La Antártida es el continente más frío, seco y ventoso de la Tierra, con condiciones climáticas realmente desafiantes y potencialmente peligrosas. Apenas hay unas 1.000 personas viviendo en este gélido lugar durante los inviernos; algo más en verano, pocos miles de personas, igualmente. Y, a pesar del entorno hostil, existen 66 bases antárticas en la que los científicos van y vienen -normalmente su estadía es de alrededor de un año-. Pese a todo, sí que hay siete bases permanentes.
Aunque haya pocas personas, comparado con cualquier otra parte del mundo, el riesgo de incendio sigue siendo una preocupación real, por lo que sí, hay bomberos (o personas capacitadas para llevar a cabo sus labores). Los lugares más delicados son, precisamente, las estaciones de investigación operadas por países de todo el mundo que constan de laboratorios, viviendas y otras instalaciones necesarias para los proyectos de investigación a largo plazo.
¿Hay bomberos en la Antártida?
Un poco de historia
El fuego es una de las mayores amenazas en la Antártida, ya que las condiciones del clima, junto con el aislamiento y la imposibilidad de rescate durante semanas o meses, evidencian que un incendio sea mucho más peligroso aquí que en cualquier otro lugar del mundo. Como la Antártida es un entorno tan extremo y tan alejado de cualquier posibilidad de ayuda o rescate, la perspectiva de que un incendio destruya una de las muchas estaciones puede conllevar un riesgo extremo para sus pobladores.
Los esfuerzos de extinción de incendios en la Antártida se pusieron en práctica desde el establecimiento de las primeras estaciones de investigación a principios del siglo XX. No sin antes pasar por un primer incendio durante la Expedición Antártica Británica de 1898-1900 dirigida por Carsten E. Borchgrevink, quien prendió fuego accidentalmente a su colchón con una vela durante el invierno y casi quemó la cabaña. Habría sido un desastre si la cabaña se hubiera incendiado.
A medida que aumentaba el número de estaciones y la complejidad de la infraestructura, también se incrementaba la necesidad de medidas eficaces de extinción de incendios. Hay que destacar también un incidente en la historia de la extinción de incendios en la Antártida. Tuvo lugar en 1984 cuando se desató un incendio en la Base Antártica Argentina Almirante Brown. Fue provocado por el médico de la base y destruyó la mayoría de los edificios de la estación, lo que provocó una revisión de las estrategias de extinción de incendios en el continente antártico.
Desde entonces, ha habido grandes esfuerzos para mejorar las capacidades de extinción de incendios en la Antártida, incluido el desarrollo de nuevas técnicas y equipos para controlar posibles situaciones desafiantes en materia de incendios en este entorno extremo.
Incendio
¿Cómo se extingue un incendio en condiciones de frío extremo?
En este entorno, el agua puede congelarse rápidamente, lo que hace que los métodos tradicionales de extinción de incendios sean menos efectivos. Los bomberos deben adaptar sus técnicas y equipos para hacer frente a las condiciones antárticas. Así, por ejemplo, en vez de agua se emplea espuma ya que es menos probable que se congele y puede sofocar incendios de manera efectiva. La espuma es particularmente útil para combatir incendios en áreas de almacenamiento de líquidos inflamables, que son comunes en las estaciones de investigación antárticas. De la misma forma, también se emplean extintores de polvo químico seco que funcionan interrumpiendo la reacción química que ocurre durante un incendio, sofocando con éxito las llamas.
Teniendo en cuenta el peligro de que un incendio haga estragos en las remotas estaciones de investigación antárticas, muchas están equipadas con sistemas de supresión de incendios para controlarlos rápidamente y limitar su propagación.
¿Y cuántos bomberos hay en la Antártida?
El número de bomberos en la Antártida varía según la estación de investigación y el tamaño de la población de la época del año. La mayoría de las estaciones tienen un pequeño equipo de bomberos dedicados o personal capacitado en técnicas de extinción de incendios. Estas personas son responsables de mantener el equipo de extinción de incendios, realizar simulacros y responder a cualquier emergencia que pueda surgir. En uno u otro caso, los bomberos en la Antártida deben usar un EPI (Equipo de Protección Individual) especializado diseñado para protegerlos de las temperaturas extremadamente frías y al mismo tiempo permitirles realizar sus funciones de manera efectiva.
Referencias:
- Antarctica fire history (Paul Ward en Cool Antarctica Website)
- Emergency response in Antarctica (Martin Boyle en Australian Antarctic Division)
- Firefighter serves on Antarctica (Jane Jerrard en Fire Rescue)/
- Chou, J., Cheng, M., Hsieh, Y., Yang, I., & Hsu, H. (2019). Optimal path planning in real time for dynamic building fire rescue operations using wireless sensors and visual guidance. Automation in Construction. https://doi.org/10.1016/J.AUTCON.2018.11.020.
- Jamieson, S., Sugden, D., & Hulton, N. (2010). The evolution of the subglacial landscape of Antarctica. Earth and Planetary Science Letters, 293, 1-27. https://doi.org/10.1016/J.EPSL.2010.02.012.
- Stenni, B., Buiron, D., Frezzotti, M., Albani, S., Barbante, C., Bard, E., Barnola, J., Baroni, M., Baumgartner, M., Bonazza, M., Capron, E., Castellano, E., Chappellaz, J., Delmonte, B., Falourd, S., Genoni, L., Iacumin, P., Jouzel, J., Kipfstuhl, S., Landais, A., Lemieux-Dudon, B., Maggi, V., Masson‐Delmotte, V., Mazzola, C., Minster, B., Montagnat, M., Mulvaney, R., Narcisi, B., Oerter, H., Parrenin, F., Petit, J., Ritz, C., Scarchilli, C., Schilt, A., Schüpbach, S., Schwander, J., Selmo, E., Severi, M., Stocker, T., & Udisti, R. (2011). Expression of the bipolar see-saw in Antarctic climate records during the last deglaciation. Nature Geoscience, 4, 46-49. https://doi.org/10.1038/NGEO1026.
Fuente de TenemosNoticias.com: www.muyinteresante.es
Publicado el: 2023-09-11 14:00:00
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