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el barril borra más de 10 dólares en una semana

el barril borra más de 10 dólares en una semana

Otro giro brusco en los mercados. Tras una racha alcista que resucitó muchos miedos, el petróleo se ha desplomado en pocos días. A finales de la semanada pasada, tanto el barril de Brent, el crudo de referencia mundial, como el del West Texas Intermediate (WTI), el de referencia en EEUU, alcanzaron sus precios más altos desde el pasado mes de noviembre, hace más de 10 meses. El barril de Brent escaló hasta el jueves pasado a los 96,74 dólares (máximo intradía) mientras el de WTI se aupó en la misma jornada hasta los 95,03. Este viernes ambos cotizan en los 84 y los 82 dólares respectivamente. En la semana, el primero pierde más de un 11% y el segundo más de un 9%. Particularmente significativa fue la jornada del miércoles de esta semana, cuando ambos borraron más de un 5%. ¿Qué ha ocurrido para un cambio tan repentino?

«¡Qué diferencia puede marcar una semana!», exclama en un comentario de este viernes Carsten Fritsch, analista de materias primas de Commerzbank. «A mediados de la semana pasada, el Brent se dirigía con paso firme hacia los 100 dólares por barril, pero ahora cotiza muy por debajo de los 90 dólares. El miércoles se produjo incluso su pérdida diaria más pronunciada en más de un año. La percepción del mercado de la situación, es decir, el sentimiento del mercado, ha dado un giro completo en los últimos días de negociación, cambiando su enfoque de la oferta actualmente ajustada a la preocupación por la debilidad de la demanda», escriben.

Esta reversión, explica, fue impulsada por el informe del Departamento de Energía de EEUU, publicado el miércoles, de que la demanda promedio de gasolina en en el país durante las últimas cuatro semanas había caído a su nivel más bajo en esta época del año en 25 años.

«Los precios del petróleo han bajado en línea recta desde su máximo de la semana pasada, cayendo casi 10 dólares por barril en pocos días. Creemos que el principal motor ha sido la recogida de beneficios en el mercado de futuros, donde el ánimo había subido hasta niveles excesivamente alcistas últimamente. Fundamentalmente, la situación del mercado no parece haber cambiado. Las últimas subidas de los tipos de interés no deberían hacer descarrilar la economía, sino más bien apuntalar su fortaleza subyacente y su capacidad para absorber unos costes crediticios más elevados», apunta en una nota Norbert Rücker, estratega de Julius Baer.

En cambio, prosigue Rücker, la situación de la oferta en el mercado del petróleo parece más estable de lo que se ha descrito recientemente: «El almacenamiento de petróleo en Norteamérica, Europa y China es suficiente, y no se aprecia ninguna tendencia preocupante de endurecimiento. En EEUU, los menores niveles de almacenamiento de crudo se compensan con mayores niveles de productos petrolíferos. La agresiva política de producción de las petro-naciones no está justificada y limita los suministros, pero sus efectos se ven parcialmente compensados por el aumento de las exportaciones de Irán, Venezuela y África Occidental. Como respuesta a la política petrolera de Arabia Saudí y Rusia, Occidente adopta una postura laxa en las sanciones contra los Estados paria».

El analista considera que la brecha entre demanda y oferta podría no ser tan amplia como se temía, y de cara al futuro lo más probable es que se invierta, asegura: «El consumo de petróleo debería prácticamente estancarse en el futuro por diversas razones, como los retos económicos de China o el rápido cambio hacia la movilidad eléctrica, mientras que la producción sigue aumentando de forma incremental en diversas fuentes. Mantenemos nuestra visión prudente y prevemos precios más bajos hacia 2024, por razones específicas del mercado del petróleo y no por motivos económicos más amplios».

Henri Patricot, analista de UBS GWM encargado del petróleo, se explica la abrupta caída de estos días también por el gran aumento de los inventarios de gasolina en EEUU y la baja demanda implícita, a lo que une la reciente debilidad de los márgenes de refino. También hace mención a unas informaciones de Axios que apuntan a un posible acuerdo de amplio espectro entre EEUU y Arabia Saudí, con relaciones tensas últimamente, que incluya términos energéticos. Lo que no ha podido influir, subraya, es la decisión de la OPEP+ en su reunión de esta semana de mantener los recortes en la producción ya pactados, algo con lo que se contaba. Arabia Saudí mantendrá su recorte voluntario de un millón de barriles diarios hasta finales de 2023, mientras que Rusia seguirá con su freno voluntario a las exportaciones de 300.000 barriles al día hasta finales de diciembre.

Sin dejar el plano geopolítico, los analistas ponen el foco sobre Arabia Saudí. Louis Navellier, de Navellier Associates, cree que el país sigue controlando los precios del crudo y los mantiene altos para contribuir a que el presidente de EEUU, Joe Biden, pierda las elecciones presidenciales de 2024 con anteriores críticas de Biden al país como telón de fondo. Por contra, en la línea con las informaciones recogidas por UBS, Alan Ruskin, de Deutsche Bank, llama la atención sobre los actuales intentos de la Administración Biden de negociar un acuerdo de paz entre Arabia Saudí e Israel, en medio de especulaciones de que también implicaría una alianza defensiva y algún entendimiento en términos de suministro de petróleo.

Fuera del tablero político, los expertos financieros también señalan a otros rincones del mercado. El vínculo con los rendimientos de los bonos del Tesoro de EEUU, que han bajado ligeramente en los dos últimos días a la vez que caía el petróleo, también es importante, argumentan. La tesis es que escenario de auge de la demanda se apoya en el aumento del rendimiento de los bonos del Tesoro, que en igualdad de condiciones implica que la economía se está fortaleciendo. Así, el petróleo ha subido a medida que el mercado de renta fija se vendía: la impronta del ‘tipos de interés altos por más tiempo’ de la Reserva Federal. Para los estrategas de Citigroup, entre ellos Alex Saunders, es sencillo, el pico del petróleo coincide con el de los tipos. «Los grandes repuntes del precio del petróleo suelen coincidir con ventas en los bonos -subidas en los tipos- y la tendencia se suaviza en el pico», escriben en una nota recopilada por Bloomberg.

Fiona Cincotta, analista sénior de mercados de City Index señala con el dedo al dólar. Como el petróleo se cotiza en dólares, un dólar más fuerte tenderá a hacer bajar el precio del petróleo, y viceversa, explica. También tiende a amplificar el efecto de una subida de precios para muchos en todo el mundo cuando su moneda se debilita frente al dólar. «Eso encarece mucho el petróleo en divisas», afirma. «Hay muchos factores que están apoyando ese movimiento bajista y el único apoyo real al alza proviene de la escasa oferta».

Pesimismo y optimismo con la OPEP+

Ante la dificultad de visumbrar un horizonte claro, Fritsch, de Commerzbank vuelve a traer al frontispicio a Arabia Saudí: «Han vuelto a subir para noviembre sus precios de venta oficiales para los envíos de petróleo a Asia y ahora cobra una prima de cuatro dólares por barril de Arab Light en comparación con la referencia Omán/Dubai. La última vez que fue superior fue en diciembre de 2022. Esto apunta a una demanda suficientemente fuerte, lo que hace que la caída de los precios del petróleo provocada por las preocupaciones sobre la demanda tenga un cariz bastante diferente». «Por lo tanto, el sentimiento actual en el mercado del petróleo puede ser peor de lo que sugiere la situación real«, avisa.

También cauto se muestra Warren Patterson, estratega de materias primas de ING: «Es probable que la OPEP+ se vea sometida a una mayor presión política para reintroducir más oferta en el mercado si los precios suben mucho. El año que viene se celebran elecciones en dos importantes países consumidores de petróleo, EEUU y la India, y es probable que estos gobiernos quieran minimizar cualquier posible presión inflacionista. Sin embargo, no hay garantías de que la OPEP+ o los saudíes atiendan a las peticiones de aumentar la oferta. A la OPEP+ le resultará cada vez más difícil afirmar que su objetivo es la estabilidad de los mercados cuando existe un gran déficit, los precios se acercan a los 100 dólares por barril y el grupo está reteniendo una cantidad considerable de oferta del mercado».

Para Patterson, ha quedado muy claro que la OPEP+ tiene el control total del mercado del petróleo: «Ha costado, pero el grupo ha conseguido hacer subir los precios. El limitado crecimiento de la oferta de los países no pertenecientes a la OPEP+, en concreto de EEUU, ha dado al cártel a confianza necesaria para recortar la oferta y subir los precios sin riesgo de perder una cuota de mercado significativa». Para que el control de la OPEP+ se afloje, concluye, probablemente se tendría que asistir a un resurgimiento del crecimiento de la oferta de petróleo estadounidense y «es poco probable que esto ocurra pronto, ya que la actividad de perforación en EEUU se ha ralentizado significativamente este año».

Laidler (eToro): «La OPEP+ está reduciendo la oferta, pero está exagerando su posición. La demanda es sensible a los precios más altos y, en última instancia, se autorregula»

«Unos precios del petróleo elevados son menos aterradores hoy que en el pasado. La OPEP+ está reduciendo la oferta, pero está exagerando su posición. La demanda es sensible a los precios más altos y, en última instancia, se autorregula. La solución a los precios altos es tener precios altos«, sentencia Ben Laidler, estratega de eToro. El petróleo a 90 dólares no ha llevado al mundo a una recesión como lo hizo en la década de 1970», remata.

Desde UniCredit, Edoardo Campanella hace énfasis en que la actual situación de escasez de oferta «es puramente artificial y no se corresponde con un superciclo petrolero». Su punto de partida es que, mientras que la brecha entre la oferta y la demanda se sitúa actualmente en torno a 1,5 millones de barriles al día, la capacidad sostenible sobrante entre los miembros de la OPEP+ ronda los 5,6 millones de barriles diarios, es decir, cuatro veces la escasez actual. Los suadís encabezan el grupo con más de tres millones de barriles que pueden activarse en menos de 90 días y mantenerse durante un periodo prolongado. A pesar de la escasa inversión en todo el sector durante los últimos años, existe suficiente capacidad excedentaria para absorber los aumentos de la demanda en un futuro no muy lejano – a pesar de que se espera que el consumo se estabilice pronto en respuesta a la aceleración de la transición ecológica, detalla el experto.

«Evidentemente, mientras no se active esta capacidad excedentaria, el mercado físico sufrirá y los precios se mantendrán elevados. Sin embargo, la OPEP+ tiene fuertes incentivos para bombear más, mitigar la escasez de oferta y evitar una fuerte contracción de la demanda. En el caso de países como Arabia Saudí y los Emiratos Árabes Unidos, con abundante capacidad excedentaria, el aumento de los volúmenes podría compensar parcial o totalmente la bajada de los precios», continúa.

«Los demás países de la OPEP+ que disponen de poca o ninguna capacidad excedentaria sufrirían las consecuencias de unos precios más bajos, ya que sus exportaciones no variarían, pero la alternativa para ellos no sería necesariamente mejor. Si los precios del petróleo se sitúan por encima de los 100 dólares en un momento en que las perspectivas económicas de las economías avanzadas ya se están deteriorando, sus ingresos podrían disminuir de todos modos como consecuencia de una menor producción, a pesar de unos precios más altos – suponiendo una elasticidad positiva de la demanda para los precios actuales», concluye.

Fuente de TenemosNoticias.com: www.eleconomista.es

Publicado el: 2023-10-06 18:41:55
En la sección: elEconomista Mercados

Publicado en Economía y Finanzas