la policía salva a un hombre que no podía frenar su coche «inteligente»

Cada vez se aplican más avances tecnológicos en objetos y actividades que usamos y hacemos todos los días, y mientras esto suele ser para facilitar y mejorar nuestras vidas, no siempre es un camino de rosas. Si hay algo que negativo de todas estas novedades, es que muchas veces tienen fallos que los usuarios no tenemos ni idea de solucionar y aunque esto sea muchas veces algo simple, hay ocasiones en las que incluso la vida está en juego.

Brian Morrinson, es un hombre escocés de 53 años que conduce un MG ZS EV, pero después de lo que vivió el pasado fin de semana, asegura que ahora se lo pensará dos veces antes de montarse en él.

Esto es porque, el pasado domingo Morrison cuando volvía a su casa del trabajo notó algo raro cuando se acercaba a una rotonda y cuando fue a frenar, el coche no le quiso hacer caso. Al parecer el coche sufrió un error y quedó atascado a una velocidad de 50 km/h, y aunque frenase o hiciese lo que fuera, el vehículo no paraba.

«Conseguí dar la vuelta a la rotonda yendo a unos 50 km/h, y luego tenía un largo camino por delante, así que supuse que se pararía sin que yo acelerara, pero no fue así» recoge EuroNews. Ante esta situación, el aterrado conductor decidió llamar a los servicios de emergencia, quienes enviaron a unos agentes a la localización de Morrinson a la vez que pusieron a ingenieros al teléfono para darle asistencia técnica con objetivo de solucionar el problema desde dentro.

«El coche huía, no podía hacer nada»

Como es lógico, esta situación era también nueva para los agentes, que no sabían muy bien qué hacer para detener al vehículo. El conductor trató de todas las maneras apagar el coche, pulsando todos los botones, intentando quitar la llave, pero nada funcionaba y el coche seguía avanzando y sorteando rotondas y semáforos.

Ante la infectividad de la solución técnica, la policía decidió probar con algo más práctico, e hicieron que el conductor se chocara con la parte de atrás de su furgón antes de que entrara en una zona todavía más urbanizada.

La maniobra fue exitosa, y Morrinson consiguió salir del «secuestro» de su propio coche ileso, eso sí, cuando quitaron la furgoneta de delante, el coche seguía avanzando, por lo que tuvieron que esperar a que llegaran los expertos del RAC que al hacer un análisis del coche, descubrieron numeroso fallos en él.