La nave Luna-25 despega con la intención de conquistar el polo sur lunar

La espera se ha hecho larga, pero 47 años más tarde, Rusia volverá a la Luna. Hoy un cohete Soyuz-2.1b ha partido con éxito desde el Cosmódromo Vostochni llevando consigo el módulo Luna-25, una sonda de casi 800 kilos que pretende alunizar en pleno polo sur lunar. Si lo consigue, se pasará un año entero realizando experimentos y obteniendo muestras del subsuelo marciano con la esperanza de encontrar agua helada.

Desde que la sonda Chandrayaan-1 confirmó que había moléculas de agua en ciertas regiones del polo sur lunar, muchos países se han querido aventurar hacia esta región. Debido a la inclinación axial del satélite, hay zonas de los cráteres donde nunca da la luz del sol y donde puede existir agua helada. Sin embargo, será necesario pisar el polo sur para saber a ciencia cierta dónde se encuentra.

Tener acceso a un suministro de agua en la Luna sería muy importante por dos razones. La primera es que podríamos aprovechar el oxígeno y el hidrógeno que contiene el agua para fabricar combustible para cohetes. No sería una tarea fácil, pero gracias a ello podríamos abastecer de combustible nuestras naves en su camino a objetivos más lejanos, como Marte. La segunda es que serviría como fuente de agua potable para la creación de una futura base lunar, un escenario que tanto la NASA como otras agencias espaciales ya vislumbran a largo plazo.

Además, debido a la curiosa disposición de los cráteres del polo sur, hay ciertas zonas que están siendo bañadas por luz solar casi de forma ininterrumpida. Esto supone una fuente de energía casi inagotable y será vital para cualquier tipo de actividad permanente que queramos realizar sobre la superficie de nuestro satélite.

Curiosamente, es posible incluso que tengamos foto finish por el primer aterrizaje sobre el polo sur lunar. La India lanzó su misión Chandrayaan-3 el pasado 14 de julio, cuya sonda entró en la órbita de la Luna esta semana. Esta previsto que la nave india alcance el polo sur el próximo 23 de agosto, mientras que la sonda Luna-25 necesitará cinco días hasta llegar a la Luna y luego pasará entre cinco y siete días en órbita antes de aterrizar. Habrá que esperar todavía unos pocos días para saber cuál de las dos consigue tocar tierra sin destrozarse en el intento.