La cocina, o sea, la despensa está repleta de aromas. A la hora de comer, los españoles pensamos más en los sabores de los alimentos, pero también se come con la vista y con el olfato. En realidad, esto último es fundamental. Algunos de los productos que cocinamos tienen en su aroma su principal virtud. Y si es así, ¿por qué limitarlos a nuestras recetas?
Efectivamente, hay alimentos que podemos utilizar como ambientador más allá de su uso en la cocina. De hecho, cada vez buscamos más alternativas naturales a muchos de los productos de cuidado personal o de artículos del hogar, ya que suponen una forma mucho más ecológica y respetuosa con el medio ambiente y con nuestro propio cuerpo.
No hay que olvidar que los ambientadores industriales (químicos) contienen disolventes que son potencialmente nocivos para la salud. Pueden provocar o empeorar el asma, bronquios o migrañas, especialmente en sujetos sensibles. La alternativa es ventilar bien las habitaciones… y confiar en los productos naturales.
Hay ingredientes naturales de nuestra despensa que podemos utilizar para hacer ambientadores. Estos seis son un buen ejemplo:
Cítricos
Naranjas y limones son imprescindibles a la hora de crear un ambientador natural. Refrescan y proporcionan un aroma natural ideal para las cocinas. La piel de los cítricos pueden eliminar malos olores en la cocina y dejar un aroma fresco y agradable. Colocando clavos en la piel de una naranja o un limón tendremos un maravilloso ambientador.
Membrillo
El membrillo es el fruto del árbol de membrillo (Cydonia oblonga). Esta fruta de otoño tiene un sabor único y una textura firme. En la cocina es perfecto para preparar conservas y dulces. Pero es perfecto como ambientador. Cuando son bien frescos y maduros desprende aromas muy agradables que recuerdan a la manzana, con toques especiados. Podemos colocar membrillos por toda la casa y tener así un maravilloso ambientador natural.
Café
Los granos de café al natural también desprenden un buen aroma que podemos aprovechar. Son un ambientador duradero y natural, que nos aporta un aroma agradable e intenso. Además, son perfectos para eliminar el olor a tabaco u otros malos olores y dar un aroma agradable e intenso al lugar. Tan sencillo como poner granos de café en un cuenco y colocarlo en la parte de la casa que nos interesa. Si empieza a perder olor removemos los granos o añadimos un poco de agua.
Canela
Las ramas de canela proporcionan un aroma inconfundible. Las podemos introducir en pequeños saquitos de tela o se pueden mezclar también con piel de naranja.
Hinojo
El hinojo es una planta aromática que abunda en toda la cuenca del Mediterráneo. Lo podemos encontrar en las zonas rurales a lo largo de los caminos. A partir de las semillas del hinojo (Foeniculum vulgare) podemos obtener aceite. Tiene un aroma parecido al del anís estrellado y un poco al regaliz. Una de las variedades más populares es el aceite de hinojo dulce.
Lavanda
Es una planta de carácter rústico (no requiere de muchos cuidados) y una de las plantas aromáticas por excelencia. El de la lavanda es un perfume que huele a verano y a campo. Podemos hacer sacos o bolsas, llenándolos tanto con las flores como con las hojas. También vale colocar un cuenco con trozos de esta planta en cualquier parte de la casa. En este caso, además de la propia planta, cabe utilizar el extracto o aceite esencial de lavanda (un cuenco con agua y unas cuantas gotas).
Fuente de TenemosNoticias.com: www.20minutos.es
Publicado el: 2024-01-16 12:30:00
En la sección: 20MINUTOS.ES – Gastronomía