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¿Qué gen de nuestro genoma actúa de ‘policía’ contra el cáncer?

¿Qué gen de nuestro genoma actúa de 'policía' contra el cáncer?

Las células de nuestro organismo se replican de forma rutinaria para producir nuevas células que sustituyan a las antiguas, cada una de ellas contiene copias del ADN. Los seres humanos tenemos el genoma repartido en los cromosomas. Allí tienen su residencia entre 50.000 y 100.000 genes, de los cuales unos 20.000 codifican proteínas.

De cada tipo de gen tenemos dos copias, una procedente del padre y otra procedente de la madre. Uno de esos genes es el famoso p53.

El gen p53 fue declarado en 1993 como “el gen del año” a pesar de que ya se conocía desde hacía más de un cuarto de siglo. Se encuentra ubicado en el cromosoma 17 y su nombre hace alusión a su tamaño, ya que tiene 53 kilodaltons, Se trata de uno de los genes más fascinantes que existen, como ahora tendremos ocasión de comprobar.

El gen p53 fue declarado en 1993 como “el gen del año”. Foto: Istock

El gen benefactor del genoma

Antes de ahondar en la idiosincrasia de este gen vamos a detenernos brevemente y analizar la relación que existe entre los genes y el cáncer. Desde hace ya tiempo sabemos que hay genes que están directamente relacionados con la aparición de tumores, son los llamados oncogenes.

Se podría decir que un oncogén es un gen que ha sufrido una mutación y que, gracias a ella, tiene el potencial de poder causar un cáncer. Antes de sufrir esta mutación recibe el nombre de protooncogén. Actualmente sabemos que el riesgo de desarrollar tumores resultantes del acúmulo de mutaciones genética se incrementa con la edad.

En el lado contrario –el lado jedai- existen otros genes capaces de suprimir su aparición, los llamados genes supresores de cáncer, ya que son capaces de reparar la mutación antes de que la célula pueda ser dividida o, literalmente, pueden eliminarla al activar la muerte programada.

El gen p53 pertenece al segundo tipo de genes. Para llevar a cabo su función este gen produce pequeñas cantidades de una proteína –la p53- que “patrulla” nuestro genoma buscando mutaciones. Si encuentra una envía una señal a las células para que aumente la producción de la proteína p53.

En el caso de que la mutación sea leve es capaz de repararla y en el supuesto de que sea muy grave y no pueda ser restaurada la solución es mucho más drástica: elimina la célula tumoral. Por este motivo, en algunas ocasiones al gen p53 se le conoce como el “guardián del genoma”.

Ahora bien, el gen p53 no actúa de forma aislada, cuando detecta un daño es capaz de activar hasta seis genes diferentes que, por mecanismos diversos, están capacitados para desactivar la mayoría de los casos el peligro.

No todos los animales tienen la misma cantidad de proteína p53. Así, por ejemplo, por cada copia que tenemos los seres humanos los elefantes disponen de entre 15 y 20 copias, lo que explicaría, al menos en parte, por qué estos animales desarrollan cinco veces menos tumores que los seres humanos.

Pero el gen p53 no es infalible

Pero claro está, si siempre funcionase correctamente no habría tumores. Entonces, ¿por qué aparecen? Hay varias explicaciones, una de ellas es que a veces el propio gen p53 sufre mutaciones que hacen que no funciones correctamente.

En esta línea, se ha descubierto que el benzopireno –presente en los cigarrillos– cambia la guanina por timina y la citosina por adenosina del gen p53, provocando una disfunción. Esta mutación está presente en un elevado número de pacientes con tumores pulmonares.

Desgraciadamente esta no es la única mutación del gen p53. La radiación ultravioleta cambia la citosina por la timina desencadenando la aparición de algunos tipos de cáncer de piel.

No son los únicos tipos de cáncer asociados a mutaciones del gen p53, también se han detectado en el cáncer de mama, de esófago, de hígado, gástrico, de vejiga, colorrectal, próstata o páncreas. De aquí la importancia de cuidar este gen para que repare los daños de nuestro genoma.

Las mutaciones del gen p53 también se han detectado en el cáncer de mama, de esófago, de hígado, gástrico, de vejiga, colorrectal, próstata o páncreas. Foto: Istock

La cara B del gen p53

Siguiendo la estela de todo lo que se ha comentado podría pensarse que una solución para combatir el cáncer sería administrar, si se pudiera, cantidades masivas de p53. Sin embargo, este gen benefactor también tiene su cara B, su lado oscuro.

Hace ya algún tiempo que sabemos que el gen p53 actúa a modo de sensor del estrés metabólico y que cuando se activa provoca un envejecimiento celular prematuro, acelerando la senescencia o la apoptosis de nuestras células.

De alguna forma se podría decir que el gen p53 se mueve en la difusa línea que separa la vida y la muerte, un mayor conocimiento de sus mecanismos reguladores nos ayudará a mejorar los tratamientos actuales frente a las enfermedades tumorales.

Referencias:

  • Levine, A.; Perry, M.; Chang, A.; Silver, A.; Dittmer, D.; Wu, M.; Welsh, D. “The 1993 Walter Hubert Lecture: “The role of the p53 tumor-suppressor gene in tumorigenesis”. Rev Cancer 69: 409-416, 1994.
  • Lane, D.; Benchimol, S. “p53: oncogen or anti-oncogen?” Genes Dev 4: 1-8, 1990.

Fuente de TenemosNoticias.com: www.muyinteresante.es

Publicado el: 2023-08-26 13:14:53
En la sección: Muy Interesante

Publicado en Humor y Curiosidades