los resultados del monitoreo de Convite

Tuberculosis, leishmaniasis, difteria, lechina y casos sospechosos de sarampión mantienen su presencia en varios estados de Venezuela, según el Sistema Alternativo de Monitoreo Epidemiológico (Same), un proyecto de la asociación civil Convite, en el marco de su iniciativa Monitor de Salud.

Desde julio de 2021 hasta julio de 2023, debido a la ausencia de boletines epidemiológicos oficiales, Convite realizó seguimiento a las principales enfermedades transmitidas por agua, alimentos y vectores, al igual que aquellas enfermedades prevenibles por vacunas y otras infecciones de transmisión aérea y sexual. Abarcaron ocho entidades del país.

Las diarreas y las infecciones de vías respiratorias superiores fueron las enfermedades más reportadas, con 163.553 casos y 164.253 casos respectivamente, de acuerdo con el balance presentado por Convite este 21 de septiembre.

“No habrá forma de controlar las enfermedades transmitidas por alimentos y agua si no se realizan los controles sanitarios”, expresó el epidemiólogo Andrés Barreto, coordinador de monitoreo del proyecto Same.

De los ocho estados monitoreados (Anzoátegui, Apure, Delta Amacuro, Distrito Capital, Guárico, Mérida, Táchira y Zulia), Delta Amacuro presentó el mayor número de diagnósticos de malaria (1.725 de 2.268).

En total, se reportaron 2.302 casos de dengue sin signos de alarma, con Táchira como el estado con más casos (838), y 952 casos con signos de alarma.

También se registraron 1.191 casos de lechina (varicela), la mayoría en Táchira y Mérida; y 33 casos de difteria (23 de ellos en Táchira). Igualmente reportaron 785 casos sospechosos de sarampión, de los cuales 656 fueron notificados en Táchira.

La hepatitis A es otra de las enfermedades detectadas, con 1.640 casos, en su mayoría en Táchira y Mérida; así como la leishmaniasis, con 364 casos (310 en Mérida.

Otra de las enfermedades identificadas fue la tuberculosis, con 732 casos, de los cuales 309 corresponden al Zulia.

Las enfermedades de transmisión sexual más reportadas fueron la candidiasis (2.688 casos), la sífilis (1.190 casos), sífilis congénita (500 casos) y VIH (592 casos asintomáticos y 523 casos en la fase de enfermedad VIH/sida).

Enfermedades como difteria, tuberculosis, leishmaniasis y sífilis congénita se presentan en su mayoría en países menos desarrollados, por lo que están directamente asociadas con la pobreza.

Mejora el abastecimiento, pero no en todo

El proyecto Monitor de Salud también contó con el proyecto Índice de Escasez de Medicamentos (IEM), que monitoreó la disponibilidad de fármacos para la diabetes, la hipertensión, las infecciones respiratorias agudas, diarrea, depresión y convulsiones en 17 ciudades del país.

Para 2020, la escasez era 58,8%. Para este 2023, el índice entre enero y agosto promedió 27,5% Aunque el abastecimiento ha mejorado, la organización resalta que disponibilidad no equivale a asequibilidad, lo que significa que aunque hay más medicamentos disponibles, no todas las personas pueden pagarlos.

Actualmente, la ONG advierte que para este 2023 existe 49% de escasez de medicamentos anticonceptivos.

“Se continúa vulnerando el derecho de mujeres, niñas, adolescentes y hombres a decidir de manera segura e informada sobre su sexualidad y reproducción”, subrayó Convite en el reporte.

Monitor de Salud contempla un último proyecto de seguimiento hospitalario, en 14 centros de salud de 11 estados del país.

La iniciativa detectó que todos los centros evaluados enfrentan la falta de insumos (medicamentos o consumibles) en al menos tres o más de las áreas consultadas, especialmente en áreas clave como cuidados intensivos, quirófanos y emergencia de adultos.

De estos 14 centros, solo uno tiene una Unidad de Enfermedades de Transmisión
Sexual (Hospital Dr. Pedro Emilio Carrillo en Trujillo), y solo un hospital tiene operativas todas las camas disponibles.

Atender las debilidades

De acuerdo con Convite, el proyecto Same permitió tener un panorama de las enfermedades endémicas del país ante la ausencia de datos oficiales.

Además, la iniciativa evidenció las debilidades del sistema de información epidemiológica del país, pues constató que no todos los centros de salud envían sus reportes a la Dirección Nacional de Epidemiología.

“Se comprobó del desmantelamiento de los servicios de epidemiología con introducción de personal no calificado o insuficientemente preparado”, alertó la organización en su balance.

Según Convite, los resultados del proyecto Same también resaltan las debilidades de los programas sanitarios para la tuberculosis, la leishmaniasis, las enfermedades prevenibles por vacunas, el saneamiento ambiental, las enfermedades transmitidas por vectores y demás infecciones respiratorias y de transmisión sexual.

Además de publicar los boletines epidemiológicos, Convite sugiere evaluar el sistema de vigilancia en función de indicadores internacionales, y también reactivar los programas sanitarios, la formación de epidemiólogos (y la nivelación y actualización de aquellos con menos formación) y la Red de Laboratorios de Salud Pública.

Related