«Nos hemos quedado sin dinero y casi sin tiempo para ayudar a Ucrania» | elperiodico.com

Los esfuerzos de Joe Biden para seguir apoyando a Ucrania frente a la invasión de Rusia están entrando en una fase agónica ante los reparos mostrados por los republicanos en el Congreso a aprobar las nuevas partidas de ayuda a Kiev que en octubre solicitó el demócrata. Esa sensación de urgencia es la que plaga la carta que este lunes ha enviado a los líderes de los dos partidos en las dos Cámaras Shalanda Young, la directora de la Oficina de Gestión y Presupuesto de la Casa Blanca, con un mensaje inequívoco: “Nos hemos quedado sin dinero y casi sin tiempo”, ha escrito. “No hay una marmita mágica de financiación disponible para hacer frente a este momento”.

En la misiva Young advierte de que “no es un problema del año que viene”. Detalla la ayuda ya entregada hasta ahora (111.000 millones de dólares) y las necesidades acuciantes que requieren la acción inmediata del Congreso. Asegura que no dar luz verde a la petición de 61.000 millones que ha hecho Biden golpearía a Ucrania “en el campo de batalla, no solo poniendo en riesgo los logros que ha conseguido, sino aumentando la posibilidad de victorias militares de Rusia”.

In a new letter, White House tells Congress that without legislative action, «by the end of the year we will run out of resources to procure more weapons and equipment for Ukraine and to provide equipment from U.S. military stocks.»

«We are out of money—and nearly out of time.» pic.twitter.com/5WygUBa6yv

— Sahil Kapur (@sahilkapur) 4 de diciembre de 2023

Young, además, plantea la aprobación de ayuda como una disyuntiva más que económica. Y en la carta afirma que lo que está valorando el Congreso es “si seguimos peleando por la libertad alrededor del mundo o ignoramos las lecciones que hemos aprendido de la historia y dejamos que triunfen (el presidente ruso Vladimir) Putin y la autocracia”.

Politización

Biden envió a la Cámaras en octubre una petición de 106.000 millones de dólares en la que, junto a la asistencia para Ucrania, que representaba más de la mitad de los fondos solicitados, aparecían también ayuda para Israel, para hacer frente a la influencia de China en Asia y en naciones en desarrollo y para reforzar la seguridad en la frontera de EEUU con México.

Los republicanos, en control de la Cámara Baja, se han negado a aprobar de forma conjunta el paquete y, en lo referido a la ayuda a Ucrania, se han empeñado en vincular cualquier paso a la seguridad en la frontera sur, en contraste con el respaldo sin condiciones que muestran a prestar más asistencia a Israel.  

“La Administración Biden no ha lidiado de forma sustantiva con las preocupaciones de mi bancada sobre la falta de una clara estrategia en Ucrania, de un camino para resolver el conflicto o de un plan para rendir cuentas de forma adecuada cuentas por la ayuda prestada por los contribuyentes estadounidenses”, escribía este lunes en la plataforma X Mike Johnson, presidente republicano de la Cámara Baja. “Mientras, la Administración sigue ignorando la catástrofe en nuestra propia frontera”.

The Biden Administration has failed to substantively address any of my conference’s legitimate concerns about the lack of a clear strategy in Ukraine, a path to resolving the conflict, or a plan for adequately ensuring accountability for aid provided by American taxpayers.… https://t.co/nwthjRxqyP

— Speaker Mike Johnson (@SpeakerJohnson) 4 de diciembre de 2023

La ayuda

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En la carta de Young sí se da información sobre lo empleado y sobre lo que se considera ahora necesario. Se detalla, por ejemplo, que 67.000 millones de los 111.000 previamente autorizados se han destinado a revitalizar la propia base industrial de Defensa estadounidense, comprando nuevas armas y equipamiento para reponer en su propio arsenal lo enviado a Ucrania. La Casa Blanca asegura que se han iniciado y ampliado líneas de producción de armamento y se han creado puestos de trabajo en docenas de estados de EEUU.

La cuestión que hace que Biden haga sonar a través de Young las alarmas es que el Pentágono para mediados de noviembre ya había usado el 97% de los 62.300 millones que había recibido y el Departamento de Estado había agotado sus 4.700 millones para asistencia militar. Estado y USAID, además, han agotado los 27.200 millones de dólares que han tenido asignados para asistencia económica y de seguridad civil, que Young define “tan esencial para la supervivencia de Ucrania como la ayuda militar”, y los 10.000 millones que se asignaron para ayuda humanitaria.