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La democracia y su pilar fundamental: la alternabilidad, por @ArmandoMartini


Armando Martini Pietri @ArmandoMartini

La democracia, sistema político en el cual la soberanía reside en el pueblo, que la ejerce directamente o por medio de representantes, se establece sobre principios esenciales que buscan garantizar la participación ciudadana y el respeto a los derechos individuales, ciudadanos. Entre estos cimientos, la alternabilidad en el ejercicio del poder destaca como un elemento principal para asegurar vitalidad y legitimidad del sistema democrático.

La alternancia implica la sucesión de diferentes partidos políticos o líderes en el gobierno, evitando la concentración prolongada de poder en manos de una sola entidad. Este principio no solo fortalece la salud de la sociedad que reconoce y respeta como valores esenciales la libertad e igualdad de los ciudadanos ante la ley, sino que también promueve la diversidad de perspectivas y enfoques en la toma de decisiones, enriqueciendo así el debate político y la gestión pública.

De las principales ventajas radica en la prevención del estancamiento político. Cuando un grupo o partido se mantiene en el poder de manera indefinida, existe el riesgo de que se afiance en sus posiciones, perdiendo sensibilidad frente a las necesidades cambiantes de la sociedad. La rotación en el liderazgo permite la incorporación de nuevas ideas, orientaciones y enfoques, adaptando la gestión gubernamental a los retos contemporáneos.

El cambio fomenta, obliga la rendición de cuentas. La posibilidad de que un gobierno sea sucedido por otro estimula a los líderes a entregar balance de su gestión financiera, acciones y políticas implementadas. Mecanismo, que fortalece la transparencia, pureza y responsabilidad, columnas básicas para la confianza de la ciudadanía en sus instituciones.

Asimismo, la alternancia contribuye a evitar la consolidación de regímenes autoritarios. La permanencia en el poder de un solo grupo político deriva en la erosión de las libertades individuales y en la concentración de poder en manos de unos pocos. La rotación en el liderazgo, al contrario, establece mesura y equilibrio que dificulta la consolidación de estructuras déspotas, explotadoras, opresoras y tiranas.

Sin embargo, la efectividad de la alternabilidad depende de un sistema político que garantice elecciones justas, transparentes, verificables, que cumplan a cabalidad las condiciones exigidas en la integridad electoral. La existencia de un marco legal confiable, sólido, el respeto a los derechos fundamentales y la participación decidida, activa de la sociedad civil son el ambiente necesario para que la alternancia cumpla su función como salvaguarda de la democracia.

El principio que supone la posibilidad real de los que ostentan el dominio y autoridad en un Estado o Gobierno sean relevados periódicamente mediante mecanismos legales, principalmente electorales, a fin de evitar la infinitud, se erige como un pilar fundamental de la democracia. Al propiciar la rotación de liderazgos, se asegura la vitalidad del sistema político, evita la concentración de poder y fomenta la rendición de cuentas. Para preservar una democracia saludable, sana, robusta, es imperativo defender, fortalecer la alternancia como un componente esencial de la participación ciudadana y el buen gobierno.

@ArmandoMartini

Fuente de TenemosNoticias.com: www.lapatilla.com

Publicado el: 2024-01-08 09:37:35
En la sección: Opinión Archives – LaPatilla.com

Publicado en Opinión

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