El trastorno depresivo mayor es una de las condiciones más incapacitantes a nivel global. Afecta el funcionamiento psicosocial y empeora otros problemas de salud. Aunque factores como el estrés o la genética están bien documentados, cada vez más estudios apuntan a la alimentación como un elemento clave. Ahora le toca el turno a la sal.
El consumo elevado de sal ha sido relacionado con enfermedades cardiovasculares y renales. Sin embargo, poco se sabía sobre su impacto directo en la salud mental. Este nuevo estudio, realizado por investigadores de la Universidad Médica de Nanjing y publicado en The Journal of Immunology, demuestra que una dieta alta en sal puede inducir síntomas de depresión a través de una vía inmunitaria específica.
Los resultados ofrecen una explicación biológica para el vínculo entre dieta y depresión. Los autores identificaron a la citocina IL-17A como el factor clave que conecta el consumo de sal con los comportamientos depresivos en ratones.
El modelo experimental: Dieta salada y cambios de conducta
Para comprobar el impacto de una dieta alta en sal, los científicos alimentaron a un grupo de ratones con una dieta que contenía 8% de sal en la comida y 1% en el agua durante 5 a 8 semanas.
Un segundo grupo recibió una dieta normal, y un tercero fue sometido a estrés físico como modelo positivo de depresión.
Los ratones alimentados con sal mostraron menos exploración, más ansiedad y mayor inmovilidad en pruebas conductuales. Estas respuestas son interpretadas como indicios de desesperanza, un marcador clásico de comportamiento depresivo en modelos animales.
Estos cambios no se debieron a un deterioro físico general. Ni el peso corporal ni la presión arterial se vieron afectados, lo que indica que el impacto fue específico del sistema nervioso y el comportamiento.

IL-17A: La molécula inflamatoria implicada en la depresión
Uno de los hallazgos centrales fue el aumento significativo en la producción de la citocina IL-17A en los ratones que consumieron sal. Este compuesto inmunitario ha sido asociado previamente con enfermedades inflamatorias y también con síntomas depresivos.
Los investigadores detectaron niveles elevados de IL-17A en el bazo, la sangre y el cerebro de los ratones.
Este patrón sugiere que la sal activa una respuesta inmunitaria sistémica que se extiende al sistema nervioso central, donde puede alterar el estado emocional.
Para validar esta hipótesis, los científicos utilizaron ratones modificados genéticamente sin la capacidad de producir IL-17A. Estos animales no desarrollaron comportamientos depresivos, a pesar de haber sido alimentados con la misma dieta rica en sal.
El eslabón entre la sal y el cerebro
El siguiente paso fue identificar las células responsables de la producción de IL-17A. Los investigadores encontraron que las células inmunitarias llamadas γδT17 eran la fuente principal de esta citocina en los ratones con dieta salada.
Estas células, una subpoblación de linfocitos γδT, se activaron especialmente en los tejidos del cerebro, el bazo y la sangre. Al administrar un anticuerpo que bloquea estas células, los síntomas depresivos desaparecieron en los ratones, a pesar de seguir recibiendo sal.
Este resultado demuestra que las γδT17 son necesarias para que la dieta salada provoque efectos en el estado de ánimo, y sugiere una vía terapéutica potencial.

Mismo comportamiento, sin IL-17A: una confirmación contundente
Los ratones sin la capacidad genética para generar IL-17A fueron clave en el estudio. Al recibir la dieta alta en sal, estos animales no presentaron los cambios de comportamiento observados en los ratones normales. Permanecieron activos y exploradores, y no mostraron signos de desesperanza.
Esto confirma que IL-17A no solo está presente, sino que es imprescindible para que se desarrollen síntomas depresivos en este modelo.
La combinación de evidencia genética e inmunitaria proporciona un marco sólido sobre el mecanismo identificado.
Además, la ausencia de efectos sobre el apetito, peso y presión arterial descarta que el malestar físico general haya inducido la conducta depresiva. El componente emocional parece estar mediado por una respuesta inflamatoria específica.
¿Qué implicaciones tiene para la salud humana?
Aunque los resultados se obtuvieron en ratones, tienen importantes implicaciones para las personas. El estudio sugiere que el exceso de sal podría promover alteraciones emocionales a través del sistema inmunitario.
Esto podría explicar por qué las dietas occidentales, altas en sal y alimentos procesados, se asocian con mayores tasas de depresión. También ofrece una razón adicional para seguir recomendaciones como la dieta DASH o la mediterránea, que promueven el consumo de alimentos frescos y bajos en sodio.
El hallazgo de que la modulación inmunitaria puede tener un rol en la salud mental abre nuevas vías para el tratamiento.
Bloquear la producción de IL-17A o inhibir las células γδT17 podrían convertirse en estrategias complementarias a la psicoterapia o los antidepresivos clásicos.

Una vía inflamatoria que une dieta y depresión
Este estudio aporta una conexión clara entre una dieta rica en sal, la activación de una respuesta inmunitaria y el desarrollo de síntomas depresivos. La clave está en la citocina IL-17A y en las células γδT17 que la producen, que actúan como mensajeros entre el cuerpo y el cerebro.
Aunque se requieren estudios en humanos para confirmar estos resultados, la investigación representa un avance importante. Revela cómo lo que comemos puede tener un impacto directo sobre nuestro estado de ánimo, no solo a través de neurotransmisores, sino también a través del sistema inmunitario.
Reducir el consumo de sal puede ser una herramienta más para cuidar la salud mental, y una invitación a considerar la alimentación como parte esencial del tratamiento y la prevención de la depresión.
Referencias
- Lu D, Chen W, Sun W, et al. High-salt diet drives depression-like behavior in mice by inducing IL-17A production. J Immunol. (2025). doi:10.1093/jimmun/vkaf019
Fuente de TenemosNoticias.com: www.muyinteresante.com
Publicado el: 2025-04-05 11:00:00
En la sección: Muy Interesante