Menú Cerrar

Los escándalos en la BBC reabren el debate sobre su actual modelo de financiación | elperiodico.com

Los escándalos en la BBC reabren el debate sobre su actual modelo de financiación

El escándalo sexual en el que se ha visto envuelto esta semana el presentador de la BBC Huw Edwards ha provocado un enorme revuelo en el Reino Unido y ha vuelto a poner a la televisión pública británica en el punto de mira. Todavía son muchas las preguntas que los directivos de la cadena deben responder sobre cómo se gestionó la queja presentada por la madre del joven que entregó presuntamente fotografías sexuales a Edwards durante tres años a cambio de 35.000 libras (más de 41.000 euros). A pesar de que la corporación está llevando a cabo una investigación interna para tratar de aclarar lo ocurrido, algunos diputados conservadores han aprovechado el caso para poner en duda el modelo de financiación pública de la cadena.

«Es hora de que este refugio para pervertidos financiado por los contribuyentes pase a ser un servicio de suscripción», ha asegurado esta semana el vicepresidente del Partido Conservador y diputado en el Parlamento, Lee Anderson. Unas declaraciones que han suscrito otros colegas de bancada, que han visto la oportunidad para volver a atacar al ente público, con el que han mantenido un duro enfrentamiento en los últimos años por lo que consideran una cobertura sesgada del Brexit. El propio Boris Johnson puso encima de la mesa, cuando todavía era primer ministro, una reforma de la ley que establece el modelo bajo el que la corporación obtiene gran parte de sus ingresos desde hace décadas.

Modelo de financiación

Este modelo, basado en el pago de licencias anuales por parte de los hogares, ha permitido a la BBC mantener su independencia respecto a los poderes políticos y económicos a lo largo de su historia. El formato actual está garantizado hasta 2027, pero la aparición de las plataformas digitales y los cambios radicales que esto ha supuesto en la industria audiovisual han puesto dudas sobre qué pasará a partir de entonces. “La BBC tal y como la conocemos ha llegado a su fin”, aseguró la ministra de Cultura de Johnson, Nadine Dorries, a principios del año pasado. 

Los últimos escándalos han dado alas a los principales detractores de la cadena pública para apoyar un cambio de modelo, que podría pasar por una privatización parcial, el pago por suscripción o una financiación directa por parte del Gobierno. “No puedo dar mi apoyo a un modelo de licencias por más tiempo. Este último caso [del presentador Huw Edwards] muestra cómo, una vez más, la organización parece estar más preocupada en la gestión de su propia reputación que en los hechos y la transparencia”, ha dicho el diputado conservador Marco Longhi

Otros precedentes

Algunas de las voces que apuestan por un cambio de modelo de financiación en la BBC han recordado otros escándalos que han sacudido a la corporación pública en los últimos años. Entre ellos el de Jimmy Savile, presentador del histórico programa musical ‘Top of the Pops’, que abusó sexualmente de cientos de mujeres y niños durante su carrera, entre ellos una treintena de pacientes de entre 5 y 75 años en la enfermería general de Leeds, donde trabajaba como voluntario. El escándalo salió a la luz en 2012 tras la muerte del presentador, que fue enterrado con todos los honores en el Reino Unido.

Noticias relacionadas

Más allá de los escándalos sexuales, la BBC también ha sido objeto de otras controversias en los últimos meses. La suspensión y posterior readmisión del comentarista deportivo Gary Lineker, el presentador mejor pagado de la cadena, puso en entredicho la reputación e independencia de sus directivos, especialmente del director general, Tim Davie, quien también ha estado en el ojo del huracán en el caso de Huw Edwards. Lineker fue apartado de su cargo tras criticar en Twitter la política migratoria del Gobierno, algo que no gustó nada al Ejecutivo del Rishi Sunak y que llevó a su cese inmediato alegando una infracción de las normas editoriales de la cadena. 

La BBC también fue el centro de atención a finales de abril después de que su entonces presidente, Richard Sharp, presentara su dimisión por un presunto caso de conflicto de intereses. Sharp fue acusado de mediar en la concesión de un préstamo de 800.000 libras (más de 900.000 euros) a Boris Johnson poco antes de ser nombrado en el cargo, algo sobre lo que no informó durante el proceso de selección. El expresidente de la BBC ha insistido en que no ha cometido ninguna irregularidad pero decidió renunciar al cargo para que el caso no supusiera una “distracción del buen trabajo de la corporación”.

Fuente de TenemosNoticias.com: www.elperiodico.com

Publicado el: 2023-07-16 06:00:15
En la sección: El Periódico – internacional

Publicado en Internacionales