La OTAN busca cuadrar el crculo ucraniano en una cumbre en el patio trasero de Putin | elmundo.es

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El mayor escollo para que la Cumbre que la OTAN celebra este prximo martes y mircoles en Vilna (Lituania) sea percibida como un xito tiene que ver con una simple frase redactada en la primavera de hace 15 aos. En abril de 2008, en Bucarest, los lderes de la Alianza abrieron la puerta oficialmente a Albania y Croacia, pero se la mantuvieron cerrada a Ucrania y Georgia. La historia es bien conocida: EEUU, con George Bush a la cabeza, empuj para la ampliacin, pero Francia y Alemania, receptivas a las quejas y amenazas rusas, lo impidieron. De aquella declaracin, infinitas veces citadas, sali un compromiso lo suficientemente vago como para dar esperanzas perpetuas y lo bastante concreto para provocar ms adelante la ira de Mosc y sobre la que justificar sus agresiones: «La OTAN da la bienvenida a las aspiraciones euroatlnticas de Ucrania y Georgia. Acordamos hoy que estos pases se convertirn en miembros de la OTAN», deca aspticamente el punto 23 de aquel documento. El inicio de todo.

Los 31 se sentarn en los prximos das para hablar de los tres planes regionales que van a servir para mantener en alerta constante a 300.000 soldados (casi 10 veces ms que ahora) con rpida capacidad de despliegue, de los riesgos en el Pacfico, de la amenaza nuclear rusa, de la necesidad de aumentar los gastos de Defensa para que el 2% comprometido hace una dcada en Gales sea un «suelo y no un techo». Hablarn de reforzar el flanco Este de forma permanente, de los flecos pendientes para la adhesin de Suecia, cuyo primer ministro se rene hoy con Erdogan para intentar desbloquear el veto turco; o de cmo la presencia de Wagner en Bielorrusia pone muy nerviosos a los pases fronterizos, como la propia Lituania, Letonia o Polonia. Pero independientemente de lo que aprueben, discutan y comuniquen, toda la atencin estar centrada en el prrafo que recoja el testigo de 2008 y allane el camino de Kiev para cuando la guerra termine.

Ucrania estar en Vilna como invitada y estar el presidente Zelenski para la inauguracin del llamado Consejo OTAN-Ucrania, que les permitir por primera vez reuniones al mismo nivel entre todos (el nico precedente en 74 aos de historia es el Consejo OTAN-Rusia, suspendido y con casi todos los canales cortados desde la invasin), pero no se llevar las dos cosas que ms quiere. Kiev aspira a conseguir para empezar «garantas de seguridad» explcitas, pero eso la Alianza no puede drselas. Las nicas «garantas» propiamente dichas sera algo equivalente al Artculo 5 o incluso el 4 del Tratado de Washington, por el que el ataque a uno se convierte en un ataque a todos o al menos provoca consultas. Y eso es «sencillamente imposible», resumen fuentes aliadas. Se estn cerrando acuerdos bilaterales con diferentes pases y existe el consenso tcito para seguir ayudando econmica y militarmente tanto como sea necesario, empezando por 500 millones de euros adicionales y planes para mantenerlo en el futuro proximo. Pero por mucho que decepcione a Zelenski, no sacar de los 31 las promesas con las que suea, as hay que ver cmo poner por escrito un pacto de asistencia permanente que satisfaga a todas las partes.

Adhesin

El segundo elemento es la adhesin. Los 31 debaten estos das contrarreloj el lenguaje de esa declaracin intentando superar el principal problema: cmo reforzar el mensaje de Bucarest pero sin firmar compromisos inviables. La irona es que hace 15 aos, en Rumana, estuvo invitado Vladimir Putin, qu tiempos aquellos, y l mismo reconoci entonces que no corresponda a su pas decidir quin entraba o no en una Alianza.

Cmo cuadrar el crculo? «En eso estamos, buscando poner las bases para el futuro pero sin que haya ningn tipo de automatismo del tipo que d por hecha su incorporacin simplemente por el final de la guerra«, explican las mismas fuentes. No habr referencias temporales, no puede haber la claridad deseada, pero hace falta ir ms all que en 2008, para empezar porque esa Ucrania no es la de entonces.

En ese momento, Georgia y ella eran pases cuya tradicin democrtica, por decirlo as, era ms que dudosa, y de hecho haba referencias expresas en la declaracin a la necesidad de elecciones libres. Ahora, tras la Revuelta del Maidn y la anexin de Crimea, Ucrania lleva casi una dcada trabajando con los aliados y con la UE y avanzando en las reformas para su adhesin a una Unin de democracias. Hay una conexin permanente a nivel poltico y militar, se ha trabajado en la interoperabilidad de los ejrcitos, ambas partes se conocen de cerca y decenas de miles de soldados se han entrenado en los pases de la Alianza. Adems, poco a poco el material sovitico ha dejado paso a los equipamientos ms modernos de Occidente. As que, por decirlo de forma poco ortodoxa, Ucrania, aunque no haya aprobado el examen terico, ha convalidad buena parte de las prcticas requeridas.

«Los aliados van a enviar un fuerte mensaje de apoyo a Kiev en Vilnia mientras tiene lugar la contraofensiva. Desde la promesa de entregar armamento adicional, incluido equipo cada vez ms serio, a Ucrania. Pero esto debe combinarse con una va hacia la membresa en la OTAN que vaya ms all del compromiso ambiguo de la cumbre de Bucarest. Los tiempos extraordinarios requieren audacia, ya que los que est pendientes de la OTAN, amigos y enemigos, seguirn de cerca los resultados de la cumbre. Sin duda, alcanzar los objetivos fijados servira para desmontar la creencia de Mosc de que la guerra durar ms que la paciencia de Occidente», apunta Camille Grand, del European Council on Foreign Relations.

El debate para esa futura adhesin, adems, est ms ligado que nunca a la entrada en la UE. En octubre, bajo presidencia espaola, la Comisin Europea har pblico el informe de evaluacin de la candidatura ucraniana para decir si, a su juicio tcnico, estn listos para abrir oficialmente las negociaciones. Hasta hace muy poco, Pars o La haya Pars decan abiertamente que la entrada de nuevos miembros era una amenaza demasiado grande para la cohesin de la UE, y que antes de plantearse siquiera una ampliacin haba que hacer una reforma en profundidad de una Unin que a duras penas logra avanzar ahora a 27 y con temas clave marcados por la unanimidad. Ms miembros era del todo impensable, pero ahora, sin embargo, lderes como Macron creen que el ingreso de quienes estn amenazados o atacados es casi un requisito previo para consolidar la soberana europea. No ser rpido, pero no tendr ms remedio que ser.

«Junto a algn tipo de pacto de seguridad, o garantas militares, la UE debera elaborar un pacto de apoyo econmico a largo plazo y proponer un calendario para la admisin a la UE, garantizando a Ucrania que est en el camino hacia la plena integracin. En el mejor de los casos, los ucranianos tienen das difciles por delante, por lo que la pertenencia a la UE les ofrecera la luz al final del tnel que merecen ver», escriben dos expertos como Richard Haas y Charles Kupchan, que segn ha publicado la prensa norteamericana forman parte del grupo secreto que en nombre del Gobierno de EEUU estn intentando establecer canales entre Kiev y Mosc de cara a lo que consideran inevitables conversaciones de paz en la segunda mitad de este ao.

Parece imposible por ambas partes, pero dado que el apoyo occidental no es seguro que pueda ser permanente (sobre todo si hay cambios en algunas de sus piezas, como Washington en 2024) y que Putin ha visto recientemente cmo su imperio se tambaleaba, no hay ms remedio. No se sabe cmo, cundo y a travs de quin. Pero a veces hay que apostar por una «solucin subptima», aunque no sea elegante, no sea digerible ni genere ningn entusiasmo.