A mediados de junio pasado, el coronel Carlos Andrés Martínez Romero —quien cumplió 26 años de servicio en la institución— asumió como comandante del Departamento de Policía Antioquia.
En su jurisdicción tiene a cargo la seguridad de 100 municipios y seis subregiones antioqueñas, con 142 unidades de policía y 4.700 uniformados, que patrullan el complejo territorio del departamento.
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En entrevista con EL TIEMPO, el coronel destacó —tres meses después de su llegada— el respeto y cariño que tiene la gente hacia la institución, lo cual, según indicó, ha facilitado su trabajo en este corto periodo.
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Además, el comandante habló sobre la situación de orden público en cada una de las subregiones, el adoctrinamiento de estructuras criminales a la población civil, el reclutamiento de menores y el plan para la cosecha cafetera en el Suroeste.
El coronel Carlos Martínez, comandante del Departamento de Policía Antioquia.
¿Cuál es el panorama de la seguridad en el departamento?
Antioquia tiene unas particularidades especiales al ser un motor económico, social y de desarrollo para el país. La seguridad tiene bastantes actores. Tenemos presencia criminal del ‘Clan del Golfo’, del Estado Mayor Central, algunos grupos de delito organizado, particularmente, generando actividades de tráfico y narcotráfico, pero aquí lo que sí podemos indicar es que también hay un factor muy grande de institucionalidad. Se trabaja de manera articulada con la Gobernación, con los 100 alcaldes de los municipios que tiene la jurisdicción policial en Antioquia y, sobre todo,
¿Cómo está la situación en cuanto a delitos?
Tenemos una reducción en el homicidio muy importante. Un aspecto a resaltar es la reducción en el hurto a personas también de un 5 por ciento. Tenemos una reducción en las lesiones personales y sí hemos tenido un incremento en secuestros. Se han presentado 16 casos este año, de los cuales cinco son extorsivos y los otros están asociados a circunstancias personales. En la extorsión también hay una reducción del 4 por ciento, pero aquí yo quiero invitar a la gente a denunciar porque somos conscientes de que es el delito que más afecta a la tranquilidad.
¿Cómo ha sido la actuación de la Policía en el marco de la ‘Paz Total’?
La actuación de la Policía es permanente. Es un servicio público interrumpido y la instrucción que se tiene desde el Gobierno Nacional es trabajar en función de lo que interpreta la Constitución Nacional y la ley para la Policía Nacional.
Hablemos de subregiones. En el norte hay temor por la presencia de las disidencias de las Farc y los panfletos intimidatorios, por ejemplo, en Briceño ¿Qué pasa en allí?
Aquí quiero indicar que de las nueve subregiones, tenemos ocho con reducción de homicidios. La Policía Antioquia tiene jurisdicción en seis subregiones y cinco tienen reducción. Eso es un indicador del mejoramiento de las condiciones. Desde luego, hay actores armados en el departamento. Cuando usted hace referencia a Briceño, pues se generó a partir de un pasquín por redes sociales. Se determinó que es un pasquín que carece de validez y es apócrifo
A lo largo de este año se conocieron videos de las disidencias de las Farc en escuelas y colegios del norte de Antioquia.
Denuncias Antioquia
¿Es más el pánico que el poder real de estas estructuras?
Son acciones criminales de desinformación, de causar pánico colectivo, afectar la tranquilidad y utilizar las redes sociales negativamente para causar temor.
También se ha denunciado el adoctrinamiento ¿Qué le hacen a las comunidades?
Históricamente, ejercen un factor de presión sobre las comunidades que son obligadas, de cierto modo, a facilitar, a dar ayudas y también a escuchar la doctrina criminal de estos grupos delictivos. Aquí el llamado es a que no se instrumentalicen las comunidades ni los niños, niñas y adolescentes en factores que tienen que ver con hechos delictivos.
Ellos han querido mantener una presencia histórica en estas regiones, pero aquí decirles que la Policía Nacional y el Ejército trabajamos articuladamente, de manera especial, en la parte rural, donde tenemos una muy buena comunicación con los presidentes de las Juntas de Acción Comunal y con las personas en las veredas.
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¿Y en cuanto al reclutamiento de niños, niñas y adolescentes?
Este año se han rescatado 20 menores en dos operaciones en las que se les ha quitado esa capacidad criminal y de daño, tanto al ‘Clan del Golfo’ como al Estado Mayor Central. Lo primero es trabajar por nuestros menores para restablecer sus derechos y dar garantías para que las comunidades trabajen y vivan tranquilamente.
Pero lo siguen haciendo…
Se siguen presentando hechos. En el último caso nuestro Ejército Nacional rescató nueve menores en Ituango que hacían parte del frente 36 al mando de ‘Primo Gay’, entonces esto es una constante, es un trabajo permanente. Esa es la instrucción tenemos desde el Ministerio de Defensa Nacional.
Tras el paro minero que hubo en marzo pasado, ¿cómo evoluciona la situación en el Bajo Cauca?
Se mantiene una dinámica económica, una dinámica social y una dinámica para el servicio policial normal. Seguimos trabajando afectando todo factor que quiera ir en contra del orden social y económico asociado a factores criminales.
El Bajo Cauca vivió una crítica situación de orden público en marzo pasado por el paro minero.
¿Continúan los operativos contra la minería?
Siguen los operativos contra la minería ilegal. Precisamente, estamos haciendo uno en Buriticá. Constantemente se hacen operativos contra la minería criminal, restando capacidad económica y, sobre todo, cuidando nuestro medio ambiente, porque gran parte de esa actividad va enfocada a la contaminación del agua.
¿Cómo es el trabajo en Buriticá?
Aquí están trabajando a 600, 800 metros bajo tierra, a unas temperaturas muy altas, 24 horas al día, todos los días del año, haciendo procedimientos de incautación y recuperación en procedimientos policiales, pero también en superficie trabajamos con la comunidad en prevención, en educación ciudadana y también la contención de lo ilegal.
¿Qué papel tiene el ‘Clan del Golfo’ en la minería ilegal?
Aquí se maneja un factor de economía criminal circular. El ‘Clan del Golfo’ está en toda la cadena de valor de esta actividad. Desde el robo de la maquinaria, el tráfico ilegal de explosivos, el tráfico de insumos químicos, pero también ejerce presión para que los mineros artesanales desarrollen la actividad.
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¿Qué ha pasado tras la desarticulación del ‘Clan de Oriente’ en la subregión?
Hay más tranquilidad. Se mantiene el orden, el libre ejercicio de la actividad económica, pero aquí lo más importante es la tranquilidad de la comunidad.
Así fue la captura de alias Camila, señalado cabecilla del ‘Clan del Golfo’ en el Oriente.
¿Hay información de que existan reductos?
Hay intenciones de retomar algunas actividades, pero estamos anticipando, estamos trabajando, se han generado capturas posteriores a la de alias Camila y aquí no hay lugar para esta ni para ninguna organización criminal que quiera emerger en una nueva actividad criminal.
En el Suroeste hay grupos delincuenciales que se dedican al microtráfico durante la cosecha de café. ¿Cuál es el panorama allí?
Tenemos un gran reto como Policía, un gran reto en lo personal, porque sabemos históricamente y por tendencia que en la cosecha cafetera incrementan los niveles de violencia y también de inseguridad.
Aquí en coordinación con la Gobernación, con las agremiaciones cafeteras, con alcaldías, con los finqueros y desde la Policía hay un trabajo articulado y está establecido un plan que va a privilegiar la anticipación, que no haya comisión de hechos, que haya un control previo y de mucha educación frente a los a los recolectores, de identificación de ellos, previamente censar en qué fincas, quiénes van a estar para el control del microtráfico. El plan va desde septiembre hasta enero.
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SEBASTIÁN CARVAJAL BOLÍVAR
CORRESPONSAL EL TIEMPO – MEDELLÍN
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Fuente de TenemosNoticias.com: www.eltiempo.com
Publicado el: 2023-09-02 23:00:00
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