Los datos más recientes que se desprenden de la Encuesta Nacional de Alimentación en la Población Infantil y Adolescente en España ponen de manifiesto que los niños entre 6 meses y 17 años no consumen toda la verdura que deberían, para hacer frente de la manera más saludable a su proceso de crecimiento.
La escasez de consumo de frutas y verduras puede ocasionar un aumento de casos de obesidad infantil, problemas cardiovasculares y diabetes tipo 2. La Organización Mundial de la Salud, por su parte, establece en 400 gramos diarios la cantidad ideal de consumo de frutas y verduras en la infancia y adolescencia, algo que no se cumple en ningún caso.
Consciente de la aversión de los más pequeños hacia el consumo de verduras, el chef vasco Karlos Arguiñano propone una manera de cocinar los productos ‘verdes’ en fritura, acompañados de salsa de soja, para conseguir el objetivo de los padres españoles y que sus hijos estén bien alimentados.
Cómo cocinar y comer las verduras: nociones previas
Antes de poner manos a la obra y llevar a la práctica la receta que propone Arguiñano, el famoso chef recomienda lavar muy bien las verduras y las hortalizas antes de consumirlas. Si podemos elegir, conservarán muchas más propiedades saludables en crudo, frescas y sin pelar.
Las verduras no admiten demasiado bien los remojos, puesto que tienden a ablandarse en exceso, así que es aconsejable que las lavemos y consumamos lo antes posible. Si tenemos que cocerlas (como es el caso de su plato de judías verdes rebozadas), que sea el tiempo justo, dejándolas al dente, y escurriéndolas perfectamente antes de su consumo.
El truco del chef para que los niños coman verduras
Karlos Arguiñano propone una manera muy sencilla de ‘camuflar’ esos alimentos verdes que no entran por los ojos a los más pequeños de la casa. Aunque la receta que comparte está elaborada con judías verdes, puede llevarse a cabo exactamente igual con zanahorias o calabacines, por ejemplo.
Las judías verdes tipo tempura del chef se presentan como un apetitoso aperitivo, que se ofrece junto con un bol de salsa de soja en la que los pequeños puedan ‘mojar’ y divertirse, al tiempo que los padres garantizan ese aporte nutricional imprescindible en su desarrollo.
Así se hacen las judías verdes en fritura de Karlos Arguiñano
Para conseguir que los niños coman verduras, si apenas darse cuenta, en este caso judías verdes fritas, necesitarás medio kilo de judías verdes, 150 gramos de harina, 3 huevos, un diente de ajo, aceite de oliva virgen extra y sal.
Por lo que se refiere al paso a paso, lo primero que debemos hacer es calentar una cazuela con agua. Eso, en el caso de que queramos hervir nosotros las judías verdes crudas para darse ese toque al dente deseable. Si tenemos prisa, siempre está la opción de comprarlas cocidas ya (escurriéndolas bien, eso sí).
Si las cocemos en casa debemos lavarlas bien, cortar los dos extremos, y partirlas en tres trozos. Aconsejamos elegir las vainas redonditas pequeñas, para que el resultado final sea tan divertido como el de la propuesta de Arguiñano.
Batimos con unas varillas los tres huevos y lo mezclamos con la harina. En el líquido resultante es donde ‘bañaremos’ las judías en bloques y con ayuda de dos cucharas las agruparemos. Una vez el aceite de la sartén esté muy caliente, iremos friendo por ambas caras las ‘tortillas’ de judías verdes. Previamente, habremos echado un diente de ajo con piel hasta que el aceite manifieste las ‘burbujas’.
Al sacar estas ‘tortillas’ las dejamos escurrir en una fuente sobre papel de cocina absorbente. A la hora de servir, Arguiñano propone presentarlas con un bol pequeño de salsa de soja para mojar las judías verdes fritas en él.
Beneficios nutricionales de las judías verdes
Las judías verdes, originarias de América, tienen un gran valor gastronómico por su sabor, y porque son fuente de multitud de nutrientes necesarios para el correcto funcionamiento del organismo.
De los dos tipos más comunes, las planas y las finas redonditas, son estas últimas las que se utilizan en recetas más delicatessen, por su textura y sabor más suaves.
Estas legumbres (sí, sobre el papel son legumbres, aunque en cocina se emplean como una verdura) son ricas en fibra (que regulariza el tránsito intestinal), vitamina C, magnesio, potasio y hierro, a lo que suman su escaso aporte calórico, ideal para no ganar peso. Puesto que contienen un 80 por ciento de agua, contribuyen a que el organismo elimine líquidos y se mantenga hidratado, arrastrando las toxinas.
Pero lo más importante de las judías verdes lo aporta su gran poder antioxidante, que ayuda a neutralizar los efectos nocivos de los radicales libres y retrasa el envejecimiento celular de los tejidos. Además, son antiinflamatorias, favorecen la producción natural de colágeno, ayudan en los procesos de cicatrización y refuerzan el sistema inmunitario.
Su gran contenido en betacarotenos favorece el mantenimiento de unos huesos fuertes y una correcta salud visual, al tiempo que tienen la capacidad de reducir los niveles altos de colesterol malo (LDL).
Fuente de TenemosNoticias.com: www.20minutos.es
Publicado el: 2023-11-19 13:00:00
En la sección: 20MINUTOS.ES – Gastronomía