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Tour de Francia: La «estupidez» de Pogacar y una increble resurreccin en la locura del Alpe D’Huez | elmundo.es

Tour de Francia: La "estupidez" de Pogacar y una increble resurreccin en la locura del Alpe D'Huez

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Froome protagoniz la sorpresa con su renacimiento en las 21 curvas de la mticas ascensin. El esloveno, pese a que no recort, sigue desafiando: «Estoy deseando que lleguen los prximos das»

Pogacar, durante uno de sus ataques en Alpe d’Huez.Bernard PaponAP

En las 21 curvas de ascensin a la estacin de esqu de L’Alpe d’Huez se agolpa la multitud desde muchas horas antes de que los hroes pasen en busca de la gloria. Tierra mgica de ciclismo, el hervidero etlico, cual San Fermn a casi 2.000 metros de altitud, no va a presenciar una batalla pica como la de la previa. En el claustrofbico pasillo que forman, los aficionados intuirn los ataques desesperados de Pogacar a un Vingegaard fortsimo y confiado ahora, pero tambin un renacer de frotarse los ojos. El que cabalga por delante es Chris Froome.

La mente del esloveno es ahora un caos que debe tratar de ordenar en las prximas jornadas, ya lejos de los Alpes. Entr sin rasguos en ellos y se marcha quiz igual de fuerte pero tan alejado de su objetivo de encadenar tres Tour seguidos. Ha rumiado lo ocurrido en el Granon y l mismo parece haber encontrado la solucin: «S lo que pas. Demasiados ataques, fui un poco estpido al seguirlos todos. Me senta bien en el Galibier, hice un poco demasiado. No volver a suceder».

Pero Pogi sigue sonriendo a las cmaras. El reto es enorme y eso le divierte. Hoy estaba muy seguro, una historia distinta. Tena ms confianza y me he sentido bien. Estoy contento con mis piernas y deseando que lleguen los prximos das, sigue desafiando. Y recuerda batallas pretritas, aunque slo siga teniendo 23 aos y luzca por ello el maillot blanco. Cuando era ms joven, en otras carreras tambin tena que atacar, s lo que es estar atrs. Vingegaard y su equipo lo estn haciendo espectacular. Vamos a estar uno contra otro todo el Tour, pronuncia, recuperado el segundo puesto en la general.

Es 14 de julio, Fiesta Nacional en Francia, y brilla el sol. En una de las primeras revueltas de herradura ya se deja ver la Beefeater Bend, un grupo de amigos ingleses de Essex que acude cada ao disfrazado como el Yeomen of the Guard que aparece en las botellas de ginebra y que ya se han convertido en uno de los must. El carnaval incluye ciervos, dinosaurios, soldados romanos, presidiarios, pltanos y todo lo que pueda caber en la imaginacin. Una seora con un vestido de lunares rojos como el maillot de la montaa sube con un pedaleo alegre tirando de un carrito en el que duerme su hijo. Sobre todo eso intentan avanzar los exhaustos ciclistas casi sin tener horizonte a la vista. Tras el ganador Pidcock y el segundo Meintjes, avanza con su figura quijotesca un tipo que haba cado en desgracia tras ser el rey hace nada.

Marco BertorelloAP

Es la resurreccin de Froome, cuatro Tour a sus espaldas, apartado de la cima tras su brutal cada en 2019 en el Criterium du Dauphin que le provoc fracturas en el fmur, la cadera, el codo y las costillas. Que a punto estuvo de retirarle. «Me he ido sintiendo mejor y mejor y haba marcado como objetivo la etapa. Tuve suerte de meterme en la escapada. Di todo lo que tena. Sin remordimientos!», pronunciaba con una sonrisa emocionada el veterano britnico.

Pero donde de verdad se elevan los decibelios y la temperatura es en la curva de los holandeses, a 5,5 kilmetros de la cima, la nmero siete. Porque en el coro de Babel que es el Alpe d’Huez, el naranja sigue siendo el rey. Es la ‘Montaa de los holandeses’, que ganaron aqu ms que nadie, sobre todo en los 70 y los 80, Zoetemelk, Kuiper, Winnen, Steven Rooks y el ltimo de ellos, el 1989, Gert-Jan Theunisse.

Era la ocasin 31 que el Tour acababa en su cumbre ms legendaria y esta vez haba ms banderas de Eslovenia y, sobre todo, de Dinamarca, latente la rivalidad de la nueva era entre Pogacar y Vingegaard en su primera vez ah. «Haba tanta gente… Ha sido increble. Para ser honestos, les he visto mejor de lo que esperaba. Todo el mundo estaba apoyndonos de forma muy respetuosa», se admiraba el lder, que habl del calor, de un «da duro» y de piernas cansadas: «No pens en ganar ms tiempo en la general, slo mantener el que tengo».

«Tarde o temprano, la carrera se resolver en un mano con Tadej Pogacar… y ese da es cuando debo estar fuerte para ganar», concluy a quien le cost dormir el da de antes con su flamante jersey amarillo.

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Fuente de TenemosNoticias.com: www.elmundo.es

Publicado el: 2022-07-14 20:43:13
En la sección: Deportes // elmundo

Publicado en Deportes