“Están matando a nuestra gente. Están matando a nuestro país”

El pasado sábado 24 de febrero, Donald Trump acusó a los migrantes de estar causando daño a Estados Unidos y reiteró su promesa de poner fin a lo que él describe como una «invasión», mediante deportaciones masivas si gana las elecciones de noviembre.

«Será la deportación más grande en la historia de nuestro país y no tenemos otra opción. No es nada agradable decirlo y odio decirlo. Esos payasos de los medios dirán: ‘Oh, es tan malo’. Él es… No, no. Están matando a nuestra gente. Están matando a nuestro país, no tenemos otra opción», afirmó durante una convención ultra conservadora cerca de Washington.

La crisis migratoria se ha convertido en un tema central en la campaña electoral entre Trump, de 77 años, y el presidente demócrata Joe Biden, de 81, a quien los conservadores critican por no abordar adecuadamente la situación.

Haciendo referencia a un incidente reciente en Nueva York, Trump estableció un paralelo entre los migrantes y la delincuencia. «Tomó más tiempo de lo que pensaba pero lo predije. Se llama crimen migrante», afirmó citando un término acuñado por él. «Es mucho más mortal de lo que nadie pensaba. De hecho se pelearán a puñetazos con la policía en medio de la calle», añadió.

Anteriormente, el expresidente ha expresado que los migrantes «evenenan la sangre del país», por lo que llegó a ser comparado con Adolf Hitler. Propuso nuevamente la reanudación de la construcción del muro en la frontera con México y la implementación de los Protocolos de Protección al Migrante, también conocidos como «Quédate en México» o MPP.

Trump aseguró que, de regresar a la Casa Blanca, abordará el problema con medidas «tan draconianas como sea necesario» para detener los cruces fronterizos de migrantes y solicitantes de asilo. Argumenta que, desde que Biden asumió el cargo, el país ha caído en una «pesadilla».

«Un voto a Trump es tu billete de vuelta a la libertad y tu pasaporte para salir de la tiranía», sostuvo.

Durante su discurso, Trump ridiculizó a Biden, a quien describe como «una amenaza para la democracia» y un presidente «rodeado de fascistas». Además, prometió a su audiencia que el 5 de noviembre, día de las elecciones, sería el «día de la liberación» para ellos.

Redacción Maduradas con información de El Nacional

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