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✅ ¿Por qué Cuba está implementando ahora medidas migratorias largamente esperadas por la diáspora?

¿Por qué Cuba aplica ahora medidas migratorias largamente esperadas por la diáspora?

Miami, EEUU — La implementación el 1 de julio de las medidas migratorias tan esperadas por la diáspora cubana, como la reducción del precio del pasaporte y el fin de las costosas prórrogas, se considera una respuesta «desesperada» por parte del gobierno de Cuba ante la profunda crisis que atraviesa el país, afirman los expertos. Al anunciar los cambios, considerados los más importantes desde la reforma migratoria vigente en 2013, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba afirmó que lo hacía «como parte del continuo fortalecimiento de los vínculos entre Cuba y sus ciudadanos en el extranjero». Sin embargo, los analistas indican que atender en este momento una antigua demanda de la diáspora tiene más que ver con la necesidad de atraer un flujo vital de divisas que traen los cubanos radicados en el extranjero, especialmente los cubanoamericanos, en medio de una de las peores crisis económicas de las últimas décadas. «No es ningún secreto que el gobierno cubano quiere aprovechar los recursos económicos de los emigrantes, particularmente las remesas y los viajes a la isla, que funcionan como un salvavidas para muchas familias residentes en Cuba», dijo Jorge Duany, director del Instituto de Investigaciones Cubanas de la Universidad Internacional de Florida a la Voz de América. Aunque la posición oficial insiste en acercarse a los cubanos fuera del país, en la práctica eso significa «explotar al máximo los viajes de la comunidad cubanoamericana y el envío de dólares y mercancías a la isla para paliar la grave escasez de alimentos, medicinas, combustible y otros artículos de primera necesidad para la inmensa mayoría de la población cubana», señaló el antropólogo. «La inflación alimentaria que está sufriendo Cuba, el declive del turismo y la falta de fuentes de moneda convertible explican por qué se ha tomado esta decisión. (…) Es una medida desesperada para decirle a la comunidad cubana: «ven aquí, no te costará tanto», opinó el economista Mario González Corzo. Una «máquina de hacer dinero» «Mi pasaporte caducó y no lo renové porque me parecía una falta de respeto tener que pagar más de 400 dólares para regresar a mi país», explicó Yamilka Ruiz, una cubana residente en Miami que lleva más de 7 años sin viajar a la isla. Para Ruiz, pagar los más de 450 dólares que costaba renovar el documento a través de las agencias encargadas del trámite era más de lo que estaba dispuesta a pagar. «Además, las prórrogas (cada dos años en un pasaporte con una vigencia de 6 años) costaban más de 160 dólares cada una… una máquina de hacer dinero y nosotros las gallinas de los huevos de oro», se quejó. A diferencia de su precio dentro del país, donde un pasaporte nuevo cuesta el equivalente a 100 dólares y las prórrogas 20 dólares cada una, en los consulados cubanos en el extranjero el trámite ascendía a 370 dólares, más 320 dólares por los dos sellos que extendían la «vida útil» del documento. Aunque tengan doble nacionalidad, Cuba exige a sus ciudadanos entrar al país con su pasaporte cubano, lo que suponía un gasto de al menos 690 dólares en total durante los seis años de vigencia. Esto sin contar las tarifas de al menos 60 dólares que las agencias o gestores cobran por cada servicio. A partir del 1 de julio, el pasaporte cubano tendrá una vigencia de 10 años, sin necesidad de prórroga, y costará 180 dólares o euros para mayores de 16 años y 140 para menores. Entre los cambios anunciados también se incluye permitir una mayor estancia de familiares extranjeros en el país, requerir el uso del pasaporte cubano para los ciudadanos que emigraron antes de enero de 1971 y, lo más importante, extender sin costo la permanencia fuera de la isla más allá de los 24 meses. Tras consultar con varias agencias encargadas de tramitar solicitudes de pasaportes y otros documentos en Miami, la Voz de América confirmó que el precio de los servicios ahora rondará los 260 dólares, una reducción considerable en comparación con el costo mínimo anterior. «Antes cobrábamos alrededor de 430, 440 dólares por tramitar un pasaporte nuevo, y unos 230 por cada prórroga, incluyendo el envío postal; ahora solo cobraremos el precio del pasaporte sin prórroga, que será válido por 10 años, y cobraremos 250 dólares», explicó Yudith López, una notaria residente en Cape Coral, al oeste de Florida. La reducción de los costos podría incentivar el regreso de muchos cubanos que no habían realizado el viaje de vuelta a la isla, como Erlandy Jiménez, quien aseguró que presentaría personalmente la solicitud de pasaporte ante el Consulado cubano en Washington para ahorrarse el costo adicional de los «preparadores». «Ciento ochenta, 200 dólares son menos de 400 y algo; con la diferencia puedo comprar el pasaje de ida y vuelta de Miami a La Habana. Sí, creo que ahora iré (a Cuba)», dijo. Migración, un balón de oxígeno para Cuba Aunque La Habana no suele revelar datos sobre la cantidad de remesas que recibe desde el exterior, se estima que más del 75% de los emigrantes envía ayuda a sus familiares y allegados en la isla, ya sea en forma de dinero, recargas de teléfono móvil o productos de higiene y comida a través de las llamadas «mulas» que viajan regularmente al país. Según datos del Havana Consulting Group, en 2019 se enviaron remesas a Cuba por un total de 3.128,93 millones de dólares, una cifra que experimentó una fuerte caída en 2021, cuando se estima que llegaron a la isla 1.084,01 millones de dólares. El éxodo histórico a Estados Unidos en los últimos dos años podría aumentar esta cifra. La nación caribeña atraviesa actualmente una de sus peores crisis, causada en gran parte por la ineficacia y corrupción de sus líderes y la falta de liquidez para pagar deudas y adquirir nuevos recursos, lo que ha generado descontento popular y una respuesta gubernamental cada vez más agresiva. Según afirmó el gobierno cubano en un comunicado, estas medidas migratorias se implementan en medio del «reforzamiento del bloqueo y la hostilidad del gobierno de Estados Unidos», en un intento de «asfixiar la economía cubana, perjudicar el nivel de vida de la población y establecer restricciones extraordinarias en la relación de Cuba con los cubanos que viven en territorio estadounidense». Según el abogado y analista político cubano Eloy Viera, «este anuncio de medidas se ha presentado como el deseo del gobierno de acercarse a una emigración que el mismo ha alejado con sus políticas a lo largo de más de 60 años y, por lo tanto, ofrecerlas de esta manera les permite tener un argumento para intentar demostrar su deseo de reformarse e incluir». «Por otro lado, el contexto también indica que ahora más que nunca necesitan divisas que no han podido ‘captar’ (según su propia jerga) a través de lo que fue su sueño: una cartera de negocios e inversiones que nunca ha sido atractiva para nadie», declaró Viera a la Voz de América. El investigador y profesor de historia Michael Bustamante coincidió en que los cambios migratorios «son demandas antiguas» y «medidas

Fuente de TenemosNoticias.com: www.vozdeamerica.com

Publicado el: 2023-06-30 13:18:46
En la sección: América Latina – Voice of America

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