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la búsqueda de Robert Card sigue en Maine | elperiodico.com

la búsqueda de Robert Card sigue en Maine

Por tierra, aire y agua, cientos de agentes del orden mantenían este viernes la operación de busca y captura de Robert Card, el reservista militar que el miércoles mató a 18 personas y dejó otras 13 heridas en un doble tiroteo masivo en una bolera y un bar de Lewiston, en Maine. Dos días después de la masacre, el sospechoso, que había sido definido como “armado y muy peligroso”, seguía sin ser localizado a la hora de escribir estas líneas. Pero también por la tarde las autoridades, que unas horas antes habían urgido a la “paciencia” a los habitantes de la zona, levantaban las instrucciones de confinamiento que habían estado en vigor dos días en varias localidades y condados, haciendo que los habitantes no pudieran llorar y vivir el trauma de la tragedia en comunidad.

«No quiere decir que la crisis haya acabado«, subrayaba en la comparecencia vespertina ante la prensa Michael Schauschuck, el comisionado de seguridad pública del estado. Su tono, no obstante, era más calmado que en la rueda de prensa matutina, cuando había dicho: “Cada minuto que pasa estamos más y más preocupados porque ¿qué es lo próximo que va a pasar?”.

El río y los bosques

Schauschuck había dicho por la mañana que trabajan sin descanso “para que la comunidad recupere sensación de seguridad”. Y parte de las operaciones de búsqueda de este viernes se han centrado en el río Androscoggin, adonde se habían desplazado efectivos, incluyendo buceadores, y equipamiento para búsquedas tanto subacuáticas como desde el aire. No era un escenario casual. El miércoles por la noche, después de los tiroteos, se localizó en la localidad de Lisbon, junto a una de las lanzaderas al río, el todoterreno blanco que había usado Card, que según ha publicado la prensa local tiene registradas a su nombre dos motos acuáticas y una lancha motora.

La búsqueda proseguía también en tierra, donde se asume la complejidad de la operación por la geografía de esa zona del sur de Maine, poblada de colinas y densos bosques, algunos de los cuales no se han pisado en años y donde alguien como Card, aficionado a la caza y amante de las actividades en la naturaleza, podría tener más posibilidades de esconderse y sobrevivir.

El sábado, además, se iba a abrir la temporada de caza de ciervo para los residentes del estado, pero las autoridades han acordado que de momento no se permitirá en Lewiston, Lisbon, Bowdoin y Monmouth, las ciudades donde se ha concentrado la búsqueda.

Una nota

Este viernes se confirmaba también que las autoridades tienen en su poder una nota que escribió Card, y que fue localizada en el registro de una de las viviendas a las que está asociado. Y aunque en ninguna de las dos ruedas de prensa se quiso dar más información o detalles, filtraciones de fuentes desde el anonimato a diversos medios aseguran que se trata de «una especie de nota de suicidio».

Según las fuentes de AP era un mensaje que iba dirigido a su hijo. La fuente policial de CNN, mientras, ha explicado que daba a entender que no esperaba sobrevivir, pues daba a otras personas información e instrucciones sobre dónde encontrar determinadas cosas y deshacerse de ellas.

Lo que la nota no incluía, al menos según esos reportes iniciales, era información que ayude a esclarecer los motivos de la matanza, de la que todas las víctimas mortales ya han sido identificadas según la oficina del forense de Maine. Y en la rueda de prensa por la tarde se dieron a conocer los hombres e imágenes de todos. Entre los fallecidos se cuentan Aaron Young, un adolescente de 14 años que falleció junto a su padre, Bill Young, en la bolera. y cuatro miembros de la comunidad de sordos local, que se habían reunido en el bar para un torneo de ‘cornhole’ un juego de puntería.

La policía también se ha incautado de la tarjeta del teléfono móvil de Card y en el vehículo abandonado en Lisbon hallaron un rifle semiautomático AR-15 como el que usó en los tiroteos, que está siendo analizado.

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El tono de las autoridades había cambiado por la tarde respecto a la mañana, cuando dominaban las llamadas a la paciencia y una declaración tras otra, incluyendo la promesa de comparecer a diario a la misma hora para ofrecer novedades mientras la búsqueda continúe, transmitía la idea de que la búsqueda puede prolongarse.

Hay antecedentes que explican esa perspectiva. Histórico es el caso de Eric Rudolph, que logró pasar cinco años escondido en las montañas de Carolina del Norte tras hacer estallar bombas en Georgia y Alabama, incluyendo en los Juegos Olímpicos de Atlanta. Más recientemente, y pese a los avances de la tecnología en aparatos de visión nocturna, detectores de temperatura o drones, el mes pasado las autoridades en Pensilvania tardaron 13 días en capturar a Danelo Cavalcante, un peligroso preso que se había fugado y se refugió en una zona rural de las afueras de Filadelfia.

Fuente de TenemosNoticias.com: www.elperiodico.com

Publicado el: 2023-10-27 14:35:04
En la sección: El Periódico – internacional

Publicado en Internacionales