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Europa League: Mendilibar: «Para haberme tocado en una tmbola venir al Sevilla, no est mal. Si no renuevo dejar amigos» | Europa League 2022 | elmundo.es

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Con solo cinco partidos al frente del Sevilla se ha proclamado campen de la primera gran competicin europea que disputa. Los jugadores piden su continuidad y pero el club aplaza la decisin

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Jordn y liver bromean con Mendilibar tras recoger sus medallas.ANNA SZILAGYIEFE

Cuando el 20 agosto de 2005 se puso por primera vez el chndal para entrenar en Primera tuvo claro que esa oportunidad slo le llega a un puado de elegidos y que muy pocos de ellos tienen la fortuna de ver a sus equipos campeones. En el Puskas Arena de Budapest, Jos Luis Mendilibar entr en ese selecto grupo. Con los brazos cruzados, la sonrisa en los labios pero la euforia muy contenida. No van con l los excesos pese a ser campen despus de una final sufrida.

«Para un entrenador que le ha tocado en la tmbola venir a Sevilla no est mal ganar la Europa League. Quiero agradecer a los chavales, al club por traerme y a la aficin. Estoy un poco contento por m, pero sobre todo por los jugadores, que lo estaban pasando mal. Les deca que eran buenos y lo han confirmado. Exceptuando los dos primeros partidos, el resto iba a todos los campos pensando en ganar», confes el tcnico con su medalla de campen al cuello.

El Sevilla gana su sptima Europa League para reafirmar que la quiere ms que nadie, y el vasco su primer ttulo con cinco partidos en la competicin, otra proeza. Un peldao ms en sus dos dcadas como tcnico en la lite que ha subido paso a paso despus de casi un ao en el paro. Como campen an no ha recibido la confirmacin de que la prxima temporada sera un entrenador de Champions. «Vamos a disfrutar y el lunes hablaremos. Todos sabemos lo que queremos», se limitaba a decir Monchi manteniendo un suspense que parece fingido. Si lo es o no, Mendilibar no lo sabe. «No s si renovaremos o no, pero tampoco me importa. Si no sigo, lo que seguro que dejar son amigos», admiti.

Esperaba Mendilibar en Zaldivar que alguien le encomendara la reconstruccin de algn equipo roto y el Sevilla lo era en marzo. Por eso no hay otra explicacin racional para entender su resurreccin que no sea mirar al banquillo. Con la misma plantilla que Lopetegui y Sampaoli, lo que ha variado es el librillo que le llev a convertir a un equipo a dos puntos del descenso en un campen que solo ha perdido dos partidos desde que l lo dirige. Y es que ese chndal que no cambia nunca encierra una filosofa: el ftbol como juego terrenal, sin dioses, sin egos.

Mirar a los ojos a sus jugadores, corregirles a gritos como si an fueran infantiles y no algunos de ellos campeones del Mundo capaces de repetir un ltimo y decisivo penalti sin temblar; hacerles dar volteretas cuando fallan clarsimas ocasiones y no regalarles mucho los odos en las salas de prensa, por si se lo creen. Quiz porque el ftbol tiene una parte de producto que olvida la esencial, Mendilibar es especial. Lo engrandece al confesar con sinceridad que su equipo jug mal en la primera parte, que no ensayaron penaltis porque no sirve de nada y que el problema de un partido que dur 147 minutos es que se jug poco. «El aadido no te da ms ftbol. Lo que hay que dar es continuidad al juego, jugar ms seguido, con ms ritmo y sin pararnos tanto. Y eso no se va a arreglar». Sin pelos en la lengua.

Ha tenido que ser en Sevilla donde los ojos de toda la Liga se hayan abierto para demostrar lo que propio Mourinho admiti de quien este mircoles le gan la final: Solo tengo ms ttulos que l porque he tenido oportunidad de entrenar a equipos que juegan en Europa. El azcar del portugus encierra verdad: al vasco le preferan para lograr ascensos o evitar descensos, lo vital en el ftbol pero que no deja marca en el palmars. Lo hizo en el Eibar, su casa, en Valladolid, Osasuna, Levante y no pudo lograrlo con el Alavs, la espina que tiene clavada junto a su breve paso por el Athletic.

De si la tercera apuesta de Monchi iba a o no a funcionar solo tenan idea Dmitrovic, Joan Jord y Bryan Gil. Los tres respiraron al verlo entrar en el vestuario. A los tres los haba hecho mejores jugadores en el Eibar. Por qu no iba a ocurrir con Suso, liver o Bade? Por qu no se iba a entender con Navas, Rakitic, Gudelj o En-Nesyri? No slo lo ha logrado, sino que los capitanes piden su continuidad. Y es que tienen libertad hasta para cambiar el orden de los lanzadores de penalti. «Montiel era el quinto, pero ellos han cambiado. Nosotros solo elegimos quien lanzaba», confes el tcnico con naturalidad.

Con la sptima copa camino de Sevilla reforzando la condicin de rey de la competicin, la incgnita no se puede mantener por ms tiempo. Al pasillo que tendrn que hacerle en el Reale Arena de San Sebastin, muy cerquita de su casa, tiene que llegar como otro vasco que lleva al sevillismo a la gloria… y a la Champions. No lo exigir Mendilibar. Su trabajo est hecho con sobresaliente. Habr otro club. Y si no, al paro, insiste con naturalidad. La vida simple.

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Fuente de TenemosNoticias.com: www.elmundo.es

Publicado el: 2023-05-31 18:54:35
En la sección: Deportes // elmundo

Publicado en Deportes