con su cabeza la cara de un rival. Y el bnker arbitral converta la exclusin en definitiva tras la revisin de la jugada. Los All Blacks se quedaban con catorce para el resto de la final.

Aunque se rehicieron precisamente robando saques de lateral, el peor sntoma para ellos era la falta de buenos balones. Jugaban ahogados. Sudfrica manejaba los rucks, el ritmo y el marcador. Buscaba, a la mano o al pie, la espalda a la zaga negra. Otro intercambio de patadas entre Pollard y Mounga dejaba el resultado al descanso en 6-12. De fondo, un dato. Ningn equipo, en las nueves finales anteriores, haba remontado a la vuelta de los vestuarios.

Pese a las diferencias de estilo, coinciden All Blacks y Springboks en la solidez de su defensa. Una firmeza que han mantenido en la primera mitad y que ha estado a punto de romperse cuando Sudfrica ha rozado el ensayo en la reanudacin.

Jugaban los Springboks el partido que haban planteado. Mucha presin en los contactos, patadas altas de Pollard para que acudieran sus depredadores a la caza y la amenaza de sus alas. Cuando la final se les iba a los All Blacks, en una tarjeta amarilla al sudafricano Kolisi atisbaron una oportunidad.

Catorce contra catorce los ocenicos se vieron fuertes. Con el imponente Savea por delante, comenzaron a romper la lnea de ventaja, a buscar con determinacin el ensayo. Dos veces se quedaron a un metro. En otra, al fin con ritmo, la conexin de los medios Smith y Mounga acab en una marca anulada por baln adelantado. Sufriendo, como es habitual, Sudfrica resista. El combate en su lnea de marca era feroz, sobre cada contacto creca una pirmide de cuerpos retorcidos.

Percusin a percusin, incluso jugando ya contra quince, Nueva Zelanda encontr la luz. Beauden Barrett redobl por la banda a un Telea arrollador, recogi su baln y lo pos. Mounga no pudo transformar (11-12, min. 59). Los encuentros a dos palmos del suelo eran brutales. Nueva Zelanda, volcada en sus ofensivas; Sudfrica, atenta a rebaar cada baln perdido.

Acostumbra a jugar el conjunto verde y oro dos partidos en uno. Inicia el segundo cuando comparecen sobre el csped sus delanteros del banquillo. Ni con ellos, ni en superioridad numrica, ha conseguido Sudfrica frenar este partido. Disputada a la carrera, la final de repente favoreca a una Nueva Zelanda ya desatada. Con la iniciativa y balones veloces arranc la expulsin de Kolbe y un golpe de castigo lejano y esquinado en el que Jordie Barret roz la remontada.

Los All Blacks, acordes con su leyenda, trataban de jugar cada baln, avanzando a la desesperada contra la defensa y contra el reloj. En el ltimo minuto, una mel decidi el Mundial. La introdujo Sudfrica, la mantuvo a duras penas, con ella cerr la conquista de un cuarto ttulo que tambin ha merecido Nueva Zelanda.

Desde que perdieron contra Irlanda en la primera fase, han sido estos muy curtidos Springboks un ejemplo de conviccin. Han sufrido muchos minutos de marcadores adversos, han exprimido a los rivales con remontadas in extremis. Este sbado, su juego colectivo y los 12 puntos al pie de Pollard les han puesto por delante desde el comienzo. Con fuerza y veterana han aguantado. Ocho mundiales ha disputado Sudfrca, ha vencido en cuatro. Nunca ha perdido la final. Si su estilo puede discutirse como una cuestin de gustos, no hay margen para rebatir su legado ganador.