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logra relajar las condiciones financieras sin bajar los tipos

logra relajar las condiciones financieras sin bajar los tipos

Las condiciones financieras se han relajado tanto que ya son igual de acomodaticias que antes de que la Reserva Federal (Fed) empezara a subir tipos. El mercado se ha quitado de encima el peso del ciclo restrictivo y respira aliviado porque lo peor ya ha pasado, algo que se lleva descontando semanas, pese a que la confirmación llegara hace apenas 24 horas. Este convencimiento ha propiciado un entorno financiero bastante más amable, sin necesidad de que se hayan efectuado, ni si quiera, los primeros recortes de tipos. La expectativa de que eso va a suceder ha bastado al mercado para mover ficha y aflojar.

Aunque en Estados Unidos existen varios índices para medir las condiciones financieras, el que se toma como referencia es el de la Reserva Federal de Chicago, National Financial Conditions Index (NFCI). Este indicador refleja si el entorno financiero es más acomodaticio o restrictivo mediante la evaluación de más de un centenar de variables. Entre ellas, se sirve del líbor, de ciertos diferenciales de deuda o del índice de volatilidad VIX.

El NFCI se publica semanalmente y este lleva en tendencia descendente (y, por tanto, mejorando) desde octubre. El último dato, correspondiente a la semana pasada, del 4 al 8 de diciembre, se sitúa en los -0,5 puntos. En febrero de 2022, antes de que la Fed empezara a subir los tipos de interés, también se encontraba en torno al -0,5. Los valores negativos implican unas condiciones financieras más acomodaticias que la media histórica y, los positivos, indican una mayor restricción. Todas las variables que se usan, después, se reagrupan en tres categorías: riesgo, crédito y apalancamiento. Por eso, cuando se reduce el riesgo, se relajan las condiciones financieras y sube el apalancamiento, el índice cae, y viceversa.

«El índice nacional de condiciones financieras de la Fed de Chicago se encuentra ahora en niveles anteriores a que la Fed empezara a subir los tipos en marzo del año pasado. A ello han contribuido sus componentes de riesgo y crédito, sobre todo los diferenciales de los bonos del Tesoro y las hipotecas y el descenso del índice de volatilidad VIX», explica Ben Laidler, estratega del bróker eToro, sobre algunos de los componentes que más han pesado en la relajación actual.

Uno de ello es el índice VIX, que mide la volatilidad a 30 días del S&P 500. Actualmente, se sitúa en un nivel inferior a los 12 puntos, su nivel más bajo desde noviembre de 2019. Esto es muy buena señal, ya que indica que es el momento de menor volatilidad en la bolsa desde hace cuatro años. Al fin y al cabo, a mayor volatilidad mayor es el riesgo y a menor volatilidad mejor es el entorno de inversión. Esta es una de las condiciones financieras que se ha despejado y que acaba incidiendo en el NFCI.

Otra ellas es el diferencial entre el swap de tipo de interés a dos años y el tipo de interés soberano a dos años. El margen entre ambos se usa para medir el riesgo crediticio en el mercado. Cuanta más diferencia haya, peores son las perspectivas, ya que se percibe que hay más riesgo en la contraparte y se exige una mayor rentabilidad. Mientras, cuanto más similares sean, mejores son las perspectivas.

La deuda soberana de Estados Unidos es la más fiable, ya que se sobreentiende que el Estado va a responder. Por eso, si el retorno del título soberano y el del swap de tipo de interés son muy similares, apenas existe esa prima de riesgo y la percepción es que las condiciones son favorables, casi tanto como las que da la deuda más segura. De nuevo, según la última publicación del NFCI, esta variable ha mejorado al estrecharse los diferenciales.

Todo esto indica que el mercado se ha adelantado a la Reserva Federal. Es decir, viene descontando toda la flexibilidad que vendrá de parte del banco central, aunque aún no haya sucedido, y lo reflejan en las condiciones financieras. Por eso, no es necesario que bajen los tipos de interés de facto para que el resto de variables mejoren alrededor. La propia expectativa de que eso va a pasar ya cambia las reglas del juego.

Precisamente ayer, por primera vez, el banco central de Estados Unidos, descartó la última subida de tipos que hasta ahora siempre se había reservado, guardándose ese as sobre la manga. El problema es que, mientras que Powell intentaba lanzar el mensaje de que todavía no se podía cantar victoria, nadie le creía. Ayer miércoles tuvo que reconocer que ya lo único que quedará por delante son recortes, como se descontaba, y, en concreto, tres para 2024.

En ese sentido, algunos expertos han advertido de que ese optimismo puede ser contraproducente, ya que una relajación excesiva del mercado puede despejar todas las nubes sobre el clima financiero y entorpecer los planes de la Fed, obligándola a dar marcha atrás o a ajustar. «Los mercados deben tener cuidado con lo que desean. Si relajan demasiado las condiciones financieras, la inflación podría experimentar un incómodo repunte y la Fed se vería obligada a responder», señala Laidler.

Sobre la suavización de las condiciones financieras, Mohamed El-Erian, el presidente del Queens College de la Universidad de Cambridge y asesor económico jefe de Allianz, también advertía ayer. «Cuanto más tarde la Fed en combatir ese relajamiento y más dude en hacerlo, mayores serán los riesgos que acabarán pesando en la inflación y en el crecimiento y en la estabilidad financiera», apuntaba en X.

Más allá de si ese posicionamiento es excesivo o no, este corrobora la visión de la Fed y del mercado del aterrizaje suave. La restricción monetaria solo puede ir a menos y, por tanto, solo hay margen de mejora. Además, las condiciones financieras actuales influyen en el comportamiento de empresas, familias e inversores, lo que redunda en la economía. Por eso, que el entorno mejore es positivo para la actividad.

Fuente de TenemosNoticias.com: www.eleconomista.es

Publicado el: 2023-12-14 17:07:37
En la sección: elEconomista Mercados

Publicado en Economía y Finanzas

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